Cheng Xia piensa que siempre que él pueda sobrevivir a este momento tan sensible, todo estará bien. Entró en el dormitorio y apretó el seguro de la cerradura unas vueltas antes de acostarse. Cheng siempre sintió que era una persona muy exagerada. Parecía como si tuviera un instinto muy sensible para el peligro. Aunque Qiao Ye es impulsivo, si realmente lo encuentran puede que descubra que protegerse a sí mismo definitivamente sea lo más razonable... Pero Qiao Ming es realmente muy difícil de manejar. Por el contrario, Qiao Ye hace que Cheng Xia saque a la luz algunos sentimientos de compasión que creía ya completamente extintos.
El ambiente desconocido hizo que Cheng Xia, que tenía ya de por sí muchos problemas, durmiera muy poco. Cuando estaba durmiendo, en medio de la noche, escuchó que el pomo de la puerta se balanceaba algunas veces, pero simplemente cerró los ojos. El pomo no se calmó durante medio minuto y pronto el seguro se salió. Qiao Ye abrió la puerta con suavidad y delicadeza y después, intentó subir a la cama de Xia.
—... ¿Quieres que duerma en el sofá?
Cheng Xia no se movió cuando habló, pero sí logró asustar a Ye.
Tomó a Cheng Xia entre sus brazos y dijo débilmente:
—Afuera está demasiado frío... Ya ves, me traje mi propia manta.
Cheng Xia se frotó los codos varias veces para intentar separarse de él de alguna manera.
—Aléjate de mí.
Pero no pudo decir nada más que eso. Qiao, inmediatamente le obedeció y retiró su mano. Sin embargo, se acostó, se cubrió con su manta y cerró los ojos. La sensación de tener a una persona detrás de él no es demasiado buena para Cheng Xia. Incluso si su memoria anterior no se ha restaurado, las sensaciones que tuvo que experimentar con ese cuerpo son tan dolorosas como para causarle náuseas cada día.
Cheng Xia ha estado intentándolo con todas sus fuerzas, pero no puede dormir. Qiao Ye se ha dormido de inmediato y le sorprende de vez en cuando al soltar pequeños ronquiditos de gato. Cheng Xia se levantó ligeramente y giró la cabeza. La mayor parte del rostro del adolescente estaba enterrado en una almohada suave. Realmente se veía inocente estando así. Su cabello desordenado era brillante y las pestañas que enmarcaban sus ojos, eran muy largas. Incluso este rostro terrible, parecía tener una bonita piel cuando estaba inconsciente.
Cheng Xia suspiró y volvió a acostarse. No supo en qué momento se quedó dormido.
Se quedó con Qiao Ye durante tres días y afortunadamente, no se sintió demasiado atormentado. En realidad, siempre tenía la extraña sensación de ser el dueño de un perro desobediente. Qiao Ye se está poniendo cada vez más tímido. A lo sumo, en mitad de la noche, las yemas de sus dedos tocan suavemente las líneas de la frente de Cheng Xia. Era un toque muy satisfactorio en realidad, y gracias a eso los sueños le llegaron con rapidez. A los jóvenes de hoy en día parece agradarles la idea de ser muy sinceros, puedes ver en sus ojos que tanto les gustas. La luz ardiente de deseo en su mirada, tiene una belleza incomparable. Es una pena que haya demasiada crueldad y arrepentimiento. Es lamentable también, que no pueda redimirse. Al menos no con él.
Qiao Ye ha estado en contacto con sus amigos desde hace unos días. Quiere llevar a Cheng Xia primero a Zhuhai y luego regresar directamente a Hong Kong. Él es el hombre más joven de la familia Qiao así que seguramente alguien va a protegerlo. Además, piensa... Que Li Zekun puede encontrar a otra persona que pueda suplir a Tao. No tiene que ser tan complicado para alguien de su posición, ¿verdad?
Cheng Xia es inteligente, por supuesto. Así que ya está enterado de todo.
Cheng Xia intentó pasar desapercibido todo el día siguiente. Procuró no verlo en la mañana y estuvo dando vueltas de un lado a otro mientras sostenía una pluma y un pedazo de papel. Pensó en escribir una nota de despedida para que Qiao Ye pudiera entrar en pánico y buscarlo por un lado mientras corría por el otro. Podía decir alguna mentira, decir que ya sabía dónde estaba Zekun y esconderse en el cuarto para después seguirle cuando fuera a buscarlo por allí.
Naturalmente, Qiao Ye estaba mirándole.
—¿Quieres que escriba algo por ti? ¿Es difícil encontrar las palabras adecuadas cuando te drenas la mitad de la sangre del cuello? —Qiao Ye apretó los dientes y miró a Cheng Xia. La feroz atmósfera a su alrededor era realmente aterradora. De acuerdo con el temperamento violento de Qiao Ye, levantó un puño en el aire... Pero al final extendió los dedos hasta mostrarle su palma—. Dime la verdad, sé que tienes algún plan. Sé... Que siempre estás buscando formas de dejarme —dijo Ye, solo para sostener su barbilla y mirar directamente a los ojos de Xia—. Pero me parece estupendo que te levantes de la cama. Estaba muy preocupado.
Cuando Qiao Ye se portaba amable, cuando parecía tener miedo, entonces Cheng Xia veía a su hermanito otra vez. No intentó hacer algo nuevo después de esa revelación. Mientras tanto, Qiao Ye parece darse cuenta de que la persona que tiene en frente finalmente se rindió, así que después de mucho debatir decide dejarlo solo. Había comprado en una ferretería una cadena de dos metros de largo y la puso en la mesa de café, solo para asustarlo.
Las cosas intermitentes durante este tiempo ya han puesto en pausa el alma de Xia. No tiene ninguna noticia de Li Zekun y Qiao Ye parece no querer decirle nada. Cada nuevo día haciendo sus propias teorías han convertido su mente en un verdadero caos y Cheng Xia finalmente comenzó a entrar en pánico. No durmió bien esa noche, y no le ayudó el hecho de que Qiao Ye estuviera un poco más cerca de él para ese momento. Al final del mes, Qiao Ye se fue a casa. Chu Jiangyuan estaba siendo investigado por el contenido del expediente, así que fue directamente al cuarto piso. Escuchó gracias a los sirvientes, que Qiao Ming había estado allí con mucha frecuencia. Hay personal médico entrando y saliendo por la entrada... Y eso no puede ser signo de un buen presagio.
Incluso si hay sangre en común corriendo por sus cuerpos, está enojado con Qiao Ming. Un hombre puede sentirse avergonzado de su familia con más facilidad de lo que las personas creen.
De todos modos, odia a Feng Shu, a Ming, a Chu, a Zekun. Si fuera por él, dejaría que todos se fueran a la mierda. ¡No podría interesarle menos! Pero ya ha vuelto a Hong Kong y seguramente Qiao Ming no lo ignorará. Es ridículo decirlo, pero Qiao Ye está determinado a aceptar su destino. Parece que hay demasiada ira y todos tienen que ser maldecidos.
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Nadie se vuelve a encontrar.
Ficção AdolescenteLos diez años en que más te amé "Nadie se vuelve a encontrar" Es una historia sobre reencarnación. Xia murió, pero volvió. Jiang murió, pero volvió. Las personas que tienen asuntos pendientes o murieron de forma trágica, reencarnan de esta manera s...