Cold [ TaeTen ]; Completa

17. Como hombres

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Dejé mi coche donde siempre, en aquella calle donde casi nadie transitaba. Llegaba tarde, como siempre, pero que se jodan.

Avance como un huracán hasta aquel edificio antiguo, bastante viejo y sucio. Bajé unas plantas hasta llegar a un sótano donde me esperaban.

La puerta estaba medio abierta, no tuve que tocar el timbre. Al entrar escuché voces, que provenían del final del pasillo. Cerré la puerta detrás de mi caminé hasta dar a la habitación amplia, donde diez personas se giraron al verme.

- ¿Para qué coño me habéis llamado?

- ¿Dónde están tus modales, Yong?

- Déjate de gilipolleces, Jiho. - Me senté en el único sitio libre.

Observé todas aquellas caras conocidas, que solo me traían malos recuerdos.

- Os dije que iba a dejar de trabajar con vosotros, y que me iba a retirar. - Dije franco.

- No te hemos llamado nosotros. - Sonrió Amber.

- ¿Qué coño quiere Kim?

- Tranquilo, ahora lo sabrás. - Me respondió Jiho.

Se escucharon pasos y, acto seguido, apareció en escena la última persona a la que quería ver esta semana.

- ¡Hombre! ¡Si has venido! - Me giré al escuchar la voz tan familiar que venía del umbral.

- Me has llamado tu - Dije de mala gana.

- Os podéis ir, chicos. - Hizo un gesto con su mano y se sentó en una silla, al lado mia.

Todo salieron de la sala, mirándome con aires de superioridad. Él entró como siempre : despreocupado y elegante. Vestía uno de sus típicos trajes y tenía su cabello algo revuelto.

- Que sea rápido.

- Claro, seré muy breve. - Sus colmillos se vieron a través de aquella sonrisa que tenía. Esa que poseía cuando sus planes salían bien.

- Creo que es hora de que cortes toda esta farsa.

- ¿De qué cojones estás hablando, Kim?

Él rió ronco. - Perdona, me he precipitado. ¡Mejor! Te propongo algo : - Carraspeó alzando una de sus cejas y cruzándose de piernas. - ¿Él es importante? ¿Me equivoco?

Sabía que iba a ir por ese camino. Ahora el que sonreía era yo.

- Sé de sobra que lo has amenazado, no hace falta que me cites como si fuéramos a trabajar o algo. - Él perdió su vil sonrisa por un momento.

- Que le quites su casa no va a hacer que lo hundas, Doyoung. - Ladeé mi cabeza, en tono de burla.

- Seamos honestos, Taeyong : Estás fingiendo. Él no te gusta, ¿lo vas a dejar verdad?

- Sabes que él no es como los demás.

- Me dijiste que lo buscarías, te lo follarías y lo mandarías de vuelta a su vida. ¿Desde cuándo el gran Yong incumple su palabra?

- Lo dije hace dos años. Él es la persona que me hace sonreír y disfrutar como nadie. Va más allá del sexo.

- ¡Oh! ¡Que tierno! - Exclamó, haciendo muecas y burlándose. - La bella ha calmado a la bestia.

- ¿Estás haciendo todo esto por despecho?

- No. Pero tú me prometiste que estaríamos juntos, que volverías a estar conmigo después de follártelo y conocerlo.