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- ¿Hansol Nakamoto?
Giré mi cabeza en dirección a la pregunta.
Era el guardaespaldas de Ten. Con su coche detrás y la puerta del copiloto abierta. Su traje negro y su porte lo hacían amenazante pero, su rostro, tonos educados y respetuosos, contradecían lo anterior.
- ¿Sabe dónde está el Señor Lee y Ten? Había quedado con ellos ayer pero, por motivos personales decidió aplazarlo a hoy. - Pregunté, alejándome de la puerta
- Si. El señor Leechaiyanpornkul, al igual que el señor Lee, no se encuentran en casa, pero su amigo sabía que usted iba a estar aquí. Acompáñeme, es urgente.
Bajé los escalones de la entrada de la mansión hasta estar en el coche de él.
- ¿Ha pasado algo?
Johnny suspiró y miró hacia otro lado.
- Me temo que no puedo decirle nada, pues es un tema que no me concierne. - Abrió aún más la puerta del copiloto. - Es urgente. Pase.
Yo asentí y me callé.
Me senté y él cerró la puerta, después rodeó el vehículo hasta colocarse en el asiento de mi lado y conducir para salir del recinto.
Todo esto era muy raro.
No sabía que pasaba, y Ten no contestaba a ninguno de mis mensajes. Intenté llamarlo de camino a donde estuviésemos yendo, pero saltaba su buzón.
Así tres veces.
Apoyé cansado mi cabeza en la ventanilla. ¿Qué pasaba? Mi corazón estaba exhausto de hoy. No podía dejar de pensar en la mirada de Yuta al yo confesarme.
« Son las diez de la mañana, de una mañana cualquiera de invierno y quería decirte que te sigo amando. Y si no te lo crees será un problema para ambos. Así que deja tus excusas y barreras, porque yo ya no soy el mismo hijo de puta que negaba las mejores propuestas. Ahora soy un Hansol al que le da igual llorar delante de multitudes o de su amado. Solo quería que supieras eso.»
Llevaba queriendo decirlo eso meses. Pero él era muy cabezón y no creía en las palabras, creía en los actos, y tenía que verlos con sus ojos, no que se lo relataran.
Esto era imposible. Seguía amándole, pero el parecía pasar completamente de mi. Tenía a su actual novio, ¿por qué de nuevo volver a los brazos de su hermano?
Seguramente su novio no le ha hecho daño, no como yo.
Cada día me martirizaba más.
¿Por qué tuve que decirle que no lo amaba?
¿Por qué tuve que engañarle y serle infiel a la vez?
¿Por qué hice... aquello?
Aquello con lo que podría soñar cada noche. Algo horrible, que ni siquiera sabía en ese momento que ocurría. El alcohol me cegó por completo. Fui un completo gilipollas.
¿Por qué tengo que dañar a mis seres queridos?
Sé que Yuta jamás volverá conmigo después de eso, pero tenía que decirle que aún lo amaba, por muchos errores que mi yo hubiese cometido.
No me merecía su perdón, ni a él. Yo era un mounstro.
Es normal que ya ni me hable con su tono imperativo y alegre. Es corriente que me esquive por los pasillos de casa o en las comidas y cenas. Es completamente humano dejar de amar a alguien que te ha hecho tantísimo daño.
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Cold [ TaeTen ]; Completa
RomanceEn la tierra hay todo tipo de personas. Altos, bajos; ricos y pobres. Pero, por ejemplo, hay hombres y mujeres exitosos que saben lo que quieren, impulsados, disfrutan siempre de una compañía atractiva a su lado. El dinero no es un problema, por lo...