Capítulo 21| Noche

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−Esto es interesante dice Vladimír. 

Estamos en la sala, cada uno con su propio ordenador para agilizar y ahorrar tiempo antes de que oscurezca afuera. Justo ahora buscábamos a los tres tipos esos de la fase tres: Ancel Muller, Schulz y Dmitry Maslov. Yo me encargaba de Schulz, que hasta ahora solo sabía su apellido. 

−¿Qué cosa? −responde Darya sin mirar a ninguno. 

−Que encontré la información que tienen de Ahren deja las palabras al aire. Yo levanto la cabeza con intriga y lo miro. 

−¿Información de qué? inquiero. 

Da unos cuantos clicks a su teclado y lee en voz alta. 

−"Darya Ivanov" mujer de veinticuatro años de edad, localidad del lado norte, soltera eso último lo dice con ironía−. Solicitud de residencia aprobada, pase a biblioteca aprobado. Ingresos inconclusos, tipo de sangre sin definir... Es relativamente todo, ah, eso sí; tu nombre aparece en rojo. 

¿En rojo? ¿Eso qué quiere decir? Me tienen en la mira, claro esta. Por una razón es que Dmitry ha estado siguiéndome estos últimos días. 

−¿Cómo saben mi edad? No recuerdo haber dicho alguna fecha. 

−Al comprar la casa tuviste que darle más información a la vieja esa de bienes raíces levanta la voz mi hermana−. ¿Qué más da? Solo es un simple cumpleaños. 

−El cumpleaños de ambas −corrige Vladimír. 

−Ya. ¿Quieres concentrate? Deberías estar investigando a Muller. 

Suelta un largo suspiro y bosteza recostandose en el respaldar del sillón. Me aburro. 

−Por primera vez le doy la razón a Ahren, eres como un niño riñe.

Y ahí van de nuevo, esos dos mantienen en una pelea constante. Hasta he llegado a pensar que Darya fácilmente podría reemplazarme en mi papel de odiarlo. 

Cierro los ojos irritada y con una mano sujeto mi sien. Vuelvo mi mirada a la pantalla pero me es imposible concentrarme con esos dos echándose la bronca. Al final opto por levantarme de mi asiento y subir a mi habitación para continuar con mi búsqueda allí. Al llegar cierro la puerta trás de mí y me siento en la cama al estilo indio, con la laptop sobre mis piernas. 

Dmitry Maslov. 

Pongo su nombre en el buscador de archivos. Y de nuevo me sale la misma carpeta que ya me sé de memoria, solo su dirección de vivienda y su estado. Ni siquiera hay secciones donde pregunten su tipo de sangre o sus ingresos como a mí. 

Me concentro, cerrando los ojos. ¿Cómo un extranjero puede llegar a convertirse en un líder importante para el pueblo? A menos que haya crecido aquí y su apellido solo sea un adorno. ¡Joder! Estoy segura que Samantha podría haberme ayudado a descifrarlo, con lo despistada que era... Pero no, tenía que haberse suicidado. 

Y he ahí otra duda más, ¿en verdad lo hizo? O, ¿alguien quiere que creamos eso? Con lo retorcido que es este pueblo ya no sé qué pensar. 

En eso una llamada interrumpe el silencio de mi cuarto, con el ceño fruncido observo el nombre del remitente en la pantalla de mi movil y me sorprendo al ver quien es. Lo tomo y con algo de dudas respondo. 

−¿Frank? mi voz sale en un hilo. 

−¡Cariño! exclama, aparentemente con buen tono. 

Catarsis © [Sin Corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora