Nadie se vuelve a encontrar.

capitulo 42

El celular de Li Zekun fue arrojado en el sofá, y con pasos apurados, caminó rumbo al dormitorio para encontrarse con Tao. Su mente había pasado por innumerables pensamientos, y todos estaban mezclados ahora.

Tao Ran todavía no se despertaba. Cuando alguien estaba a su lado dormía como si fuera una tabla y en la cama, se extendía completamente presionando la colcha debajo de su cuerpo y enterrando la mayor parte de su rostro en la almohada. De la misma manera que Cheng Xia.

Li Zekun fue a la cama, sus manos temblaban mientras miraba la cara de Tao Ran. Trataba de encontrar algo en él, una máscara que nunca hubiera visto antes. Tao Ran fue despertado de inmediato, y sus ojos pequeños se encontraron con la cara de Li Zekun, magnificada debido a la distancia. Su conciencia aún era vaga y su voz estaba muy ronca.

—¿Qué te pasó? —Li Zekun sostuvo el rostro de Tao Ran con ambas manos y lo miró fijamente. Tocó la punta de su nariz con la suya—. ¿Quién eres?

Tao Ran frunció el ceño y quiso empujar a Li Zekun. Tao Ran volvió a tener ira en su corazón porque el tono con el que le hablaba no era bueno.

—¿Quién quieres que sea?

Li Zekun tomó a Tao Ran de la cabeza, le dio la vuelta y lo sostuvo debajo de su cuerpo, golpeando su cara con la colcha que estaba abajo. Li Zekun ahora parece haberse calmado, pero no habla. Simplemente comienza a desnudar la espalda de Tao Ran mientras sus ojos destrozan su cuerpo.

Hay algunos moretones, sí. Pero son recientes. No hay rastros de viejas heridas. No hay marcas del látigo, ni hay desgarros ocasionados por las púas. Lo vuelve a voltear. Los ojos de Li Zekun son demasiado fríos mientras lo explora como si estuviera buscando algo muy importante. Parece intentar sacar su alma con los dedos.

—¿Quién eres?

Li Zekun estaba cerca de la oreja de Tao Ran, y entonces lo mordió.

Tao Ran gimió, intentó golpear su rostro, pero Zekun le sostuvo la mano.

—¡Tao Ran! ¡¿Después de lo de anoche perdiste la memoria?!

—¡Estúpido mentiroso!

Li Zekun de repente estalló.

Tao Ran entrecerró los ojos, estaba tan agitado que las pestañas en sus párpados comenzaron a temblar como dos alas de insecto. ¿Qué debería decir? ¿Abrí los ojos un día y descubrí que Tao Ran ya no era Tao Ran, aunque todo el mundo decía que sí? ¿Quién es? Ni siquiera él lo sabe. ¡Él mismo a menudo duda de todas las cosas! ¿Quién va a creerle?

Li Zekun entendió que Tao Ran no quería hablar con él. No quería admitir que estaba angustiado. ¡Nunca había visto a Tao Ran con sospecha antes! Ni siquiera cuando lo vio por primera vez. Siempre supo que Tao Ran tenía algo que lo hacía sentir incómodo... Y ahora su lado paranoico finalmente había tomado el control.

—¿Qué propósito tienes? ¿Quién te envió?

Los ojos de Tao Ran se abrieron de golpe. No entendía por qué Li Zekun repentinamente tuvo esa idea.

—¿Por qué me enviaría alguien?

Li Zekun frunció el ceño. Realmente era una estupidez pensar en ello, pero el desarrollo del asunto estaba siendo demasiado extraño y complicado como para dejarlo pasar. Así que tiene que empezar desde el inicio.

—Apúrate y vístete —dijo fríamente, y luego soltó a Tao Ran y salió directamente de la habitación.

Tao Ran no había reaccionado todavía, lo habían violado hace apenas una semana y su cuerpo estaba incómodo otra vez. Recordó que, durante la noche, Li Zekun le había arrojado una pijama al pie de la cama así que no tuvo más remedio que luchar con el dolor, agacharse y levantarse después.