PRIMERA PARTE
Ahren Montgomery.
12/06/2005
Hace catorce años.
Sangre.
Llantos.
Gritos.
Miedo.
-¿Papá? - pregunté con la esperanza de escuchar su voz.
Pero no respondió.
Mi corazón palpitaba muy rápido sin entender qué pasaba, solo escuchaba golpes y gemidos de dolor.
Caminé por ese pasillo al que nunca me dejaban estar, siguiendo con terror las gotas carmesí que manchaban la alfombra de mamá.
Oh oh, a ella no le agradará esto, ella ama demasiado su alfombra.
Pero ese pensamiento fue sustituido cuando un tenue murmullo llegó del despacho de papá.
No entendía nada, ¿dónde estaban mis padres?¿Acaso era la sangre de uno de ellos? Si es así no podía quedarme sin hacer nada, tal vez era pequeña, pero ellos me enseñaron lo que debía hacer en estos casos.
Llamar al tío Frank.
Mientras avanzaba recordé las palabras de papá.
-
-Ahren, princesa. - me llamó, yo jugaba en el jardín. Hace un rato mamá estaba furiosa, le gritaba muy fuerte a papá y yo no sabía por qué, últimamente discutían por algo. Yo lo mire desde el suelo, dubitativa. - Quiero que me hagas un favor... Si llegas a ver que algo malo pasa y no estamos ni tu madre ni yo, llama a tu tío Frank ¿Bien?¿Ah?
-¿Por qué papá? - su miraba inspeccionaba mi rostro así que me puse firme, sabía que él odiaba verme asustada -¿Alguien malo vendrá?
Hace tiempo llegaron unas personas a la casa, eran "pecadores" y por eso papá se los llevó. Él siempre nos defendía a mí y a mamá, pero ella gritaba y gritaba aún más no sé porque.
Se arrodilló y besó mi frente.
-No lo sé cariño, pero debes prometerme que harás lo que te digo.
Yo asentí mirándolo directo a los ojos, yo también lo ayudaría así como él a nosotras. Papá era el que siempre estaba ahí cuidándonos, específicamente a mamá, ella era muy inestable y por lo tanto complicaba las cosas.
Mamá era un fallo en nuestra familia, era como una fractura que no se podía arreglar, una grieta ancha y profunda que nos hacía ver mal. Por suerte mi padre me enseñó como actuar frente a ella. Aunque algunas veces me sentía mal por dejarla sola.
-Seguí caminando hasta llegar a una puerta grande que se encontraba entre abierta.
Con algo de pavor me enfoque en la idea de que estaba ayudando de alguna forma, y con un poco de fuerza empuje la pesada puerta.
No tengas miedo.
No llores, papá se enojaría.
Ten cuidado.
Rápido. Mi corazón latía muy rápido, contuve la respiración mientras observaba el inmenso charco de sangre.
Respira.
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Catarsis © [Sin Corregir]
Misterio / SuspensoEl pánico fundía el lugar. El pánico carcomía a la gente. «¿Quién era el asesino?» y «¿Por qué cree que tiene derecho a juzgar y arrebatar vidas?». Eran preguntas que había escuchado estos meses por parte de personas que no sabían que yo estaba ahí...