Nadie se vuelve a encontrar.

capitulo 81

Lo mejor del mundo es dormir con tus seres queridos. Cuando el sol de la mañana penetra en el hueco de la cortina, una persona se despierta primero y luego besa a la otra persona en la mejilla.
Li Zekun se despertó varias veces en la noche para atender su teléfono celular, y abrazó a Cheng Xia cuando tuvo la oportunidad. Sintió que había una profunda sensación de irrealidad en el ambiente. Una vez, pensó que su vida se había acabado en la mesa de operaciones junto con la de Cheng Xia, pero ahora esta persona ha vuelto. Es una cara diferente, pero Li Zekun puede confirmar que es Cheng Xia. Existe el mismo sentimiento, el mismo aliento. Al principio, Li Zekun estaba ciertamente enojado por los secretos de Cheng Xia. Pero cuando pensó en todo lo que Cheng había sufrido después de su regreso, su ira se volvió hacia él. ¿Qué tipo de mentalidad debió tener para lastimar a una persona insegura y que además sufrió de demasiado daño?
Después de desentrañar las cosas que no son fáciles de decir, Cheng Xia se ve más feliz todos los días. Todavía es un poco como la primera vez que Li Zekun lo vio. Sonreía y sus ojos se volvían entonces muy bonitos. Más pequeños y brillantes.
Li Zekun encontró todo un álbum de "Tom y Jerry" y abrió la caja con Cheng Xia junto a él.
—Te lo debía.
Los ojos de Cheng Xia no cayeron en la caja, gentilmente dijo:
—¿Sabes? Estaba pensando en ti cuando estaba en la mesa de operaciones.
Li Zekun frunció el ceño, esas palabras le dieron un terrible dolor de cabeza.
—Me ibas a dar el álbum de películas y un certificado de matrimonio al terminar... Pero al final, ya no ví nada.
El propio Cheng Xia pensó en por qué fue capaz de regresar. Quizás porque su mente era demasiado fuerte o porque realmente lo quería. ¿Asuntos pendientes? ¿Dios? Si lo piensa científicamente... Tal vez fue por un campo magnético.
Li Zekun lo puso en sus brazos.
—Te mostraré todo lo que no pudiste ver.
El teléfono sonó y Cheng Xia no pudo detener la partida de Li Zekun. El hombre está demasiado ocupado recientemente.
Li Zekun miró el identificador de llamadas, descolgó el teléfono y entró en el estudio. Cheng Xia no participaba últimamente en los asuntos de Li Zekun y no le importó no hacerlo ahora.
La llamada telefónica de Li Zekun no se terminó. Se puso la chaqueta y dijo:
—Me iré de inmediato.
Cheng Xia siente como si le hubieran dado una bofetada. Li Zekun ya tiene su abrigo y la llave del auto en la mano, está a punto de irse y ni siquiera le dijo adiós.
—El arroz se está cociendo al vapor. ¿A dónde vas? Puedes comer y luego irte.
Li Zekun se acercó y rápidamente besó la frente de Cheng Xia.
—Tengo demasiada prisa. Tú puedes comer primero, vuelvo por la noche.
Cheng Xia estaba ligeramente preocupado. Pensó en ello y preguntó:
—¿Qué pasó? ¿Es sobre mí?
Li Zekun lo miró por un momento.
—Es un pequeño problema, pero no tiene nada que ver contigo.
Cheng Xia no es un tonto, no cree las palabras de Li Zekun. Pero no podía preguntar si ahora estaba en problemas debido a lo ocurrido el día en que le dispararon. ¿Su padre estaba diciendo algo? ¿Qiao Ming? De todas maneras, no sería capaz de detener a Li Zekun en este momento porque Li no quería decir nada y Xia estaba dando lo mejor de sí para olvidar todo y seguir adelante.
Li Zekun dijo una mentira. Obviamente.
Cheng Xia fue violado por Qiao Ye, maltratado por Qiao Ming, no podía simplemente olvidarlo. Su corazón estaba bloqueado. Si de por sí ya estaba triste por Tao Ran, ahora estaba muriendo por Cheng Xia. Fue directamente al corazón de un departamento de espionaje ilegal y contrató a alguien para que revisara a Qiao Ming durante mucho tiempo. Cuando finalmente tuvo algo, conoció entonces que Qiao Ming participó en un proyecto de material bajo el cargo de la Oficina 16. De ferrocarriles de China. Los materiales se importaron desde el extranjero y el resto se realizó desde una terminal en Hong Kong. Veintisiete almacenes tenía Ming. Y todos fueron recogidos.
