Nadie se vuelve a encontrar.

capitulo 37

Tao Ran había sido suturado cuando ingresó al hospital, pero también tenía otras heridas que eran desagradables. Después de que Li Zekun supiera de esto, se sentía tan incómodo que fue impulsivo y llamó a Tan Shijie para romper su amistad. Song Yu y Yang Yanxue intentaron mantenerse al margen, pero eso no había evitado que se llamaran constantemente por teléfono para hablar sobre los detalles de esa discusión.
Hay muchas cosas sobre el caso de Li Zekun que no son lo suficientemente serias para ellos. La gente no se da cuenta de lo peligroso de las palabras mal empleadas, hasta que es muy tarde como para remediarlo. Por ejemplo, antes de este suceso, Li Zekun pensó que no iba a suceder nada por hacer una simple llamada telefónica. Pero ahora, cada vez que ve a Tao Ran, el dolor fino y denso que sube por su pecho es difícil de soportar.
Li Zekun se aprovechó de este incidente con Tan Shijie y, por primera vez, dejó en claro algo muy sencillo: Tao Ran, estaba primero en su corazón.Las personas que lo rodean suelen ser divertidas para jugar, pero entiende que en las situaciones importantes no siempre puede contar con ellos. Se dice que es debido a sus sentimientos, a que le tienen lástima porque lo vieron ser infeliz la mayor parte de su vida. Incluso si parecen optimistas acerca de Tao Ran, ellos tampoco parecen querer sacar a Cheng Xia de la página.
Li Zekun intentó remediar sus errores, pero no sabía lo que debía hacer. Tao estaba incómodo con su cuerpo, tenía lesiones profundas que necesitaban tratamiento constante e incluso rara vez comía algo. No parecía tener deseos de hablar con él... Li Zekun lo alienta siempre que puede, pero entiende que no tiene que forzarlo. Tao Ran no tiene una resistencia muy fuerte contra Li Zekun, pero todo su cuerpo parecía haberse envuelto en una capa de hielo. Era una persona herida, que se había enfriado con rapidez.
Aunque a veces sus pensamientos no están del todo claros, Li Zekun siente que cuando Tao Ran es frío y cortante, se parece incluso más a Cheng Xia.
Li Zekun sufre de dolores de cabeza todos los días. A menudo se queda dormido en medio de la madrugada y sus sueños solo provocan que se agote más. Sueña con Cheng Xia... Y luego sueña con que Cheng Xia se convierte lentamente en Tao Ran. Seguramente ya se volvió todavía más loco.
Tao Ran tomó la iniciativa de hablar con Li Zekun dos días después. Esa noche, Li Zekun estaba sorprendentemente angustiado y quería abrazar a Tao Ran. Lo sostuvo con cuidado y hundió la cabeza en el arco de su cuello. Esta persona se volvió muy delgada en poco tiempo, su clavícula es profunda y dura, y los huesos de sus hombros están sobresaliendo también. Li Zekun pensó que Tao Ran estaba dormido y se atrevió a besarle las orejas. Como resultado, escuchó un suave suspiro segundos después.
—Hace un poco de frío.
Li Zekun lo rodeó con sus brazos.
—¿Puedo quedarme así?
Fue una frase repentina que hizo que Tao Ran no tuviera tiempo de defenderse. Los dedos de Li Zekun temblaron mientras lo acariciaba, y se lamentó de no poder ver su rostro en la oscuridad. El aliento del hombre es cálido, golpea constantemente la cara del niño y le provoca temblar.
—No tienes la misma apariencia... Pero posees exactamente el mismo temperamento de la persona que perdí. Tienes sus hábitos. Cuando te enojas, luces igual también. —Tras una respiración profunda, Li Zekun continuó hablando—: A veces te veo, y pienso que regresó. Siento que está conmigo.
Tao Ran pudo sentir como Li Zekun se ponía triste, y colocó la cabeza en el desnivel de su pecho. Su voz se escuchaba apagada al murmurar:
—¿Querías reemplazarlo conmigo?
—Yo nunca pensé en encontrar a alguien para reemplazarlo. —Li Zekun le acarició el cabello—. No planeaba encontrarte, todo fue por accidente.
Tao Ran en realidad sigue manteniendo una incomprensible sensación de estar sucio, algo que no puede quitar sin importar cuántas veces tome una ducha. Es incluso más intenso que el sentimiento de haber sido humillado. Tao Ran ciertamente culpa a Li Zekun, pero también comprende que no puede hacerlo por completo. No cree que pueda haber imaginado que algún estudiante cercano fuera capaz de traer tanto dolor...
Pero pasó así.
—Vamos a salir juntos de esto. ¿Está bien?
Li Zekun se comporta mucho mejor con Tao Ran que antes. En su siguiente visita al hospital, le llevó una bolsa hecha a mano. Recordó que no le gustaba el cilantro, así que le preparó un sándwich que no tuviera más que jamón y queso. Le llevó castañas fritas con azúcar y le compró también un pequeño juego de herramientas para hacer tallas de madera. Estas son todas las cosas que a Cheng Xia le gustaban, pero muy casualmente, a Tao Ran también parece gustarle. Li Zekun suspiró aliviado, y pronto sus pensamientos se dejaron ir.
Cuando estaba con Tao Ran, de repente le preguntó:
—¿Te parece bien si al terminar vamos a la excursión de Sichuan al Tíbet con un grupo de ciclistas? ¿O quieres esperar a obtener tu licencia de conducir? Tengo un amigo que puede venderme un Pagani. Es un buen auto para principiantes.
No hay mención del futuro académico de Tao Ran.
Hasta que la luz temblorosa en los ojos de Tao Ran desapareció con lentitud, miró a Li Zekun y susurró:
—Tú no tienes que seguir pensando en compensarme.
El entusiasmo de Li Zekun desapareció y regresó lentamente a la realidad. Él realmente quiere ser un poco mejor para Tao Ran... Pensó que eso lo haría feliz, pero era obvio que se había equivocado. Después de que la lesión en el cuerpo de Tao Ran estuviera mejor, Li Zekun comenzó a ir a la compañía nuevamente. Tenía demasiadas cosas que hacer y no podía ayudarlo como antes. Lo acompañaba a desayunar y cenaba con él todos los días. Pero dejaba que Wang se encargara del almuerzo.
Al mediodía, Tao Ran estaba tratando de tomar una siesta cuando sintió que la puerta de la habitación era empujada suavemente. Pensó que Li Zekun había regresado temprano, así que no se movió... Hasta que alguien se paró frente a él, con una suave sonrisa.
—Hola, lindo bebé. He venido a visitarte.
Los ojos de Tao Ran se abrieron con terror.