One Shots [Kimetsu No Yaiba]

One Shot, Au 1; K N Y

Oc: ( / )
Warning: Demon
Muichiro. Lime.

[o N e]                                                Estocolmo.

- Desatame. - Demandaste.

- No. - Negó.

- Desatame. -

- No. -

- Desatame. -

- No. -

Te preguntaras, ¿Qué mierda?. Bueno, todo comenzó esa mañana...

• • •

- ¡Caw! ¡Misión, misión! ¡Detras del pueblo menta, en la montaña Kiri, asesinatos misteriosos! ¡Caw, dirigite y encuentra al equipo con el qué harás tu misión! ¡Mueve el trasero, caw! - Escuchaste cada detalle qué te dió tu emplumado compañero.

Odiabas esa ave, sin duda, pero tolerabas su compañia por ser tu mensajero. Ya hubieras hecho un rico caldito de pollo como te enseñó tu abuela.

- ¡Deja de picotearme, joder! - Soltaste golpes al aire para alejar al ave qué hacia lo dicho.

- ¡Callate y mueve el culo, caw! - Te ordenó alejándose para dirigirte a donde era tu misión.

- Pajarraco tonto. - Gruñiste siguiendo al ave.

• • •

Caminaste de manera tranquila llegando al pie de la montaña, donde sería tu misión. Según lo dicho por tu ave, habían recientes asesinatos a campesinos y cazadores de nivel inferior que intentaron asesinar al demonio que atormentaba esa montaña.

Seguiste tu camino observando el alrededor, un montón de árboles era lo único que veías, ningún espadachín. Esto comenzó a preocuparte, no por tí sinó por ellos; eras de un buen rango, solo cuatro inferiores a aspirante, mas no sabías que rango fueran ellos.

- ¿Qué?... -

Te detuviste en seco al entrar a lo que aparentaba ser el centro del bosque y montaña. Ahí, una escena de gran carmín adornaba todo el paradero.

Los cuerpos de tus compañeros desmembrados y restos faltantes estaban regados por ahí. Te acercaste a uno de ellos que parecía moverse un poco, arrodillandote a su lado lo tomaste entre brazos. Sus ojos estaban pedidos y su boca buscaba desesperadamente conseguir oxígeno para sobrevivir.

- Tranquilo, tienes que tranquilizarte. - Le dejaste de lado para buscar en la mochila que solías llevar. - ¿Dónde está esa mierda? Joder... -

Por fin la encontraste, un tubo de cristal que contenía una medicina con la que detener las emorragias, cosa que pasó.

- Cui-cuida-dado... - Susurró de manera temblorosa con miedo.

Por el rabillo del ojo aquel chico pudo ver la figura del demonio, acechando la leganía de manera silenciosa y con una sonrisa bastante ensanchada. Hace tiempo que no veía una joven cazadora, o bueno, una chica en general. Desde que se había convertido en demonio.