4. Te necesito

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- Follarte.

Y en ese instante, en ese jodido instante, en mi cabeza sonó un "click" que me advertía de que si seguíamos así terminaríamos cenando en la primera habitación que hubiera.

Sólo sentí la intensidad de su mirada. Su maldito tono provocativo. Y como se mordió el labio cuando me lo dijo... mierda.

Pero, ¿era así de directo siempre? Joder. Sentía mi erección moverse, pero debía resistir, apenas comenzábamos a comer.

¿TaeYong realmente era tan intenso, directo y seductor?

Seguramente sí.

El camarero llegó con un carrito lleno de platos deliciosos. Creo que jamás había visto tanta comida deliciosa junta. El camarero lo dejó la lado de nuestra mesa, nos dijo un suave "Que aproveche" y se fue tal como vino.

TaeYong empezó a poner platos en la mesa. Todos tenían tan buena pinta que no sabía por dónde empezar.

- Adelante - Me invitó. - Esta comida es para celebrar el comienzo de algo. Esperemos que no se vaya a la mierda. - Eso es lo que esperaba yo.

Cogí el tenedor y lo acerqué a un filete que tenía muy buena pinta. Tenía unas doradas patatas a su alrededor y una verduras al vapor que, para mi sorpresa, parecían demasiado apetecibles. Pinché algunas patatas y verduras y saboreé en mi paladar aquel manjar.

Sentía que la patata se me deshacía en la boca y que las verduras se sentían muy frescas para estar calientes.

- Está delicioso. - Murmuré.

- Obviamente, Chittaphon. El catering de este hotel es de los mejores del país. Pocas personas comen así en gran masa. - Cortó un poco del pequeño filete que estaba probando. - Adelante, disfruta de la mejor carne de la nación.

TaeYong me acercó el tenedor y mastiqué. ¡Santo Dios! Era deliciosa. Hacía meses que no comía una carne en condiciones.

La cena transcurrió tranquila. TaeYong a veces me preguntaba si estaba bueno todo o si lo estaba disfrutando. TaeYong a veces me quitaba un plato y lo cambiaba por uno mejor hasta un punto en el que no pude comer más o si no reventaría. Fui tan torpe que cuando TaeYong apartó un plato sin querer metí los dedos en una salsa.

- Espera. - ¡¿Pero qué hacía?! Estaba lamiendo mis dedos y mirándome lascivo. Aparté mi mirada y preferí limpiarme en una servilleta común, no en la lengua de lo que era mi "Sugar Daddy".

Sonaba tan raro que después de esta cena iniciáramos una relación sin amor... Era todo muy rápido.

- ¿Tienes sitio para el postre? - Sacó unos platos más del carrito.

Yo negué. Aunque aquellos postres seguramente fueran espectaculares no quería comer más. Sentía que reventaría los pantalones de Yuta.

Taeyong los dejó en el carrito y de repente se levantó y me tendió la mano.

- ¿Quieres dar una vuelta por los jardines? Tenemos que hablar de cómo quieres que sea tu vida ahora.

- ¿Mi vida? - Reí nervioso. - Si solo vamos a salir, ni siquiera sé cuánto durará este interés mutuo, TaeYong. - Ya me había acostumbrado a tutearle.

Él me levantó de la silla y salimos fuera. Los pasillos del hotel estaban casi desiertos. ¿Acaso este hotel no era de los más prestigiosos?

- ¿Dónde está todo el mundo? - Pregunté cuando íbamos hacia los jardines. Ya se veían las puertas de salida.

Cold [ TaeTen ]; Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora