|48. Dum Dum|

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Continuaba jugando con una de las manos inertes del hombre sentado a mi lado, masajeándole los nudillos y la palma con las yemas de mis dedos.
Estaba demasiado ansiosa.

Oí cómo se reía y dirigí mi mirada hacia su rostro, incrédula.

-¿Qué?-

-Agradezco que esa sea mi mano no hábil.-

-Lo siento.-

Él volvió a reír, y dio un ligero apretón a una de mis manos con la suya, que aún estaba sobre mi regazo.

-Estás nerviosa.-

-Ansiosa.- corregí -Quiero que todo esté bien.-

-Va a estarlo.- quiso asegurarme -Va a ser algo lindo.-

Asentí, esperando que tuviese razón; pero aún así me negué a soltar su mano.

Cuando la mujer se asomó para llamarnos por mi nombre, mi frecuencia cardíaca se aceleró, pero me puse de pie y pensé que al menos en los próximos minutos iba a poder comprobar que todo era real, que realmente estaba embarazada y que todo estaba bien.

-¿Tu padre?- me sonrió la ecografista, intentando ser amable, una vez que los tres ya estábamos dentro del cuarto.

-No. Él es el padre.- tuve que aclarar.

Su insinuación me había puesto incómoda, y sabía que a Zayn también le había molestado; pero de los tres, la más avergonzada había terminado siendo ella misma al notar el error que había cometido.
Había intentado ser agradable y le había salido evidentemente mal.

-Oh. Lo siento mucho.- las disculpas eran legítimas.

-Está bien.- negué, tampoco pretendía empeorar la situación ni hacerla sentir mal.

Había algo mucho más importante en juego que una cosa tan simple como un prejuicio ajeno.

-¿Primera ecografía y primer embarazo?- desvió la conversación, dispuesta a abocarse a lo que le correspondía.

-Sí.-

-De acuerdo, ¿ya entraste en el segundo trimestre?-

-Eso se supone.- asentí -La obstetra dijo que podíamos hacer la ecografía antes de las diez semanas pero como todo parecía ir bien, prefirió que esperáramos hasta la semana doce.-

-Bien.- sonrió -Entonces vamos a ver a ese bebé. Por favor, recostate en la camilla, subite la camiseta y desprendete el pantalón.-

Obedecí a sus indicaciones y me acosté donde ella me había señalado, exponiendo mi vientre aún prácticamente plano, en tanto Zayn se posicionaba a mi lado.
Desde que habíamos entrado al cuarto él había permanecido en silencio, y supuse que se debía a que prefería respetar mi espacio en la consulta, tanto como para hacer las preguntas como para responderlas.

-Esto va a estar un poco frío.- advirtió, antes de poner una suerte de gel sobre mi vientre y empezar a desparramarlo con el transductor.

Mis ojos habían estado pegados al monitor desde el momento en que me había acostado, y desde que ella había empezado a deslizar el aparato, intentaba dilucidar las imágenes que se estaban proyectando.

-Mírenlo, ahí está.- no podía verla sonreír, pero por cómo sonaba su voz estaba segura que lo estaba haciendo -Ahí están sus piernas, sus brazos, su cabeza.- señaló en el monitor. -Doce semanas, con una longitud cefalocaudal de 6, 3 centímetros y aproximadamente diecisiete gramos.- confirmó. -Es algo pequeño, pero viendo la contextura de su mamá, es normal.-

BE US (against the world) - zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora