Capítulo 45: Misión Búnker (II)

37 8 0
                                    

Stalin.

— No os mováis, a mi señal comenzar a repartiros a vuestras posiciones— indica Dennis por la radio.

Está esperando a que lo guardias comiencen a moverse y cambiar el turno, para aprovechar el ruido y poder movernos sin problema, aún así, estamos a más de cien metros de distancia. Los hombres lobos nos quedamos inmóviles, nosotros esperamos a la orden de Dennis, que nos la dará si ocurre un problema. Nosotros nos quedamos donde estábamos, mientras se cambian el turno, da la señal y todos comienzan a moverse por sus respectivas direcciones.

— A mi señal neutralizáis la amenaza— indica Dennis.

Comienzan a salir varios chicos de la entrada del búnker, los guardias observan la puerta y se ponen de rodillas. Todos activamos nuestro oído de lobo.

— En tres horas comenzaremos con el experimento final, es la última etapa, así que en tres horas que nadie entre ni salga del búnker ¿entendido?— ordena el chico del búnker.

— Si señor— responden los soldados a la vez.

— En una hora dobláis la vigilancia, no podemos permitirnos interferencias, los soldados que están abajo subirán para esa vigilancia— dice el chico y entra al búnker.

— Esperemos que vuelvan a sus posiciones. Tenemos un límite de una hora para entrar y otro de tres para terminar con la misión— informa Dennis.

Tras pasados dos minutos Dennis está listo para dar la orden.

— Hombres lobos, activar los oídos caninos y observar cualquier detalle del alrededor. Stalin te encargaras de dar la orden.

— De acuerdo.

Poco a poco Dennis se va moviendo, como teníamos planeado, Dennis intentará llegar a la puerta sin que nadie le vea. Tras observar el movimiento y recibir el "ok" de los hombres lobos estamos listos.

— Adelante. Comenzamos— tras mis ordenes escuchaba varios cuellos romperse. Desactivo mi oído canino para usar la radio y no escuchar los huesos rotos.

— Orden cumplida— recibo por la radio.

Tras esto señalo que ponemos avanzar y encontramos a Dennis avanzando la apertura de la puerta.

— Recuerda que no podemos hacer ruido, pueden haber guardias tras las puertas— le digo.

— Lo sé, por eso estoy tardando. No puedo romper la cerradura, porque sino se atascaría. Tengo que dar un golpe seco— me responde Dennis

— Los hombres lobos, primera fila, en cuanto se abra la puerta y veamos a alguien lo neutralizamos, sin matar a nadie esta vez, no sabemos si hay empleados y civiles— asientan con la cabeza.

Dentro hay hombres lobos, seguro que oirán la puerta con su oído canino.

— Adelante Dennis.

Tras esto golpea la puerta, esta abierta, y sin abrirla del todo esperamos respuesta del interior. Tras unos segundos entramos, no se han enterado de nuestra llegada. Abrimos la puerta del todo para poder entrar, vemos que se ha activado una alarma silenciosa, las luces rojas están parpadeando por todo el bunker.

Las paredes del búnker son de piedra pulida, el suelo es liso, pero también es de piedra, tiene gran profundidad, las escaleras acaban en una sala amplia y ahí notamos la presencia de varios químicos con batas blanca, se quedan observándonos.

— Soltar lo que tenéis en las manos y comenzad a salir— les ordena Dennis.

Aquellas personas comienzan a salir.

Dennis agarra a un por el cuello y lo estrecha contra la pared, lo levanta y le parte el cuello.

— Stalin, casi se nos escapa un hombre lobo, no te das cuenta ni pasando a tu lado— no había notado que era hombre lobo, pero tiene razón porque aquel señor está inmóvil pero puede hablar, un humano hubiese muerto. — ¿Dónde estáis experimentando con los niños?

— Puedes matarme. No te diré nad...aaa!!!— Dennis le parte una pierna.

— ¿Seguro? Puedes gritar lo que quieras, ya saben que estamos aquí.

— No tenéis nada que hacer, se han encerrado en el laboratorio para comenzar con el experimento final.

— Aunque no me lo digas lo encontaremos— le parte la otra pierna.

— Están bajando las escaleras, en un laboratorio rojo al final del todo.

— Atadle.

— Pero no podréis detenerlos, la sala está protegida por hombres lobos, y aunque lo derrotéis la sala está cubierta por un grosor de 50 milímetros de acero puro, aparte de un cristal que puede soportar un proyectil de un tanque sin problema...— antes de terminar Dennis le destroza el cráneo de una pisada.

— No puedo dejar con vida a quien está contento con la experimentación infantil.

Continuamos y tenemos enfrente a varios soldados gigantes, hombres con musculatura destacable, y una altura de vértigo, desprenden una esencia de rabia, la cual nos indica que son hombres lobos, no huelo ni a un solo humano.

— Humanos, atrás. Hombres lobos— se transforma en hombre lobo. — No podemos perder tiempo, han comenzado con la etapa final del experimento.

Todos los hombres lobos nos transformamos, todos tienen los ojos azules, me miran cuando muestro mis ojos ámbar.

Todos estamos furiosos y con algo de miedo, por no poder impedir el experimento.

Tras unos minutos peleando, todos estamos exhaustos, algunos están desmallados en el suelo.

Observamos que hemos llegado a la sala de experimentación, hay cuatro chicos inconscientes tumbados en camillas, y están con ellos dos médicos inyectando sustancias en varias partes de su cuerpo. Vemos que están nerviosos, y hay un hombre lobo amenazándolos con que continúen y no se detengan.

Dennis comienza a tirar cosas contra el cristal y todos repetimos su acción.

Vemos que detrás del cristal a un niño se le detiene el corazón, intentan reanimarlo pero la maquina indica que su corazón se ha detenido.

Dennis al ver esto ruge y comienza a golpear el cristal, todos empujan sus cuerpos contra la ventana.

El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora