Los estudiantes salían del colegio, las chicas tenían uniformes de un vestido por debajo de las rodillas y los hombres llevaban corbata y una camiseta roja dentro del pantalón.
No sabía como soportaban esos códigos de vestimenta, yo fui criada y educada en casa, mis maestros en su mayoría eran abogados y solo dos eran doctores, además de saber los temas básicos que se veían en las escuelas; nos enseñaban dos campos en específico, derecho y medicina, esenciales para nosotros y nuestras costumbres. La educación que nos impartieron fue verdaderamente estricta y estoy casi segura que fue de mucha mejor calidad que las de ahora, pero en ningún momento requerimos de uniformes.
Debía estar muy atenta, mientras yo me dirigía a la entrada los demás se disponían a salir.
Al parecer la biblioteca se encontraba dentro de la misma institución por lo que estaba abierta para todos los ciudadanos, nadie podía impedirme aprender más sobre su cultura ya que eso les beneficia al impregnarme y cumplir con sus reglas; pero primero necesitaba un tipo de identificación, en fin.
Al entrar hay una especie de recepción, me acerco a la sección de registros y me encuentro con una chica joven quien me mira de arriba a abajo, seguro no debí ponerme un pantalón ajustado o esa camisa de tirantes.
Púdrete perra, no voy a cambiar.
−Hola −sonríe por cortesía−, ¿En qué puedo ayudarte?
Le sonrío de vuelta.
−Hola, necesito un pase para entrar a la biblioteca.
−Oh ¡por supuesto! −teclea las teclas del computador torpemente y me mira apenada−, Lo siento, no estoy acostumbrada a esto...
−Tranquila, no le des vuelta al asunto.
−¿No eres de por aquí cierto? −pregunta con la mirada baja.
−¿Tanto se nota?
−Sí, eh... no solemos utilizar esos términos.
Asiento con la cabeza.
−Me doy cuenta −espero unos segundos mientras ella termina de hacer lo que esté haciendo y me abstengo de rodar los ojos−. ¿Es tu primera vez?
Repentinamente se pone nerviosa y me mira preocupada.
−¿P-perdon?
−En recepción −respondo rápido para aclararle−. Me dijiste que no estas acostumbrada a estos aparatos.
−Oh Claro... sí, eh me refiero a que estas en lo cierto, no los entiendo muy bien. Antes estaba asignada en la biblioteca para ayudar a los demás pero ahora debo hacerlo con los registros, ya sabes... pronto saldré al mundo real.
Eto fars.
−¿Así que es tu último año? −pregunto pero suena más a una afirmación.
−Sí, por eso es importante saber manejar esto, es el deseo del líder y pronto le estaré sirviendo como agradecimiento.
−Eres una chica ejemplar −su sonrisa victoriosa deslumbra con orgullo−. ¿Cómo te llamas?
−Samantha.
−Samantha −saboreo su nombre.
−Sí, según mis padres es un hermoso nombre, significa leal −prefiero no decir nada ante eso y espero−. Muy bien... ¿Cuál es tu nombre?
−Darya Ivanov Bykova.
−¿Edad?
−Veintitrés.
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Catarsis © [Sin Corregir]
Misteri / ThrillerEl pánico fundía el lugar. El pánico carcomía a la gente. «¿Quién era el asesino?» y «¿Por qué cree que tiene derecho a juzgar y arrebatar vidas?». Eran preguntas que había escuchado estos meses por parte de personas que no sabían que yo estaba ahí...