|21. Mentiras blancas|

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Durante los últimos dos meses había visto tantas veces a Zayn, que si tuviera que contarlas, probablemente no podría hacerlo.
Casi siempre nos encontrábamos en su apartamento, pero más de una vez él había estado en el mío, y tenía que reconocer que no sólo habíamos estado teniendo sexo. Algunas tardes, después de una sesión de besos o algo más, había pasado horas leyendo y admirando los libros de arte que me había enseñado, en tanto él trabajaba en su nueva obra sentado a mi lado.
Nos llevábamos bien, quizá demasiado - como señalaría Lisa -, y a pesar de que aún me resultaba sospechoso que él pareciera ser tan perfecto, no estaba en mis planes dejar de verlo. Suponía que tarde o temprano, ya iba a descubrir algo malo sobre él.

-¿Puedo ser sincera?-

-No esperaría otra cosa.- murmuró, besándome bajo la mandíbula.

-Realmente no me siento como para tener sexo hoy.-

En cuanto pronuncié aquellas palabras, percibí su boca distanciarse de mi piel, y él se alejó a penas unos centímetros para buscar mi mirada.

-Lo siento.-

-No, soy yo quien lo siente.- negué -Supongo que debería irme.- atiné a levantarme, pero él tomó mi muñeca para detenerme.

-No hace falta que te vayas. A no ser que realmente quieras irte.-

No quería. Me gustaba él, y me gustaba cuando estábamos haciendo cualquier cosa y no necesariamente implicaba sexo, aunque el sexo era increíble.
Pero había asumido que él no iba a quererme ahí si yo no planeaba acostarme con él.
Era cierto que habíamos compartido mucho tiempo donde no estábamos necesariamente desnudos y uno sobre el otro, pero usualmente eso había sucedido después de en un principio haber estado así.

-No es que quiera irme, pero no creo ir a cambiar de idea respecto a..-

-Entonces no te vayas.- acarició con su pulgar los nudillos de la mano que aún sostenía -Si vos no queres hacer nada, entonces yo tampoco.-

No pude evitar sonreír. Había sonado sincero y dulce, haciéndome sentir como que le gustaba pasar tiempo conmigo incluso si no obtenía placer de por medio.

-¿Seguro que queres que igual me quede?-

Él asintió, y tiró despacio de mi brazo para que volviera a sentarme y quedara acostada contra su pecho, justo entre sus brazos.

-¿Está bien si te beso?- susurró, cerca de mi oído.

-Sí.- reí, antes de sentir a su boca presionarse contra mi mejilla y luego mi sien.
Él realmente había preguntado si podía besarme porque yo había dicho no querer tener sexo, él había pedido permiso preocupándose por mi comodidad; y luego yo me replanteaba que él no me podía gustar tanto.. cuando ¿cómo no iba a pasarme? Él era todo lo que uno desearía.

-Me gusta pasar tiempo con vos. Ya te lo he dicho, sos realmente interesante. No necesito que haya sexo de por medio siempre, por muy tentadora que me resultes.- le oí decir por sobre mi cabeza.

Volteé aún entre sus brazos y lo miré con una sonrisa.

-Gracias.-

Vi sus labios curvarse hacia arriba y luego acercó su rostro al mío para darme un beso.

-No hace falta que lo digas.- insistió -Porque hablo en serio.-

En un acto reflejo, acaricié una de sus mejillas cubiertas por la barba espesa y oscura que usualmente llevaba. Él no parecía haberse inmutado con la acción, pero yo me estaba reprendiendo a mí misma.
Necesitaba dejar de sentirme así, urgentemente.

BE US (against the world) - zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora