One Shot, Au 1; K N Y

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Oc: ( / )
Warning:  I. H.

[o N e]                              Chuby Girl.

Desde hace tiempo ya habías abandonado el sueño de tener una familia, el hecho de que tu cuerpo fuera diferente al de las otras chicas alejaba a tus intereses amorosos. En ese tiempo lo que ganaba a los hombres eran las chicas delgadas, pero, en tu caso, el concepto de delgada no era lo tuyo.

Tenías piernas y muslos grandes, al igual que pechos y cadera del mismo estilo. Por más ejercicio y dietas que hicieras ese era tu cuerpo, no podías cambiarlo, ya te habías rendido.

Mirabas como las parejas pasaban por ese comercio, los hombres de la relación cargaban con las cosas pesadas y las mujeres con lo demás, se sonreían o iban de la mano. Diste un suspiro triste y fuiste a tu finca, donde tu madre te esperaba.

- ¡Madre! ¡He vuelto con lo que pediste! - Gritaste al entrar a esa gran y lujosa finca, cabe decir que es así gracias al servicio de apoyo que tu familia da a la sede de cazadores de demonios desde hace ya bastante tiempo.

- ¡Ah! Hija, cariño, que bueno que llegas, unos cazadores se hospedaran aquí en lo que se recuperan de su misión. - Tu madre llegó bastante rápido y tomó varias bolsas. - Atiendelos en lo que necesiten, iré a preparar comida para cuando despierten. -

- No te esfuerces mucho mamá, tu salud también es importante. - Le sonreiste y fuiste a la sala donde solían quedarse los cazadores heridos.

Deslizaste la puerta corrediza para entrar a aquella sala, te sorprendiste al ver lo golpeados que estaban esos cazadores.

- Dios, que mal. - Murmuraste para ti misma y te acercaste a ellos.

Comenzaste por el chico de cabello amarillo, tenía un hematoma bastante marcado en uno de sus ojos y unos rasguños en su mejilla izquierda. Le untaste una pomada y desifectaste sus heridas de cara, pecho y brazos.

Siguió el chico de aretes, le quitaste la parte superior del uniforme y desifectaste las heridas, el tenía bastantes más rasguños en el torso. Tuviste que quitar su pantalón ya que parecía tener una cortada bastante profunda en una de sus piernas, la desifectaste y vendaste.

Y finalmente, el chico de la máscara, se la quitaste para que pueda respirar mejor, su rostro era bonito, a comparación del de los otros dos, su rostro tenía facciones finas y delicadas como las de una mujer. Tenía un hematoma en su mejilla, suposiste que la máscara había ayudado como protección a su rostro a ser dañado. Su cuerpo ya estaba descubierto por lo que tenía heridas en gran cantidad, siendo pequeños y grandes rasguños, además de una aparente mordida en su hombro, hiciste el mismo procedimiento que con los otros.

Te alejaste al terminar tu trabajo posando tus manos en tu cadera orgullosa de tu trabajo, cada vez lo hacías mejor.

• • •

Fuiste corriendo a la habitación donde el trío de cazadores se encontraba, abriste la puerta rápidamente al escuchar bullicio y gritos.

- ¡¿Dónde estamos?! ¡¿Estamos secuestrados?! Tenemos que salir de aquí. - El amarillo gritó y lloró desesperado tomando su cara.

- Zenitsu-Kun, calmate, no fuimos secuestrados, algún minumoto debió traernos aquí para recuperarnos. - El de cabellos burdeos trataba de calmar a Zenutsu.

One Shots [Kimetsu No Yaiba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora