El Alfa Divino: La Leyenda Del Hombre Lobo

Capítulo 49: Ha Cambiado

Stalin.

Joder, si que joden mis hermanos pequeños, me gusta levantarme tarde, mi media son las tres de la tarde, pero llevo todo este tiempo levantándome temprano.

Me giro hacia el móvil, lo levanto, y veo que marca las 10:16, ¡joder! ¿¡Un domingo y estoy despierto a las 10 de la mañana!? ayer llegamos tarde, no dije ni una sola palabra y me fui a dormir.

— ¡Buenos días ñaño!— dice Zend saltando a mi estómago.

— Buenos días— lo pongo a mi lado. — Hola Tyler— Tyler está emocionado y corre en la cama.

— ¡A desayunar!— se escucha a mi madre desde abajo.

— Venga a desayunar— nos ponemos de pie y bajamos. Antes voy al baño y me aclaro la cara. — Buenos días.

— Buenos días hijo— dice mi madre mientras me da un vaso de zumo de naranja. — Tómatelo rápido que está recién exprimido— me lo tomo de un sorbo.

— Hace mucho tiempo que no bebía zumo.

— Buenos días— dice Sean entrando a la cocina.

— ¿Qué hay de desayunar?— esta vez Been.

— Buenos días ¿no?— le corrige mi padre.

— Buenos días— repite.

— Pancakes con dulce de leche, miel y chocolate de sirope— hay una jarra pequeña con cada uno.

— Que rico— se sienta por último Tom.

Estamos la familia junta de nuevo.

Tras treinta minutos desayunando mis hermanos recogen la mesa, yo sin dar explicaciones me voy al jardín y me tumbo en una silla.

— ¿Estás bien Stalin?— pregunta mi madre.

— Si, solo quiero relajarme— respondo.

Sin decir una palabra se marcha.

Respiro profundo, y se me vienen cinemáticas de estos meses atrás. Tyler se enrolla en mis piernas y apoya su cabeza en mi entrepierna mirándome triste, siente lo que me está pasando.

— ¿Qué te pasa Stalin? ¿Vas a dejar a tu madre preocupada por ti?— me regaña mi padre. Sin moverme le miro y Tyler se aparta y aleja.

— Ni tú ni nadie puede decirme eso.

— ¡Stalin!— se exalta mi madre. Mi padre la detiene con su mano.

— ¿Qué quieres decir?

— Que os importó una mierda como me sentía yo.

— Te fuiste porque quisiste, nos abandonaste a todos— sube su tono de voz y mis hermanos salen al jardín.

— Yo no quería irme, pero iban a empezar los problemas y no podía quedarme aquí a esperarlos.

— ¿Qué coño dices Stalin?

— Yo no sabía que pasaba con mi cuerpo, sentía miedo y no podría contar con mi familia, me convertí en un mounstro y no tenía a nadie y vosotros lo sabíais y me dejasteis solo, tenía miedo de hacer daño a alguien y no os importó— exploto y salen esas palabras mientras las lágrimas ocupaban mi cara.

— Stalin...— con un esfuerzo mi madre pronuncia mi nombre. — Lo hicimos por ti.

— No. Y usted como Alfa de la manada tenía que saber que podría pasar al saberlo, yo no tengo opción, no puedo irme huir de mi familia, porque desgraciadamente me importais cada uno de vosotros, prefiero seguir sufriendo a que os pase nada.

— No sabía que pasaría...

— ¿Qué pasaría conmigo? ¿de verdad que teníais miedo de que me volviera en vuestra contra? ¿seguís pensando lo mismo después de todo lo que he pasado?

— No es eso...

— Seamos sinceros, no quiero mentiras. Yo he tenido que volverme un Memberry del dia a la mañana, desde que salí de esta casa, en cada instante se hacía presente el que yo era hijo de Sharlet, quien mató a todos sus enemigos para poder sobrevivir, yo no, no quiero matar a nadie, no quiero que me comparen, no quiero que me conozcan como un asesino y por eso me aclamen o me teman.

Un silencio se hace presente, nadie dice nada, pero me quedaré esperando una respuesta.

— Stalin— dice mi padre. — Síguenos.

Vamos tras mi padre. Entramos a casa y subimos las escaleras en dirección a la habitación de mis padres.

— Ewaan— comenta mi madre.

— Tiene que saberlo Sharlet.

Tras esto mueve la cama y se ve una trampilla, la abre y son unas escaleras, bajamos despacio porque estaba oscuro, al llegar se escucha eco. Enciende las luces, y tras el sonido de encendido de los focos, se puede ver una gran área, aquí ha entrenado alguien.

— Esta es la zona de entrenamiento de la familia, especializada para hombres lobos, aquí todos tus hermanos han tenido que entrenar su instinto durante años, en cambio tú lo lograste solo y en menos de unos meses— explica mi madre.

— Hay algo que queríamos ocultarte, pero creemos que es necesario que lo sepas— me dice mi padre.

Se dirige al fondo de la sala, hay una vitrina con un libro sobre un atril.

— Toma— me da una bolsa de cuero antigua, la abro y hay un libro, bastante pesado, hay varias cuerdas, el libro está cubierto por algo similar al cuero, le doy la vuelta para ver la portada "EL LIBRO DIVINO", según yo es el titulo del libro, las letras están en cursiva y letras blanca, sobre una portada marrón.

— Sharlet... el titulo no estaba antes...­— dice mi padre.

— Stalin puede que haya desbloqueado algo más sobre el libro— responde mi madre.

— ¿Me podéis explicar que esta pasando?— interrumpo.

— Este libro fue creado por el consejo de Banshees del reino de tu abuela. Antes de la batalla, el consejo le comentó tu profecía, pero Génesis solo me pudo decir sobre la existencia sobre este libro. Y lo que deducimos es que cada vez que tu vida avanza se desbloquean párrafos en este libro. Ayer vimos el libro y no aparecía el título, cada vez que sabíamos algo sobre ti leíamos el libro, como has estado incomunicado nos dimos cuenta de que varios párrafos nuevos aparecieron mientras estabas fuera, aunque solo dos en todo este tiempo, antes lo veíamos diariamente.

Sin decir una sola palabra abro el libro, varias hojas en blanco antes de poder leer algo, hoja a hoja voy leyendo, son como pistas de lo que he vivido, algunos hablan sobre el futuro, pero dado que esta en verso antiguo es difícil de saber con perfección su significado.

— Después de esa hoja no había nada más— dice señalando la hoja que estoy leyendo.

Me asombra una frase "Tras la muerte de un ser querido despertará... Un Nuevo Comienzo", este libro habla solo de mi, no se quien puede ser.

Pero la primera persona que se me vino a la mente, es Mark Over, está en como, a lo mejor es un aviso del libro. ¿Cuál será el nuevo comienzo?