El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre Lobo

Capítulo 39: ¿Y Ahora?

Stalin.

Consigo coger a Byron, pero estaba inconsciente y sangrando, tuve que correr lo más que pude, en mi estado actual no era tan rápido como de costumbre.

­— Byron, resiste.

Poco a poco veo una salido, seguía las señales de salida de incendios. Tras salir de la ultima salida había mucha gente y seguridad en la salida.

— Ayuda, un médico, está sangrando e inconsciente— tras comentar esto, se acercan varios de seguridad.

— Soy médico— dice uno de los espectadores. — Necesito algo para usar como venda, un pañuelo limpio.

Les dejo y observo si puedo ayudar en algo más, pero mis piernas ya no aguantan más, están temblando, consigo llegar a un pequeño muro de piedra, en el cual puedo descansar.

— ¿Dónde está Brass?— escucho a una señora a punto de llorar. —Por favor, Ronal Brass, ¿Alguien lo ha visto?

— Tranquilícese, si sabemos algo sobre él se lo diremos— le indica un medico.

Me suena familiar ese nombre. Ah! Ronald Brass es el director del Sharwen Battle Coliseum. Intento levantarme al recordar que era un amigo de Mark, y es muy importante para él. Pero me doy cuenta que estoy sangrando, tengo un corte grande en el muslo.

— Chico, no te muevas— me dice un medico.

Me ayuda a tumbarme y junto a otro compañero me levantan en una camilla y me llevan hacia la ambulancia.

— No chicos, no puedo ir al hospital, cósame la herida y me iré a descansar a mi hostal.

— De acuerdo, pero le dolerá.

— No importa.

Al siguiente día...

Me encuentro despierto en mi habitación, tumbado en la cama, mirando al techo y haciéndome una pregunta... ¿Ahora qué? Hoy es el último que puedo pagar una habitación, tendré que salir en unas horas... pero no se adonde. Tengo varias opciones.

La primera que quiero, es ir donde se encuentras Mark, y pedirle a Leticia, que me indique que quería Mark para que yo continúe. La segunda no puedo hacerla sin Mark, es encontrar a Tyler. Y por ultimo, volver con mi familia y pensar que hacer con el reino, porque creo que ya he superado mi debilidad como omega.

Voy a ir a ver a Mark, si se despertó le contaré lo que hice con su dinero, si está dormido, primero rezar porque Leticia no se haya dado cuenta, y me diga que tengo que hacer según Mark.

Tras descansar unas horas, he cogido un taxi para ir a casa de Mark, no podía caminar.

Me bajo del coche y observo que todos los guardias se ponen tensos.

— Vengo a hablar con Leticia, Soy Stalin— digo levantando las manos.

Tras unos minutos, el portón se abre, y Leticia me indica que le siga. Ha cambiado la entrada de la mansión de Mark, tienen una zona de seguridad.

— Pasa por aquí— me señala un detector de metales, como los de los aeropuertos.

Sigo su camino.

— Me he enterado lo que pasó en el Sharwen Coliseum— me dice sin detenerse.

— Si, un accidente inesperado.

— Stalin— se detiene en la puerta. — Según ciertos rumores, no ha sido un accidente.

— No te entiendo.

— Me han contado que hay un único responsable con lo que pasó ayer.

— ¿Quién?

— Ronald... Ronald Brass.

— ¿Qué dices? eso es imposible, él ha organizado todo el torneo y estaba ilusionado por la fama que ha conseguido el Sharwen Coliseum.

— Todo eso es verdad, pero aún no hay nada seguro.

— Según tú, o tus informantes, ¿por qué Ronald haría tal cosa?

— Ronald había apostado que tú pasarías a la tabla de clasificación, y ahí gano mucho dinero, ya que fue el único en apostar por ti. Pero volvió apostar, pero esta vez que perderías contra Mathew Gold, y perdió aún más de lo que había ganado posteriormente. Al llegar a la final, volvió a apostar contra ti, pero en esta ocasión apostó todo el dinero que él tenia, propiedad, coches, acciones y dinero en efectivo, se aposto su titulo como director, pero él tenía preparado todo eso, por si perdía, no quería jugársela a perder todo lo que él tiene. Tras la interferencia del padre de Byron, se definió tú victoria, las cámaras de seguridad grabaron a Ronald con varias maletas de vuelvo, saliendo del Coliseum.

— Pues está todo aclarado, ese desgraciado a puesto a miles de civiles en peligro, hay que ir tras él sino será muy fácil desaparecer con ese dinero— doy media vuelta y voy hacia la salida..

— ¿No venías a saber que quería Mark que hagas?— me sujeta del brazo.

— Si, pero no puedo dejar que se escape— me suelta el brazo.

— Te aseguro que todo el mundo está buscando a Ronald. Mark te dejó esto preparado tras terminar el torneo.

— De acuerdo, lo haré hasta que Mark se despierte.

— Bueno. Hay una finca de grandes dimensiones a las afueras del pueblo, se están autoabasteciendo y van a conseguir ser autosuficientes, eso es un problema para el reino, y Mark pensaba que...

— ¿¡Mark quería defender al rey!?

— No. déjame acabar. Mark pensaba que al enterarse el rey, comenzaría una nueva masacre, y las manadas independientes al reino no volverían a aceptar esta situación, Mark pensaba que el rey pondría como diana a está comunidad autosuficiente, y al reaccionar ante esta situación, comenzaría una guerra entre el reino y las manadas de los alrededores, que están esperando la mínima oportunidad para derrocar al rey.

— ¿Qué quería que haga?

— Tienes que ir a pedir ayuda a esta comunidad, entrar y averiguar porque están ahí, que quieren conseguir para querer ser autosuficiente, y al tener esos datos, podremos pensar en que hacer con ellos, y mientras tanto los que no estén defendiendo a Mark, intentarán que el reino no tenga conocimiento sobre esto, hasta que tengamos una idea clara de ellos.

— Me parece algo importante, como para dejármelo a mí.

— Stalin, Mark no pensó en nadie más, cuando me lo comentó yo le dije lo mismo que tú, pero él ni siquiera se lo pensó, quería que seas tú y cree que eres el único que puede hacerlo.

— ¿Por qué?

— Porque eres un chico joven, y resultas confiable, aparte del poder que tienes, que sería difícil poner una situación mortal para ti. Y también, si ellos son inocentes, lo tomarías como algo personal, y querrías defenderlos.

— Bueno. Acepto.

— Toma— me entrega un sobre. — Aquí tienes la poca información reunida sobre esta comunidad, tienes localización donde se encuentra.

— Saldré ahora mismo.

— Stalin, quédate a cenar y a dormir, y te vas mañana por la mañana.

— Vale— no tenía otra opción, tengo mucha hambre y sueño.