|36. Chiquillo inmaduro|

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-Sabía que eras una cualquiera.-

Me costó un poco reconocerlo, pero al ver sus ojos color ámbar iracundos, supe de quién se trataba.

-¿Perdón?-

-Te vi con ese chico. ¿Sabe mi padre que te acostas con él? Bueno, ¿con él y con cuántos más?-

-Soltame, Austin.- pedí, negándome a responder a sus acusaciones.

-¿Al menos te cuidas? Si llegas a pegarle algo a mi padre..-

-Mi vida sexual es problema mío.- me solté, sin poder creer lo que estaba oyendo -Y como mucho de tu padre. Pero definitivamente no es algo que a vos te incumba.-

-¿Por qué lo haces?- cuestionó -Podrías ser su hija ¿eso te da morbo?-

La sola mención de aquella idea hizo que me subiera la bilis a la garganta.
El asco y el desprecio en la voz e incluso en la actitud corporal de Austin eran inconfundibles, y había logrado que yo me sintiera igual de asqueada.

-No tengo por qué responderte.-

-Debería avergonzarte.- sentenció -¿Es por dinero, tal vez? Puede vivir en un apartamento lindo, pero no todo lo que brilla es oro; no va a mantenerte si eso es lo que buscas.-

Podía percibir el alcohol en su aliento, pero no iba a justificarlo por ello; porque sabía que no estaba diciendo nada que realmente no pensara.
Y sus comentarios me disgustaban demasiado, incluso si sabía que todo lo que decía era mentira.

-No me interesa su dinero, si eso es lo que te preocupa.- respondí. -Y lo que sucede entre nosotros no es de tu interés.-

-Sos una puta.-

-Y vos un chiquillo inmaduro, y sin embargo nadie te lo escupe en la cara. Dejame en paz, Austin.-

Fui impulsiva, pero estaba cansada de oírlo y tener que quedarme callada sólo porque era el hijo de Zayn, él no tenía derecho a tratarme así.
Había intentado mantener mi autocontrol, en serio lo había intentado, pero me había sentido demasiado agredida para tan solo haber intercambiado unas pocas palabras.

Volví a voltear y me alejé a paso acelerado, chocando con más de una persona en el camino, me sentía colérica.
No me sorprendían sus comentarios y acusaciones; pero era consciente de que probablemente todos pensaran como Austin, y aunque me rehusara a aceptarlo, eso dolía.

-Pezz, ¿estás bien?-

Había logrado hallar a Lisa, exactamente donde había esperado encontrarla: melosa en brazos del chico de la barra. Sin embargo, se le desconfiguró el rostro al verme; al parecer mi encuentro con Austin sí había conseguido afectarme y ella había podido notar mi malestar.

-Ya nos vamos.- me limité a responder -Nos lleva Chris, Martin está que se cae de lo alcoholizado.-

-De acuerdo. Yo creo que voy a quedarme un rato más.- mencionó, y pude ver una sonrisa tirar en el rostro de Luca mientras apretaba el agarre que tenía alrededor de ella.

-Okay. Nos vemos mañana, cuidate Liz.-

No volví a encontrarme con Austin en mi camino de vuelta hacia fuera de la propiedad, y en verdad lo agradecí, porque no me sentía preparada para volver a enfrentarlo.
De hecho, si quiera me sentía como para volver a dormir al apartamento de Zayn, pero ya se lo había confirmado y quizá estar con él podría hacerme sentir mejor. Cuando estábamos solos todos los prejuicios se esfumaba, y dejaba de preocuparme el resto; éramos sólo él y yo, en nuestra burbuja.

Había sido yo misma quien había enviado un mensaje en algún momento de la noche, para ser específicos, una frase de Ian McEwan bastante sugerente y quizá algo sentimentalista que había leído durante el verano en la novela Expiación. Y Zayn había respondido con una frase del Marqués de Sade que me había hecho reír y sucesivamente ruborizarme. Luego había expresado estar desvelado trabajando en un nuevo libro y había propuesto que volviera a dormir con él; algo que yo había aceptado sin tener que pensarlo.
Podría haberme echado para atrás poniendo alguna excusa, pero últimamente decirle que no me era difícil cuando lo cierto era que me la pasaba fantaseando con él.

BE US (against the world) - zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora