|69. Familia unida|

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-¿No queres pasar?-

Podía oír a Zayn hablando con Austin desde la sala de estar. Sabía que lo había invitado con el afán de poder generar un vínculo entre él y nuestra hija.

-Papá, realmente no..-

-Quiero que conozcas a Willa.-

Sabía que a él le dolía la actitud de su hijo, jamás lo había expresado textualmente, pero no había sido necesario. Era sumamente entendible cómo se sentía, aún más después de la conversación que habíamos mantenido; él tenía dos hijos y los amaba a ambos, había estado emocionado con Willa desde que incluso antes de haberla tenido en brazos por primera vez. Ella ya tenía cuatro meses y él aún no había tenido la posibilidad de verla junto a su hermano.
Estaba convencida de que esa situación era como un puñal en el pecho para él. Y si bien no me fascinaba la idea de Austin acercándose a mi hija y me asustaba un poco, jamás se lo negaría porque había entendido lo importante que era para Zayn. No era que pensara que Austin podría ser capaz de hacerle algo a Willa, pero él había sido muy claro al decir que no nos quería ni a ella ni a mí, y no quería que fuera malo con mi bebé.

-De acuerdo.-

Oí los pasos acercarse y pude sentir a mis espaldas cómo Austin se paraba detrás del sofá. Podría jurar haber sentido su mirada clavarse en mi nuca.

Por supuesto que no me saludó una vez que él estuvo frente a mí, pero probablemente mi presencia no le había resultado relevante. Los ojos de Austin habían estado fijos en Willa desde que habían rodeado el sofá y ella había aparecido en el rango de su visión.

-¿Cuántos meses tiene?-

-Cuatro.- respondió Zayn, parado a su lado.

-¿Puedo cargarla?-

Su padre me miró, expectante de recibir una afirmación por mi parte. Él quería que dijera que sí, y estaba en su derecho; así que asentí.
Besé la mejilla rosada de Willa antes de tendérsela a Zayn para que él pudiera acercársela a su hijo.

-Con cuidado, por favor.- necesité pedir.

Tenía que aceptar que Austin fue cuidadoso y supo cargar a su hermana con la delicadeza adecuada. Aún la miraba fijamente, escrutando su rostro; y Willa lo observaba con los ojos inmensos, como si estuviera asimilando el nuevo rostro.

-Tiene los ojos azules.-

-Como su madre.-

El chico continuó examinándola en silencio, con una de las manitos de Willa enroscada alrededor de su dedo.

-No se parece en nada a vos.-

En ese momento se había transformado ante mis ojos en un niño malicioso transitando una conflictiva preadolescencia, al que todo le disgustaba, que no medía sus palabras y tampoco guardaba interés alguno en mantener intactas las susceptibilidades ajenas.
Lo quería lejos de mi bebé, y me costó muchísimo no levantarme en ese mismo instante y arrancarla de sus garras.

-Austin.- oí a su padre advertir.

-Es muy linda, pero no pareciera ser tu hija.-

La expresión de Zayn bastó para leer lo mal que aquella frase le había sentado.
Pero a mí no me había sorprendido el comentario; por mucho que me molestaran él y su actitud inmadura y hostil, me resultaba tan evidente el que Austin quisiera implicar que Willa no era hija de su padre, que si no lo hubiese hecho me deberían haber pellizcado para que pudiera creer que era real.
Yo no tenía dudas de cuál era la verdad, y esperaba que Zayn tampoco; pero aquella insinuación le había dolido.

BE US (against the world) - zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora