|64. Bandera blanca|

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La noche anterior habíamos vuelto de Bradford y a pesar de haber llegado tarde, yo me había sentido tan inspirada tras la visita al Cartwright Hall que me había puesto a trabajar en mi tesis en cuanto había pisado el apartamento. Me había ido a dormir recién a eso de las cinco de la mañana tras haberle hecho un cambio de pañal a Willa y haberme encargado de conseguir dormirla nuevamente.

Y estaba algo somnolienta contra el hombro de Zayn cuando oímos el timbre sonar, poco después de haber terminado con el almuerzo. Inevitablemente Willa se empezó a remover contra mi pecho, despertando algo molesta de su escasa siesta por culpa del molesto ruido de campanas resonando estridente en todo el ambiente.

Zayn se deslizó fuera del sofá y caminó hacia la puerta del apartamento, desconociendo tanto como yo de quién podía tratarse.
Definitivamente no había esperado que ella fuera a aparecerse, menos aún a observarme con aquella sonrisa inmensa - no recordaba que alguna vez siquiera me hubiese mirado al rostro con algo distinto a una mueca de disgusto.

-Lily.-

-Hola.- se aproximó, poniendo sus ojos inmediatamente en Willa -Por dios, es muy hermosa. ¡Felicitaciones!-

-Gracias.- sonreí.

No tenía nada contra ella, pero tampoco era exactamente mi persona favorita y sabía muy bien que tampoco yo era la suya. Sin embargo me agradó su actitud y el cumplido, así que no me molestó que se sentara junto a mí en el sofá. Contemplaba a mi hija con ojos cariñosos y eso me bastaba para aceptar su presencia.
Incluso pude olvidar momentáneamente lo que llevaba atragantado en la garganta desde hacía meses.

-¿Cómo se llama?-

-Willa Romaine.- respondió Zayn, parándose detrás nuestro.

-¿Willa Cather?- lo miró acusadoramente.

-Y Romaine Brooks- rió.

-Sí le queda ese nombre, le han puesto una carga histórica importante sobre los hombros.- concordó -¿Es tranquila?-

-Bastante.- acaricié una de sus mejillas mientras ella se estiraba -Aunque las primeras noches fueron difíciles.-

-Eso es normal. Pero si tiene cara de ser una santa.- pasó la punta de sus dedos por sobre la felpa del enterito que Willa vestía. -Aún recuerdo cuando Austin era así de pequeño.- murmuró algo nostálgica -Pero él era terrible.-

-Lo era.- rió Zayn, como si estuviera recordando algo -No pensé ir a sobrevivir las primeras dos semanas.-

-Era un niño muy molesto.-

<<Como ahora.>>
El pensamiento fue inevitable pero procuré quedarme callada.

Era algo incómodo, tenía que reconocerlo, el que Zayn y Lily estuvieran rememorando épocas en las que probablemente habían estado enamorados y en el mejor momento de su relación. Pero no podía enojarme por ello, después de todo, me alegraba que Zayn pudiera recordar con una sonrisa su pasado, y que Lily estuviera ahí mostrándose feliz por nuestra hija, era como ver una bandera blanca flameando en medio de una guerra.
Sabía que aún debía hacerle ruido que su ex marido hubiera formado una nueva familia tanto tiempo después, más aún que lo hubiese hecho con una mujer tanto menor; y yo no pretendía que me amara porque no tenía la obligación de hacerlo. Mientras ella no interviniera en mi relación con Zayn y no dijera nada malo sobre mi bebé; estaba bien con su presencia y su vínculo con el padre de mi hija, entendía que ellos siempre iban a quererse y siempre iban a ser familia. Y no pensaba oponerme a eso, confiaba en Zayn y en sus sentimientos.

BE US (against the world) - zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora