Stalin.
Mi primera batalla oficial, televisada y con tanta gente observandome.
Vuelvo a empezar. Tanta gente Apoyándome, tanta gente poniendo su última gota de esperanza en mi, ahora recuerdo lo que me dijo la Alfa de aquella manada del reino "tienes poder para deafiarlo", una manada entera, creyendo en mí, y pensando en que yo soy el único que puede salvarlos.
— ¡Ya!— altavoces.
— ¡Stalin! ¡Tu espalda!— me dice Mark al ver el movimiento del más bajo.
No me percaté a su movimiento, ni tiempo a colocarme me dió.
Me golpeó, caí al suelo, y Mark detuvo un golpe del más mayor, me empujó a un lado y ese chico hizo un agujero en el suelo, dejando los nudillos tallados en el suelo.
— Stalin, cuando quieras empiezas ¿eh?
— Lo siento Mark, los subestimé.
Me centro.
Cierro los ojos, e intento desacelerar mi ritmo cardíaco. Modero mi respiración, e intento sentir su ritmo cardíaco. Están muy alterados, y nerviosos.
Pensaba que eran unas bestias.— Cuando quieras Mark.
Ellos al posicionarnos, ¿sonrien?
Nos atacan, esquivamos y huimos.
Nos siguen con la mirada, al detenernos, vuelven a sonreír. Me ponen nervioso. Me posiciono para atacar, Mark me imita. Sonrien y ataco.
Esquivan cada uno de mis golpes.
No creo que haga falta transformarme en mi primera pelea, ni siquiera es clasificatoria.
Continuo atacando hasta que esquiva un golpe y me contraataca, tras recibir uno en el abdomen, tengo que evadir y retroceder, deteniendo cada uno de sus golpes, hasta que se cansó, o eso creo.Sonríen, y sus ojos brillan de azul celeste.
Me enfado.
Ataco y consigo darle un puñetazo al más bajo, Mark detiene un golpe dirigido hacia mi. Lo agarro del cuello, lo levanto y lo entrello contra el suelo, le muestro mis ojos amarillos ámbar, y le pego hasta que se queda inconsistente. Su hermano se enfada y muestra sus colmillos con sus ojos, me ataca, esquivo y le pego una patada en el pecho que lo entrello contra la pared, lo agarro del cuello y estrello su cabeza contra la pared hasta que sangra. Rugo y el público aplaude.Me centro.
Recordé a Sheira, y como consiguió sus ojos, y como lloró al contarmelo.
— ¿Estas bien?— pregunta Mark.
— Estaba un poco nervioso, pero conseguí controlarme— respondo y sonrió mientras el público de pie aplaude.
— Disfruta Stalin, queda mucho.
Aplaudimos al público y nos fuimos.
— Stalin, tenemos media hora hasta la próxima clasificatoria— me dice Mark una vez en el vestuario. — Vámonos a la cafetería a beber algo, y no te preocupes, hay solo están los participantes.
— Vale, vamos.
— Stalin, yo que tú no iría a la cafetería, están los que el año pasado llegaron a las semifinales, el clan entero te tiene envidia y están esperándote— me dice un chico de tez morena que no conocía.
— Vamos— me responde Mark ya que lo había visto seguido de escuchar al chico.
Seguimos caminando y yo sonriendo.
Mark abre la puerta, y todos los presentes dirigen su mirada a nosotros. Nos vamos a pedir.
— Dos zumos de naranjas naturales y unos sándwich mixtos— ordena Mark.
— De acuerdo, ahora se lo llevamos— responde el chico que nos atendió.
— ¿Qué tal Stalin? — indica un señor . Al instante de sentarnos un grupo numeroso de chicos se nos acerca y nos rodean.
— Pues me está gustando la verdad.
— Pues mira, quería felicitarte por tu debut, y desearte suerte para que puedas continuar. La necesitarás.
— Eso dalo por asegurado. También se necesita suerte.
