Capítulo 5| Chantaje

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Desconocido

Las mentiras salían a flote.

Todo a su tiempo, nada se podía acelerar. Pero yo ya estaba cansado de esperar.

—¿Qué pasó? —pregunto mirando mi navaja, pasándola por mis dedos. Joseph Bukowski me miraba asustado, lo notaba.

—Primero quiero saber cómo están mi hermana y mi hija.

Levanto la mirada con aburrimiento y tomo mi computador para hacer la llamada. Al instante contestan y la viva imagen de dos chicas amordazadas en el suelo aparece, con la habitación a oscuras. Como el padre y hermano que es se acerca a la pantalla con rapidez para confirmar que sí estén bien.

—Ahora, cuéntame.

Sin apartar la mirada de ellas me pregunta.

—¿Cómo sé que es verdad? —de inmediato sonrío con malicia. Oh Joseph, no debiste decir eso.

—Alacrán —le llamo, es a quien le ordene vigilarlas en mi ausencia—. Golpea a su hermana.

Una exclamación por parte de Joseph se escucha mientras se observa con claridad como un hombre con un pasamontañas aparece en la pantalla acercándose a la mujer, posterior a eso, un golpe seco da a parar en su lindo rostro y ella suelta un gemido de dolor golpeando con fuerza el piso por la fuerza ejercida. Hace esto repetidas veces hasta que le ordeno que pare, satisfecho por las expresiones arrugadas que ambos me brindaban.

—Y bien, ¿quieres otra demostración? —comento sonriente. Me dedica su mejor mirada de odio y se planta justo frente a mi intentando intimidarme. Ja, me levanto de la desgastada silla con superioridad y me acerco a él quedando a escasos centímetros—. Suelta tu maldita lengua de una puta vez si no quieres que tu hija sea la que más sufra. Y créeme, estaré mas que complacido de ser yo el causante de su dolor.

—Bien. Ahren Montgomery se encuentra en Polonia justo ahora, en la casa de Frank Ivanov —dice.

—Y... —insisto—. Desembucha todo, no te guardes nada.

—La razón es por el señor Adler —claro, debía intuirlo. Ahren y ese niño eran muy allegados desde que se conocieron. Y ahora ¿qué?¿Ella debía arreglar sus problemas? No, ese tipo era un gran estorbo. Ya me encargaría de él en su momento. Se había liado en la grande y era poco probable que saliera ileso—. Lo ayudará a escapar de sus deudas, no creo que ella lo sepa todo. La otra noche hablaron y...

Lo interrumpo de inmediato.

—¿Qué otra noche? —pregunto con los dientes apretados.

—Montgomery se contactó con Adler y se reencontraron en su propiedad en Serock. Tengo entendido por lo que logré leer que él la pondría al tanto de lo sucedido.

—¿Qué hay del micrófono que te dí?¿De qué hablaron?

—Le informó sobre los tratos de narcotráfico de Ivanov junto con evidencias y su fallido plan para integrarse a los Gelman. También dijo algo sobre no servirle a Frank Ivanov, motivo por el cual escaparon. Lo último que recuerdo es decir a Adler que la cuidaría ya que su tío amenazaba con lastimarla si no hacía lo que le ordenaba. Que fue lo que sucedió con Amanda.

—¿Eso es todo? —pregunto serio.

—Eh, sí. Relativamente sí.

—¿Cómo que relativamente sí?

—Bueno... ellos —su voz tiembla. Se pone algo nervioso y mis puños se cierran con demasiada fuerza temiendo escuchar lo que me iba a hacer enojar de verdad. Al notar mi semblante continúa, no queriendo quedarse por más tiempo—. No los escuché por más tiempo porque creó que empezaron a...

Catarsis © [Sin Corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora