|29. Locura sana|

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-¿Volves a dormir hoy?- la voz de Lisa se resonó en todo el apartamento.

-¿Por qué no volvería?-

-Porque es sábado.- respondió, apareciéndose en mi cuarto y tirándose en mi cama -Últimamente los sábados no volves.. y yo hoy voy a ir a una fiesta y es probable que quiera volver acompañada.-

Lisa tenía razón, durante las últimas semanas se había vuelto casi costumbre que los sábados por la noche Zayn cenara en Jerry's para luego esperarme y finalmente ir juntos a su departamento. La época de exámenes de mitad de curso ya había terminado y eran pocas las clases que me obligaban a continuar asistiendo a la universidad; por lo que tenía más tiempo libre y estaba mucho más relajada.

-El departamento es todo tuyo.- acepté, contentándola -Supongo que te lo debo después de dejarte sin uno de tus follamigos.-

Austin sí había vuelto a verse con Lisa, pero de lo único que había estado dispuesto a hablar habíamos sido su padre y yo, y por supuesto nada de lo que había dicho había sido bueno.
Mi compañera de piso había vuelto indignada esa noche, despotricando contra Austin y su inmadurez. Ella contó todo lo que él dijo, sin guardarse si quiera una coma; y comentó que sin bien él había pretendido continuar teniendo aquella relación que mezclaba amistad y sexo, ella se había negado. Lisa siempre había demostrado ser directa, explosiva y transparente como el agua; y no había tenido problema alguno en plantearle que ella no pensaba seguir viéndolo si iba a tener que escuchar cómo me ensuciaba por algo tan insignificante como estar durmiendo con su padre.
Al principio ambas habíamos sabido entender su reacción, pero después de tanto tiempo.. todos éramos adultos, y sin embargo él había demostrado tener la necesidad de atacarme reiteradamente sin siquiera conocerme.

-Es cierto. Aunque siendo sincera, Austin perdió todo el atractivo que la naturaleza le supo dar, después de la tercera vez que habló sobre vos y Zayn.-

-En verdad lo siento, Liz.-

-No lo sientas, él realmente necesita crecer.- rodó los ojos, mientras con las manos jugaba con uno de los almohadones sobre mi cama -Creo que tarde o temprano hasta voy a terminar agradeciéndote.-

-Al menos te quedó Matt.-

-Cierto. Mi tonto y lindo Matt.- se carcajeó -De acuerdo, antes de que te vayas a Jerry's, necesito que me ayudes.-

Ella se puso de pie de un salto y corrió fuera de mi cuarto para volver un minuto después con dos prendas de ropa colgando de sus respectivas perchas, una en cada mano.

-¿El rojo o el azul?-

-El azul.-

-Gracias. ¡Te quiero!- comentó efusiva, antes de besarme las mejillas y desaparecer de la habitación nuevamente.

Lisa definitivamente era todo un caso, y yo también la quería. Estaba loca, pero era una locura sana.

Terminé de guardar mis cosas en la mochila y me cambié el buzo de algodón por un saco de lana gris holgado para cubrir la camiseta de tirantes que llevaba debajo. El clima empezaba a mejorar con la llegada de la primavera, pero todavía refrescaba por las noches, así que nunca estaba de más llevar abrigo.

Las noches en Jerry's empezaban a ser cada vez más agitadas con el incremento de clientela típico del cambio de estación; la gente empezaba a tener más ganas de salir de sus casas para disfrutar de comida y cerveza con amigos. Así que no me resultó sorprendente que alrededor de las nueve de la noche, un setenta por ciento de las mesas ya se encontraran ocupadas.

BE US (against the world) - zerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora