Capítulo 12: Baile de fin de curso

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Me levanto muy temprano, ya que hoy tengo reunión en el consejo escolar a las 11, son las 9:30 y acabo de ducharme, mis hermanos están despiertos, están en la cocina desayunando. Cojo un bol donde hecho leche y junto a una caja de cereales lo llevo a la mesa, vuelvo a la cocina y cojo el cartón de leche y una cuchara, vuelvo a la mesa.

— Buenos días mami.

— Buenos días hijo, ¿a qué hora tienes la reunión?

— A las 11 tengo que estar ahí.

— ¿Y de qué vas a hablar, que vas a proponer para el siguiente curso?— me pregunta Zend.

— Aún no lo sé, solo sé que me dirán sí hago la final de tiro con arco en el baile o no— contesto. — ¿Algo que proponer?

— Pues no mucho, solo que a algunos de mi clase le gustaría jugar en la liga del Sharwen, porque ya voy a pasar a 5º y creo que esta bien, de edad.

— Mira, eso más o menos sé la respuesta, la cosa es que creo que podeís jugar en la liga del pueblo, pero no del país.

— Pero si en Lost City Sharwen no hay muchos colegios ni institutos.

— Ya pero es que son las normas del estado, eso el consejo escolar no lo puede cambiar.

— Joer.

— Papi, le quería decir algo.

— Dime hijo— me responde.

— La cosa es que no estoy seguro de que derrumbar el edificio del FAG sea buena idea, solo quería decirle que espere a la vuelta de mi entrenamiento y decidiremos que hacemos con él.

— Stalin, el presidente ya me firmó una licencia de derrumbamiento en menos de dos semanas.

— Ya, pero es que es importante, vaya a hablar con él y de paso le pide lo de Zend.

— Bueno, lo haré, pero nada más regreses tienes que darme la respuesta, le pediré que me lo aplace hasta el comienzo del siguiente curso.

— Vale, me voy a vestir, que ya he terminado.

— Bueno hijo, que te vaya bien— comenta mi madre.

Después de 15 minutos me encuentro de camino hacia el instituto en mi coche nuevo. Llego a casa de Scarlet, toco el timbre y nadie contesta, me cuelo y voy hacia el jardín, donde la encuentro sentada en una toalla en el césped. Está concentrada, lleva una camiseta roja con detalles blancos, y un short negro, está en calcetines, con las piernas entrelazadas. Según mi teoría está entrenando. Me acerco a ella sin hacer ningún ruido, con el propósito de sorprenderla al darle un golpe. Me acerco y le intento dar un golpe en la espalda, cuando estoy cerca me detengo al observar que no se inmutó, le doy una patada y esta vez al darse cuenta que si le voy a golpear, se gira rápidamente y tiene mi pierna sostenida con los dos brazos, al darse cuenta que soy yo, me suelta y comienza a sonreír, se pone de pie y me da un abrazo, aún riéndose.

— Un poco más y te rompo la pierna.

— Pues la verdad es que sí, menos mal que te diste cuenta que si no me estrellas contra el suelo.

— Pues bueno, me alisto y nos vamos, solo me falta ponerme los zapatos.

Me dirijo donde había aparcado y la espero con el motor encendido. Llega y desbloqueo la puerta para que pueda entrar, ya que se bloquea automáticamente para abrirla desde fuera.

— Pues ya estamos, nos vamos— me indica y arranco.

5 minutos de camino y entramos en el recinto del instituto.

El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora