|74. Vieja amiga|

30 6 1
                                    

La sala del Dr. Callaghan estaba repleta de niños de diferentes edades acompañados por sus padres. Había unos juegos simpáticos distribuidos sobre un cuadrado de goma colorido a uno de los lados, donde dos niñas que no pasaban los tres años movían las piezas de madera mientras reían.
Patrick Callaghan había sido el pediatra de Willa desde su primer control a los sietes días de vida. Era un viejo conocido de la universidad de Willard - uno de los amigos que Zayn más apreciaba y con quien nos encontrábamos mensualmente; su hijo Cameron adoraba jugar con nuestra bebé. Él mismo nos había presentado y había resultado conveniente dado que trabajaba en el mismo hospital que mi obstetra, la institución donde yo había dado a luz en una madrugada caótica.

-No extrañabas esto, ¿verdad?-

-No.- rió Zayn -Detesto las salas de espera, sobre todo cuando se ven como si un jardín de infantes hubiese vomitado a la mitad de sus alumnos en ella.-

-Eso ha sido un poco cruel.-

-Lo siento.- se lamentó -Espero que no me hayas oído.- su pulgar acarició una de las mejillas regordetas de Willa, quien yacía en mi regazo.

-Es una locura que este ya sea su control de los nueve meses.-

-"El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos."-

-Muy poético, ¿autor?-

-Henri-Frédéric Amiel.-

-Debo confesar que a él no lo conocía.-

-Si algún día querés conocerlo, cuarto estante de la biblioteca de la izquierda. "Diario íntimo".-

-Lo voy a tener en cuenta cuando al fin logre terminar esa maldita tesis.-

No había logrado terminarla en los primeros seis meses como había sido originalmente mi plan, pero como lo usual era presentarla a los doce meses, no tuve más remedio que aceptar mi nueva realidad. No obstante, ya estaba cansada de encontrarme en ese limbo tedioso donde si bien ya había finalizado mis estudios, aún no tenía oficialmente mi licenciatura.

-Me agrada que nos acompañaras.- mencioné.

En los últimos tres controles mensuales Zayn no había podido estar presente debido a superposición horaria con su trabajo en Oxford. Cuando mi situación laboral había pasado de empleada a desempleada, lo que más había empezado a abundar en mi vida cotidiana era el mal llamado "tiempo libre", ya que de "libre" tenía poco cuando cuidaba de Willa prácticamente las veinticuatro horas del día y cuando esos ansiados momentos donde lograba detenerme y sentarme, eran frente al computador para trabajar en mi exhaustiva tesis o bien, recientemente, para dedicarme en la planificación de la nueva galería de Vince Paulson. Agradecía tanto tener algo nuevo por lo que preocuparme, habría enloquecido de continuar en una versión tan monótona de la vida.
Por supuesto que Zayn siempre que se encontraba presente me hacía compañía y se encargaba de nuestra hija, pero era una realidad que entre las asesorías y las reuniones en la Universidad de Oxford, las citas con la editorial que publicaba sus libros y los eventos a los que tenía que asistir esporádicamente para presentar los mismos, su aclamado "tiempo libre" aún era francamente inferior al mío. Y no me podía quejar, alguien tenía que pagar las cuentas y yo no había obtenido más que un modesto adelanto por mi trabajo en la apertura de la galería.

La puerta del consultorio se abrió y el afable rostro del Dr. Callaghan se asomó, luciendo una amplia sonrisa a mitad de lo que aparentaba una carcajada. 

-¡Willa!- llamó en voz alta.

Zayn y yo nos levantamos de nuestros asientos y caminamos hacia el hombre, quien aún se despedía de una mujer bajo el marco de la puerta de madera que separaba su consultorio de la concurrida sala de espera.

Era una mujer alta, de cabello oscuro abundante que caía pesado sobre sus hombros y ocultaba gran parte de su rostro. Él tenía una de sus manos sobre su espalda y la saludaba con una complicidad que sin dudas delataba una relación mucho más estrecha que la existente entre un médico y su paciente.
Con ella abandonaba el consultorio un niño que aparentaba rondar ya la edad escolar.

-Siempre es un placer volver a verte Maddie.-

-Tal y como cuando estudiábamos en la Universidad.- asentía ella tras besarle la mejilla.

-Maddison.- la voz ronca de Zayn atrajo su atención, y puede ver cómo la expresión en el rostro de aquella mujer mutaba completamente.

-¿Ustedes conocen a la doctora Archer?- preguntó Callaghan, pero jamás obtuvo una respuesta.
Al menos no una verbal, porque era indudable que ellos dos no eran desconocidos.

-Zayn.-

<<¿Maddison? Ella es ¿esa Maddison?>>

-¿Él es tu hijo?-

Ella carraspeó y luego de inspirar tan profundo que incluso desde la otra punta de la sala de espera podría haber notado el aleteo de su nariz, asintió.

-Él es Ethan, mi hijo.-

-Cielos, felicitaciones.-

Zayn lucía perplejo, casi como si estuviera atravesando una alucinación.

-¿Y ella?-

-Willa, es mi hija.-

-Oh.- ella sí parecía haber visto un espectro, estaba tan pálida que creí que iba a desmayarse -Supongo que felicitaciones para vos también.-

-Sí, gracias.-

-Lamento interrumpir.- intervine, algo incomoda con aquella situación -Pero creo no deberíamos seguir haciendo esperar al doctor Callaghan, la sala explota de pacientes.-

-Es cierto. - se apresuró -Adiós Patrick, nos vemos pronto. Zayn, me alegro que estés bien.- la mujer se despidió, y yo intenté fingir que no había visto el efecto que ella había tenido sobre mi pareja y la forma en que él se había visto repercutido.

-¿Pasamos?- ofreció el pediatra, señalando con su mano hacia el interior del consultorio.

-Disculpe si lo demoramos, yo.. hacía muchos años que no la veía a Maddison, ella es una vieja amiga.- ¿qué carajos estaba haciendo Zayn? -Y no quisiera pecar de imprudente, pero ¿cuántos años tiene Ethan?-

-Oh Maddie también es una vieja amiga mía, maravillosa persona y profesional. Ethan tiene cinco años.- respondió sonriente, sin dudarlo -Pero bueno, hablemos de esta preciosura. ¿Cómo ha estado Willa?-

El control de Willa transcurrió rápidamente entre el extenso cuestionario por parte del doctor Callaghan, el examen físico de mi bebé, la revisión de su libreta sanitaria y las recomendaciones respecto a la alimentación complementaria con la introducción paulatina de nuevos colores y texturas.
Oír que Willa se encontraba creciendo sana y saludable siempre se sentía como quitarse un peso sobre los hombros y me permitía respirar aliviada.

Sin embargo, el silencio profundo que Zayn mantuvo durante toda la consulta no pasó desapercibido para mí, mucho menos la preocupación que había quedado petrificada en su rostro.

————————————————————————————————————————————-

Mención especial para Rosy060, gracias por comentar después de tanto tiempo que llevo con esta historia.

¿Qué opinan sobre este nuevo personaje? Si lo recuerdan, Maddison fue mencionada numerosas veces a lo largo de la historia pero nunca había aparecido 👀

BE US (against the world) - zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora