One Shots [Kimetsu No Yaiba]

Snack (?), Au 2; Student / Actual

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Contenido inapropiado/adulto.
Senjuro... (Mayor -17/18-)

Su rostro estaba completamente rojo, con la respiración agitada y los nervios a mil, cubría "sutilmente" su rostro con un libro. La vista casi que pérdida y mordiendo su labio para no gemir.

Mientras tanto, tu disfrutabas y reías internamente por aquel espectáculo que tu solo apreciabas. Era una suerte que las mesas de preparatoria fueran como un escritorio (cerrados por los costados y enfrente) y que se sentarán por parejas.

- (-( / ) - Jadeó de manera baja de forma suplicante.

- ¿Sucede algo, Senju-chan? - Preguntaste por lo bajo de una manera inocente.

El mencionado iba a responder pero tu mano en su pene no lo dejaba hablar, habías apretado para hacerlo gemir pero podía resistirse. Movias de arriba a abajo en un ritmo constante, su miembro erecto lo disfrutaba a mil, pero su mente rogaba por que pararas y dejaras de hacerlo. Si alguien llegaba a verlos, estaban en serios problemas.

Por suerte, ustedes se sentaban en la última fila de lado de la ventana, nadie podría verlos.

Notaste que apretó su libro y tembló más de la cuenta, sonreiste; iba a correrse. Aumentaste discretamente la velocidad de tu mano, acción que hizo que mor diera más su labio.

Agachó su cabeza para ser cubierto por el libro, su glande palpitaba rogando por dejar libre todo pero se resistía. No detuviste tus movimientos, se resistía pero sabias que no por mucho, solo un poco más.

- Senju-chan~, se un buen chico y termina de una vez, si lo haces, te recompensaré. - Le susurraste de forma juguetona, haciendo que se caliente un poco más.

Tragó duro, resignado. Volviste a lo tuyo, masturbandolo como lo estavas haciendo, empezaba a sudar nervioso.

Sus pulgares rasgaron la hoja del libro que sostenía, podías escuchar gemidos ahogados en su boca.

- ¡Ehg! - Mordió su muñeca al gemir en voz alta.

Su esperma quedó en la madera de la mesa donde estaban, un poco en el suelo y en tu mano. Sonreíste satisfecha al ver su cara extremadamente roja, por la excitación y la vergüenza de haber llamado la atención de los presentes.

- ¿Rengoku-san, está bien? - Preguntó la maestra, mirando preocupada al joven amarillento.

- S-sí, la-lemento interrumpir su cla-clase, maestra. - Agachó la mirada avergonzado.

- Está bien... Continuemos. - Siguió hablando y los murmuraros de los alumnos volvieron normalmente.

El volteó a verte sonrojado y le sonreíste amable.

- Bien hecho, Senju-chan. -

Cubriste tu rostro con un libro atrayendo la mano con la que lo mastrubaste a tu boca, lamiendo sensualmente. Los nervios volvieron al chico quien giró el rostro hacia otro lado.

Parte única.
21.02.20.

•◡•