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La verdadera pregunta es... ¿Por qué paró?
Paró él, ese beso, que a mí ya me estaba revolviendo las hormonas y mi corazón.
Nos alejamos, con un pecaminoso hilo de saliva que se hacía más fino hasta chocar en nuestras barbillas. Me relamí los labios, al igual que él, degustando aún sus labios. Jamás había besado así, de manera tan placentera u sexual. Él ya me estaba descubriendo un mundo nuevo y solo habíamos comenzado.
- Me temo que se hace de noche. - Se levantó. ¡¿Por qué se levanta?! - Os llevaré. Vamos.
Salió del cuarto, dejándome despistado y cachondo. ¿Cómo hacia esto y se desentendía? ¿Enserio iba a dejarme así? Menudo era.
Me levanté para seguirlo pero me encontré solo, en aquella planta. Tenía un cabreo de mil narices. Debía hablar con él ahora.
Bajé por iniciativa a la entrada y allí estaba él, junto a mi hermano. Jaemin me vio de lejos bajar las escaleras y corrió hasta a mí dejando a Taeyong y a Jiwoo.
- ¡Hermanito! Mira, mira. - Me enseñó unos dibujos bastante buenos para un niño de su edad. - He estado pintando con Jiwoo Noona y luego me ha ayudado a bañarme. Ha echado un montón de gel y ha salido espumita de colores. Y luego me ha vestido con esta ropa tan chula, ¡Mira! - Y me enseñó cuan modelo su conjunto nuevo. Era un polo y debajo una camiseta negra con dibujos a juego con el polo. Y también tenía unos pantalones azules muy bonitos, terminando con unos buenos zapatos. Realmente tenía que agradecerle.
Pero... él me dijo que compraría ropa para Jaemin, ¿ya lo tenía?
- ... ¡Ah! Y tampoco me dolía el corazón. ¿No es genial? - Su ilusión me había bajado el cabreo con Taeyong.
- Si. - Asentí sonriéndole. - Vamos a casa, renacuajo, tienes que dormir.
- Pero... yo quiero seguir jugando con Noona y ver la tele hasta tarde. ¡Ellos si tienen tele! - Y de un momento a otro me dejó en la vergüenza. No lo culpaba pero, joder, ahora Taeyong me haría mil preguntas.
- Volveremos pronto. - Es lo que pude decir. - Vamos chiquitín. Te prometo que estaremos aquí muy rápido. - Lo cogí de la mano, nos despedimos de Jiwoo y nos fuimos con Taeyong, que estaba más callado que de costumbre.
Nos montamos de nuevo en su todoterreno color crema y fuimos hasta casa. Jaemin se durmió en el camino. Me extrañaba que no se hubiese dormido con Jiwoo o nada más entrar al coche.
Ambos estábamos en silencio. Yo sé que él lo escuchó y sabía que yo no respondería a sus preguntas, pero igualmente me hablaría.
- Ten. - Empezó. - ¿En qué condiciones vivís tu y tú hermano?
No respondí. Sólo miré por la ventana.
- Ten. - Llamó de nuevo. - Ten. Ten.
Lo ignoré.
- Ten. - Siguió. - Contéstame. - Dijo demandante.
Y paró el coche, en mitad de la nada. ¿Qué coño le pasaba? Y se bajó de el, lo rodeó y abrió mi puerta, quitándome el cinturón y bajándome.
- ¿Qué hace-
- ¡Contéstame!
- ¡Es una situación delicada! ¡Aún no te conozco, no te voy a decir toda mi vida! - Mi voz sonó enfadada, pero ¿qué quería de mi? No le voy a decir todo nada más conocerle.
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Cold [ TaeTen ]; Completa
RomanceEn la tierra hay todo tipo de personas. Altos, bajos; ricos y pobres. Pero, por ejemplo, hay hombres y mujeres exitosos que saben lo que quieren, impulsados, disfrutan siempre de una compañía atractiva a su lado. El dinero no es un problema, por lo...