—Mientras el apellido Qiao esté manchado, seguramente borrarlos del mapa no debe ser tan complicado. —Se burló Li Zekun, diciendo que no solo iría contra Qiao Ming, sino también contra Qiao Ye.
El hombre delgado frente a él, con anteojos de alto perfil y cabello lleno de laca, le entregó una pieza de información y fotos muy personales a Li Zekun. Existieron algunos dilemas sutiles creándose en su cabeza.
—Fuimos muy cuidadosos en la búsqueda de su hogar, pero afortunadamente, con poco encontré demasiado. —Le entregó un disco de plata a Li Zekun—. Horas y horas de documentos personales, documentos comerciales y permisos al nombre del señor Ming, que fácilmente puede revocar.
Li Zekun asintió. El hombre dijo:
—Hay algunas cosas allí que van a gustarle mucho a tu gente.
Li Zekun tomó el disco y salió de allí.
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Cheng Xia no quiso hacer nada en casa, ni siquiera lavó los platos. Medio tazón de agua hirviendo empapó su arroz y después, se comió los pepinillos.
El nuevo disco de caricaturas es claro y fluido, y la calidad del sonido no se degrada. Cheng Xia no odia estas tramas anticuadas. Siempre ha sido una persona afectuosa y duradera. Le gustan las caricaturas americanas y los animes sobre amor escolar también.
Por la mañana, el teléfono de Li Zekun despertó a Cheng Xia. Ahora, después de ver la televisión durante mucho tiempo, tiene demasiado sueño. Cuando la televisión aún estaba reproduciendo a Tom persiguiendo a Jerry, él se quedó finalmente dormido.
Al llegar Li Zekun a casa, Cheng Xia todavía no se despertaba. Los días de invierno eran cortos y la sala de estar estaba muy oscura y fría. Li Zekun encendió la lámpara de la sala y descubrió que Cheng Xia se había quedado dormido en el sofá. Después de que se terminó un disco, la pantalla se puso negra y Li Zekun apagó el televisor. Respiró hondo y se sentó junto a él.
Cheng Xia suspiró. Li Zekun lo levantó con suavidad y lo acunó en sus brazos.
—Has vuelto... —Cheng Xia se despertó, sus mejillas se frotaron suavemente contra el brazo de Li Zekun dos veces—. Ya... ¿Cenaste?
Li Zekun no dijo nada, enterró la cabeza profundamente en el cuello de Cheng Xia. Este es un movimiento muy débil. Es un niño, su cuerpo es el de alguien de dieciocho, el murió antes de los veinte años y ahora Zekun busca consuelo abrazándole. Susurra y dice a lo largo del cuello de Xia:
—Lo siento, lo siento...
Li Zekun ha sufrido mucha tortura mental y también un infinito dolor, pero al menos nunca lo ha mostrado frente a Cheng Xia. Li Zekun se tomó un momento para besar el cuello de Cheng Xia, justo sobre su herida.
—Tengo tanto miedo.
Cheng Xia siempre ha sido una imagen sensible y débil para el corazón de Li Zekun. Nunca pensó que Xia estuviera en una oscuridad que no entendía. Su corazón dolía. Su ser querido se había quedado en un sucio y oscuro almacén, sus ojos miraron en su dirección. Lo vieron partir. Hay muchos hombres que son maliciosos y violentos, y Cheng Xia se quedó con todos ellos. Tal vez pidió ayuda... Luego estaba el resplandor del rojo oscuro que se extendía en sus pensamientos, un pedazo de lámpara incrustada en su cuello.
Li Zekun siente que es un completo inútil. Ni siquiera puede ir a la acción rápidamente para cumplir sus propias palabras: «Si Cheng Xia hubiera sido violado, ¡habría tomado un cuchillo y los habría matado a todos!» Pero ahora, es cierto que Cheng Xia fue atacado.
Li Zekun abrazó a Cheng otra vez.
—Gracias por estar dispuesto a acompañarme, gracias por amarme, gracias por venir a mí. Gracias por llamarme cuando ni siquiera sé que estoy haciendo.
Cheng Xia se quedó estupefacto. Vio la actitud anormal de Li Zekun y dijo:
—De verdad... Me estás espantando ¿Qué pasó?