— Muy bien chico— me acaricia el pelo. Mark se levanta y se le queda mirando.
— No le toques— indica.
— ¿No crees que estás ya mayor para estar jugando a esto?
— Te digo una cosa— el que me tocaba el pelo apartó su mano de mi cabeza. — Te recuerdo que estas intentando vacilar a Stalin Memberry.
— ¿Tú crees que este chico me puede hacer algo?— me da dos golpes en la mejilla. Sonrío.
Le agarro la mano, y seguido le rompo la muñeca, notándose los huesos en el exterior. Sus acompañantes se abalanza sobre mí, pero el señor, el cual tiene la muñeca rota los detiene.
— Ahora no, demostremoles a estos dos quienes somos, con el clan "White Dead" nadie se mete.
— Aquí tienen— nos traen el pedido.
Se van todos.
— Stalin bien hecho, pero tenías que haberles conocido más antes de hacer eso, de verdad.
— ¿Por qué?
— Al que le rompiste la mano, él tiene mucha más experiencia que yo en esta competición. Si no te han hecho nada es porque tienen algo preparado.
Pasaron los 30 minutos y esperábamos a la tele que nos indique que tenemos que hacer.
— Últimas noticias, hay un comunicado urgente para "Las Leyendas"— indican en la tele, como un comunicado urgente. — El Clan "White Dead" ha decidido canjear su licencia número 598, la cual permite desafiar a cualquier miembro en las clasificatoria, aún así los desafiado pueden negarse al desafío. Ahora mismo, un grupo de cámara se dirigen al lugar donde se encuentran las leyendas.
— ¿Qué hacemos Mark?— pregunto nervioso.
Se abren la puerta y deja ver al cámara con la periodista.
— Muy buenas, dúo, primero es un gran honor poder estar enfrente de vosotros. Y estoy aquí para aclarar lo que seguramente ya habéis visto. La licencia número 598, indica que el clan White Dead, os ha desafiado, comúnmente es para que os vayáis del torneo, ya que si perdéis contra ellos estáis eliminados de la clasificación, pero si ustedes ganan a vuestro desafiante, os clasifica is directamente a los octavos de finales.
— Nos disculpan un momento, tenemos que hablarlo— comenta Mark y nos apartamos, mientras la periodista habla a cámara. — ¿Qué me dices Stalin?
— No puedo decir nada, no conozco a mis rivales, pero cierto es que si les ganamos no tendremos que hacer mucho para ganar el "Wild Force".
— Tienes razón, pero quiero que me digas algo sobre eso. Si luchamos, luchariamos contra 8 de ellos, los mejores.
— Mark, si tú crees que tenemos la mínima posibilidad de ganar. Acepta.
Nos dirijimos con la periodista.
— Las Leyendas aceptan el desafío del clan White Dead.
Todos se quedan asombrados en silencio tras la aclaración de Mark.
Nos dirijamos a la arena, ya que el desafío lo hicieron justo antes de continuar con nuestra siguiente ronda.
— Stalin, tranquilizate, si no, ellos podrían usar tus nervios a su favor, te recuerdo que tienen mucha más experiencia que tú, ellos saben lo que hacen. Tú, lo estás descubriendo— me dice Mark. Seguramente habrá escuchado el latir de mi corazón.
— Entiendo Mark— controlo mis latidos. — Te prometo dar lo mejor de mi.
— Sé que siempre lo haces.
— ¡Atentos! Las Leyendas entran en la arena, ambos con sus espeluznante miradas y figuras— el comentarista. — Y al otro ladooo ¡El Clan White Dead!
ESTÁS LEYENDO
El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre Lobo
Hombres LoboEsta es la historia que marcará un antes y un después en la vida de los hombres lobos, se trata de una evolución del linaje prehistórico de los lobos que tiene lugar junto a los humanos. La familia Memberry, desde hace años han destacado en la soci...