One Shot, Au 2; Student / Actual

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Oc: ( / )
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[o N e]                                       ¡Idiot!

Tsundere; persona cuyo comportamiento es frío y hostil hacia otra, pero puede volverse amigable y cariñoso. ¿Todo correcto? Bien.

Desde pequeña ese comportamiento te era presente, eras una pequeña y adorable tsundere. Además de que eras un poco como niña mimada.

A pesar de como eras tenías amigos, increíblemente, de entre estos destacaba Senjuro, tu mejor amigo e indirectamente, tu crush.

- ¡Quiero comida! - Le exigiste con tu ceño fruncido y tus mejillas en un puchero.

- Esta bien, ¿qué compraras? - Te sonrió como solía hacerlo, tu pequeño corazón comenzo a latir haciendo que la sangre vaya a tus mejillas.

- Tks, no quiero nada de la tienda. - Te cruzaste de brazos mirando a otro lado.

- Oh, ¿en serio? ¿Entonces que comeras? -

- Quiero uno de tus tamagoyaki. - volviste a exigirle, este rió ladeando su cabeza, se le hacia tierno tu puchero acompañado del sonrojo que poseías.

- Bien, di "a". - Con sus palillos tomó una porción del mencionado platillo que poseía su bento, te lo acercó al ver que obedeciste lo dicho.

Tomaste tus mejillas rojas disfrutando el trozo de tamagoyaki que te dió a probar. Dios, cocinaba como los dioses (sabias que él cocinaba y desde que probaste por primera vez su comida ya no pudiste parar).

- Demonios, ¿por qué no puedes quedarte a mi lado y alimentarme todos los días? - Tragaste la comida con pena.

- ¿Qué tal? - Te preguntó mirándote.

- Mmm... No estuvo mal. - miraste a su lado contrario, él soltó una risilla, siempre hacías lo mismo. Senjuro conocía perfectamente tus expresiones, lo que dijiste en tu idioma significaba “está delicioso, dame más ".

- ( / ) -Chan, di “a". - Como rayo giraste abriendo tu boca para recibir más comida.

- Tierna~ . - Te dió aquel bocadillo.

• • •

La hora de salida llegó y esperabas al niño amarillo que tanto te encantaba.

- Gracias por esperarme, vamos. - Senjuro se puso a tu lado para comenzar a caminar hacia sus casas.

- Llegaste cinco minutos tarde, eso te costará. - Te cruzaste de brazos ofendida.

- Oh, ¿que quieres de comer mañana? - Te miró y tu solo bufaste.

- Lo decidiré más tarde, andando... Y toma. - Le acercarte un paquete de Momiji Manjus, este ya abierto para que tomara uno.

- Ah~ gracias, provecho. - Tomó una de las galletas y dió un bocado. - rico. -

Siguieron el camino a casa del pequeño Rengoku, las calles daban calma al ambiente, todo de maravilla hasta que llegaron a la dichosa casa.

- ¿Quieres pasar a comer? Prepararé udon. -

- No, pasaré esta vez. Más tarde iré a tu cuarto, ten abierta la ventana. - No le dirigiste la mirada, solo te fuiste a la casa vecina, donde vivias.

Han sido vecinos casi desde que nacieron, por suerte sus habitaciones estaban frente a frente y contaban con un balcón, la distancia entre ellos eran más o menos de un metro. La mayoría de las tardes ibas a su casa para jugar o hacer tarea en pareja, no lo admitias pero te encantaba estar con él.

• • •

Te preparaste para esto, tomando bastante impulso lograste llegar al balcón de tu vecino. Abriste la ventana corrediza y entraste, con la mirada lo buscaste pero no está ahí, diste un suspiro.

Decidiste esperar acostandote en su cama, miraste sus almohadas y tomaste una para abrazarla.

- Senjuro~ - Pensaste en él al sentir el olor a perfume que tanto la almohada como él poseían, te sonrojaste, te sentias como una acosadora.

La puerta se abrió dejando ver al amarillento, sonrió al verte y corrió a ti para abrazarte.

- ¡Waa! Sueltame, no me gusta que me abrazes. - Forzajeaste débilmente para que te soltara, en realidad no querías que lo hiciera pero odiabas admitirlo.

- Oh, un poco de cariño no hace mal, ( / ) -Chan es adorable cuando de enoja. - Se dejó caer para quedar abrazado de tu cintura y poder verte desde ahí. - Parece un gatito enojado. -

- Idiota... - Susurraste avergonzada. - Quiero jugar, traje Smash Bros. -

- Okey, pero... - Te miró sombrío y una sonrisa retadora. - No me dejaré perder. -

Algo dentro de tí murió de tanta determinación, casi no mostraba su faceta retadora así que atesorabas dentro de tí esos momentos, te terminara matando si sigue así.

• • •

Se la pasaron la mayoría de la tarde jugando S. B. pero se aburrieron y decidieron ver una película. Estabas sentada a un lado de Senjuro comiendo de las frituras (cortesía del cuñado). Miraste el reloj que había en la pared del chico, te entristeciste al verlo, gateaste hasta quedar en la orilla de la cama y pusiste tus zapatos.

- ¿Ya es hora de que te vayas? - Te miró triste y sentándose a tu lado.

- Sí, tengo que estar para la cena o mamá se enojará. - Miraste el suelo apenada.

Te levantaste y fuiste al balcón para pasarte a tu casa saltando, ya en ella volteaste hacia atrás para ver a Senjuro. Este apoyaba sus codos en la orilla del balcón y te sonreía amable.

- Antes de que te vayas, ven. - Te hizo un ademán para que te acercaras, como si fuera a contarte un secreto.

Por curiosidad lo hiciste, te acercarte con cuidado a no caer del balcón, pusiste tu oído para escuchar lo que iba a decirte. Pero no pasó. Tomó tu mentón para que lo vieras y te dio un pequeño "pico".

- Nos vemos mañana, ( / ) -Chan, ¡bye, bye!. - Se fue rápidamente antes de que lo golpearas.

- ¡Idiota!. - Gritaste antes de imitar su acción y dejarte caer boca abajo en tu cama. - ¡AAAAAH! - Gritaste contra tu almohada para que no se escuchara.

Admítelo, ese pequeño te eloquecía, ay, lo que te espera...








920 palabras.
2.01.20.
Parte única.










•◡•

One Shots [Kimetsu No Yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora