Omnisciente.
La manada de Judith siente el rugido.
— Stalin Memberry— dice.
— Hemos podido atacar directamente a la manada Memberry todo este tiempo durante la guerra, pero ese rugido significa que la última batalla comenzará— comenta su beta.
— Tenemos que tomar una decision como manada, esto no lo puedo decidir sola— responde la alfa.
— Muy simple— aúlla y los miembros de la manada responden al llamado. — Tenemos que decidirnos, los que quieran ir con los Memberry que lo digan y quienes no vuelven a su puesto.
— La decisión la tomaré en caso de unanimidad, sino nos iremos hacia donde el rey, que activó la alerta alfa.
— Yo voy con los Memberry— uno de los guardias se pone de rodillas y seguidamente todos los presentes se arrodillan.
— No hay tiempo que perder— dice Judith. — Dos betas y la guardia me acompañarán a informar a la manada Memberry. Los civiles y niños recojan lo mínimo posible, vamos a irnos donde los Memberry y les pediré que nos dejen quedarnos ahí durante la guerra.
Judith y compañía se dirigen a toda velocidad para cruzar la frontera, antes de que alguien notase su ausencia en el castillo, ya que todos los alfas deberán acudir a la llamada.
— Stalin, estamos aquí.
Tras que Judith conversara con la familia. Aparece un grupo detrás de la casa. Todos se giran, Mark, Stalin y Leticia se quedan sorprendidos. La familia y la manada del reino se ponen tensos, Stalin baja el brazo con la palma abierta indicando que se detengan.
— Denis— dice Stalin sorprendido al ver al chico.
— Stalin, hemos escuchado el rugido y venimos lo antes posible.
— No debíais haber dejado la aldea, no podéis entrar en esta guerra.
— Stalin, gracias a ti la aldea sigue de pie, mira quien nos acompaña.
Aparece el jefe del la aldea.
— No nos iremos sin ayudarte Stalin.
— Jefe...— reacciona Stalin.
— No hace falta que me llames jefe.
— Bueno, Stephen, muchas gracias por la ayuda, la verdad ahora necesitamos toda la ayuda posible.
— Eso pensó él también— muestran a un chico joven.
— No, no puedes venir Arthur...
*FLASHBACK*
— Holaa!!!— dice Stalin a las puertas de la aldea Divina.
— ¡Hola Stalin!— le saluda un guardia de la puerta. — Avisen al general, Stalin nos ha venido a visitar.
Stalin entra por la puerta sonriendo y todos los aldeanos se presentan sorprendidos y contentos por la llegada de Stalin.
— Dijiste que volvías en una semana, pero ya han pasado dos— le dice Dennis acercándose para abrazarlo.
— Lo sé Dennis, pero la verdad lo intenté hasta ahora que iba de paso.
— ¡¡Stalin!!— corre un chico alto hacia Stalin.
— Pero como has crecido Arthur— dice Stalin sorprendido. — ¿Pero cuantos años tienes tú?
— Tengo 12 años, pero crezco muy rápido, casi te alcanzo— dice el chico mientras abraza a Stalin. — ¿Quieres ver donde entreno?
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El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre Lobo
WerewolfEsta es la historia que marcará un antes y un después en la vida de los hombres lobos, se trata de una evolución del linaje prehistórico de los lobos que tiene lugar junto a los humanos. La familia Memberry, desde hace años han destacado en la soci...