Capítulo 53: Volvemos al instituto.

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Stalin.

Estoy un poco nervioso, mi cuerpo se siente nervioso, parece como que nunca he estado en el instituto, como si fuese la primera vez que vaya a un sitio como ese. No lo puedo explicar, pero bueno.

— ¡A desayunar!— nos llama mi madre.

Como siempre, estoy con Tyler en mis pies, que bonito es despertar siempre con él a mi lado. Me pongo la camiseta y Tyler se levanta conmigo, veo a mis hermanos salir de sus habitaciones y del baño , voy al baño a enjuagarme la cara y de ahi bajamos juntos.

— ¿Es pan ecuatoriano?— pregunto.

— Si, he ido al pueblo a comprar pan, lo acaban de hacer.

— ¿Hay pan de yuca o solo pan de queso?—

— Hay tres tipos, uno de cada para cada uno.

Desayunamos y salimos todos a la vez al instituto. Por fin este año vamos todos juntos, pero seguimos teniendo diferentes horarios.

Vamos en mi coche y en el de mi madre al instituto, mi padre se fue antes a la comisaria.

Mi madre nos deja y tambien va a trabajar como mi padre y Been.

Nos dividimos cada uno a nuestro grupo de amigos, yo me quedo afuera y mis hermanos entran.

Cuando saludo a mi amigos y vamos entrando, se escuchan frenadas de varios coches en el parking, giramos a ver y hay 4 coches negros con ventanas tintadas, y se bajan de cada coche un chico de mi edad mas o menos, hacen un hueco para que pasen ellos, los tres llevan vaqueros ajustados, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero marron. Llegan hasta nosotros y yo no me muevo porque han estado empujando a los que no se apartaban.

— Hola Stalin— dice uno de los chicos. Me quedo callando sin saber como me conoce. — ¿Nos dejas para o pasamos?

Abro paso para que ellos pasen.

— ¿Quienes son ellos?— pregunta Scarlet.

— No se...— me quedo callado.

Pasan las clases y estamos en el recreo.

— ¿No los conoces?— pregunta Even.

— No se quienes son, pero ellos me conocen ami.

— ¿No seran del campo ese?— pregunta Lora.

— No creo, me hubiesen avisado. Y no parecen de ese estilo.

Siento algo sobre ellos, no puedo dejar de pensar en eso. Los veo de reojo y me estan mirando al igual que yo, vuelvo a verlos y uno de ellos se ha ido.

— ¿Stalin, que te pasa?— pregunta Scarlet.

— ¿Pasa algo ñaño?— viene Sean.

Seguro que ha podido detectar mi estado por el olor.

— Es eso Stalin— me responde Tom. — ¿Por que estas nervioso?

Mi respiracion se agita, siento un dolor en el pecho, me comienza a doler la cabeza, me palpitan los ojos, no aguanto el dolor de las rodillas.

— Stalin, tus ojos— me dice Scarlet. No he sentido el cambio.

No puedo controlarlo.

— Even, vamos al vestuario. Quedate con ellos Sean— me refiero a los nuevos.

Even me arrastra hasta el vestuario ya que no puedo casi caminar, me apoyo el su hombro.

— ¿Que te pasa Stalin?

— No lo sé, no puedo controlar la transformación— me comienzan a salir las garras y siento que mis ojos me brillan pero me palpitan. Me quito la camiseta y me voy a la ducha, giro al agua fria y dejo que me caiga en la cabeza.

— Tienes que controlar tu respiracion.

No puedo respirar, salgo de la ducha y me caigo al suelo.

— No sabia que fuese tan facil tumbarte— entra uno de ellos.

Even va a atacarlo pero este facilmente lo desvia y tumba a Even chocandolo contra la pared. Me intento levantar, se que él está viendo mis ojos, el usa los suyos y tiene el color azul. Me levanta agarrandome del cuello. Entra Drakon y lo tumba, ruge y se transforma, el otro también se transforma y ruge más fuerte, tiene una velocidad ingreible, lanza contra el techo a Drakon y cae al suelo inconsciente.

— Veo que era verdad que tenias una manada, Stalin Memberry, el beta que es alfa.

— ¿Quien eres tú, como me conoces?— enfadado puedo casi hablar.

— Me llamo Fabritcio Wender, hijo del alfa Wender, una de las manadas del reino— me levanta y me agarra del cuello, con la otra mano desliza su dedo índice con la garra, cambia de mano y me agarra clavando sus garras en mi garganta. — Este solo es un mensaje del reino, "no te enfrentes a un oponente fuera de tu alcance"— me tira al suelo. — El rey puede acabar con tu manada y la de tu madre.

Se va y poco a poco consigo levantarme. Entra Scarlet con mi hermano.

— ¿Que ha pasad...?

— primero Even y Drakon.

Los levantan y los sientan hasta que se levantan.

— Tenemos que ir a casa, todos— digo y Scarlet y Sean salen a avisar a los demás. — Iros a casa con quien tenga coche, nos vemos ahi.

Cargo a Drakon y Even ya que no estoy golpeado. Salimos por una parte donde no nos vean, los cuatro estan esperandonos en el parking. Even y Drakon se consiguen sostener con un brazo caido, yo no puedo moverme y se ponen delante al darse cuenta.

— Tus amigos no se pueden ni mover y aún así te siguen protegiendo. Seras un buen alfa, siempre y cuando hagas caso a lo que te he dicho— se dirigen a sus coches y le habren la puerta, hay como 20 hombres protegiendolos.

Subimos a mi coche y fuimos a mi casa.

— Stalin, esto se lo tenemos que contar a tu familia.

— ¿Como quieres que meta a mi familia si no sé que me ha pasado?

— Pero no podemos con esto solos— me dice Scarlet.

— Stalin, esto no es solo contigo, esto es contra la manada, y el alfa de la manada es nuestra madre, ella es la que tiene que decidir y tenemos que contarle todo— Sean.

— No podemos decirle nada sino puedo ni moverme.

— Si no consigues ponerte bien lo tendremos que hacer sin ti.

Se va Even e intento irme a mi habitación poco a poco, ahí esta Tyler en mi cama mirándome triste.

El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora