Capítulo 31: Camino Forjado Con Sudor

27 8 0
                                    

Ya que todo el mundo está en silencio, es muy fácil concentrarse en el palpito de aquella chica, la Alfa y la hermana Mckena están furiosas y la hermana siente un dolor inmenso. Pero este se acaba al escuchar el latir del corazón de su hermana, pero seguido, todo el presente se queda asombrado ya que pensaban que la razón de los ojos de Stalin es que había matado a aquella muchacha, tras descartar la lógica todo el mundo se asombra.

La Alfa tira el cuerpo de Mark a los pies de Stalin, este lo huele. La Alfa se mueve a gran velocidad para posicionarse detrás de Stalin, nadie consigue seguirla, pero Stalin gruñe una vez que esta se detiene.

— Aunque desconozco tu situación te aseguro que eso no detendrá el que pueda acabar contigo— Indica la alfa.

Stalin solo gruñe como respuesta.

Ella se lanza a golpearlo, y Stalin da un giro y consigue detenerla, en un instante la agarra del cuello y se lo parte.

Uno a uno, sigue luchando y corriendo que los jueces no entienden que está ocurriendo.

Queda El Alfa McKena, corre hacia Mark y coloca sus garras en su cuello.

— Has matado a Mark, ¿Crees que dejaré que destroces su cuerpo?

— ¿Lo estás diciendo enserio?

— ¿Qué dices?

— Tu no has conseguido esos ojos porque has matado a alguien, no hay una respuesta para lo que te está pasando, a esos no los has matado, los has dejado fuera de combate, a un humano si le partes el cuello muere, pero los hombres lobos tenemos un gran poder de curación, así que ahora mismo todos, incluido Mark se están curando.

Mark está vivo. Piensa Stalin.

Sus ojos azules poco a poco va convirtiéndose a sus ámbar común.

— Has cambiado los ojos ya que sabes que Mark está vivo. Que raro. Pero no descuidare esta oportunidad, ya no tienes poder para ganarme.

Se lanza a por Stalin y tira al suelo a Mark.

Stalin detiene el golpe.

— No esque antes no tuviera el poder para derrotarte, sino, aunque me cueste aceptarlo, no podía contra vosotros juntos. A parte, no desperdiciaré esta oportunidad, pensaba que Mark estaba muerto, pero como antes dijiste tu deber es matarme y a Mark aquí mismo por orden del rey, no dejaré que a Mark le pase algo por culpa mía.

Stalin le retuerce el brazo, golpea el codo y se muestra desde fuera, la tira al suelo, y ahí, le parte el cuello.

— Todo el clan esta K.O, los ganadores son "Las Leyendas" — indica el árbitro.

El público se vuelve loco, tras el anuncio de la victoria.
Stalin se acerca poco a poco a Mark, ni lo toca, susurra su nombre, poco a poco Mark va abriendo los ojos y sonríe al ver a Stalin.

— Enhorabuena Leyendas, habéis ganado uno de los desafíos más difíciles de este mundo— comenta uno de los jueces.

— Necesito a un médico para Mark— ordena Stalin.
Rápidamente llega un equipo con una camilla y se lo llevan.

Stalin.

No se que pasó, pero me han dicho que mis ojos cambiaron, note algo diferente, aunque no sabía de qué se trataba.

Ahora estoy de camino a ver a Mark, todo el mundo me está mirando y murmurando, lo raro es que no puedo usar mi sentido agudo de oído, creo que me he sobreforzado en el anterior combate, y no controle el poder que surgió.

— Stalin, ¿Qué tal estás?— me pregunta el organizador del torneo, que sinceramente ahora mismo no recuerdo su nombre.

— Ah, hola, no sabía que vendrías, te vi un momento en los asientos del jurado y te perdí.

— Ah si, lo que pasa es que tuve que responder una llamada.

— Ah bueno.

— ¿Sabes algo de Mark?

— No, justo estaba de canino a la sala de sanidad.

— Pues vamos, te acompaño.

Mark.

¿Qué fue lo que le sucedió a Stalin? ¿Será un avance de la evolución? No creo, es demasiado pronto, acaba de dominar el estado de hombre lobo, pero al haber perdido el control el instinto en su totalidad se dejó ver, ¿acaso ha matado a alguien? Sé que Stalin sería capaz, pero no tiene movitos. Pero tampoco le encuentro sentido, si hubiese matado a alguien, sus ojos desde un principio serias ámbar. Aunque puede haberse culpado de mi muerte y su lobo interior lo interpretó como si directamente Stalin me hubiese matado. Existen numerosas teorías, pero creo que la respuesta segura estará en “El Libro D”

— Permiso, señor Over— una enfermera entra en la habitación.

— Adelante.

— Aunque en los casos de hombres lobos existe una increíble recuperación, por lo visto sus heridas son tan graves que deberá permanecer aquí el resto del día, hemos cerrado todas las heridas, y nunca es necesario desinfectar o aumentar la curación ya que los medicamentos son inútiles contra los hombres lobos.

— He entendido todo perfectamente, pero ¿en el caso que me vaya que pasará?

— Sus heridas dejarán de sanar y volverán a abrirse, puede desangrarse antes de llegar a su casa, las vías que tiene conectadas no son simples vías de suero, es un suero especialmente hecho por los mejores biólogos del país, ya que han usado el acónito y la ceniza de cerval como medicamentos favorables para los licantropos.

— Mira si estuviese en pero sitio me lo arrancaría, pero confio en quien organizó todo esto, así que acepto lo que me opone.

— Es un alivio escuchar sus palabras de tal manera, y si me disculpa, me marcho, que descanse.

— Muy bien.

— Buenas— Stalin entra por la puerta acompañado del suso dicho.

— Buenos días señor Brass— se inclina la enfermera.

— Puede retirarse señorita.

— Si señor.

— Ronal Brass en mi habitación, que honor.

Sonríe.

— ¿Qué te han dicho Mark?— me pregunta Stalin, ¿sin estar preocupado?

— Bien, solo me tengo que quedar aquí unas horas y ya.

— Mark si fuera por mi te reabriría todas las heridas, pero tienes unas vacaciones ya que habéis derrotado al clan y os habéis clasificado directamente.

— ¿Entonces ya no es necesario pelear en las pruebas?— pregunta Stalin.

— No, esas eran las condiciones de desafío.

— Solo habrá que esperar unos meses y tendremos en juego el título.

— Así es. Bueno Mark, que tengo varios combates, nos vemos.

— Adiós Ronald. Stalin ve a casa y relájate, te avisaran si pasa algo.

— Vale, solo lo hago porque se que estarás bien.

El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora