Raven se despertó con los primeros rayos de sol del amanecer. Tardó unos minutos en acostumbrarse a la luz pero luego se incorporó y miró a su alrededor en busca de Domynic. Pero el muchacho no estaba en ningún lugar visible. Por un momento, un pensamiento alarmista pasó por su mente. ¿Y si el joven la había abandonado allí? Al menos, sabía que debía buscar un camino que la llevara a las cordilleras. Pero ese pensamiento se esfumó tan pronto como había llegado a su cabeza tras recordar lo que había sucedido la noche anterior.
Le importo lo suficiente como para no dejarme aquí sola - se repitió a sí misma mientras arrugaba en sus manos la remera de Domynic que todavía traía puesta.
Se acercó a la entrada de la cueva donde habían pasado la noche y se encontró con una imagen que la dejó sin palabras. El muchacho estaba sentado sobre una piedra de espaldas al sol sólo en ropa interior. Su cuerpo estaba mojado como si hubiera estado en el lago hasta hace un tiempo. Pero nada de eso fue lo que llamó la atención de Raven. Aquello que la había dejado anonadada eran la expresión triste del muchacho. No sólo eso sino su rostro enrojecido y húmedo le permitieron deducir a la chica que Domynic había estado llorando. No tenía dudas de ello. La pregunta era porqué. Primeramente, consideró dejarlo sólo. Domynic no parecía ser una persona a la que le gustara compartir su dolor con otra persona. Pero finalmente se decidió a acercarse hacia donde estaba él. Sabía que guardarse los malos recuerdos y el dolor no era algo bueno. Además, después de todo, lo peor que podía pasar hubiese sido que el muchacho se rehusara a contarle lo que le sucedía.
- ¿está todo bien? - la voz de Raven salió tímidamente de su boca al pronunciar aquellas palabras en un intento de no ser tan directa con el muchacho. Al verla, Domynic respiró hondo, casi como si su presencia fuera un alivio para él - ¿puedo sentarme?
Domynic se movió un poco hacia la derecha para hacerle lugar a la joven y tomó su pantalón para cubrirse y no incomodarla estando sólo en ropa interior. Raven agradeció ese pequeño gesto de Domynic y luego se acomodó a su lado. Por el momento todo estaba yendo bien: el muchacho no había rechazado su compañia. La chica decidió no romper el silencio y presionar a Domynic. Sabía que si él tenía ganas de hablar, iba a hacerlo por su cuenta. Y así fue:
- respondiendo a tu pregunta, hace tiempo que las cosas no andan bien. Eso ya no es una novedad - Domynic se pasó el dorso de la mano por la mejilla para secarse la humedad que su llanto había provocado y luego clavó la mirada en el agua brillante del lago - pero últimamente todo se ha vuelto más extraño aún.
Automáticamente, Raven pensó en la noche anterior. Eso había sido extraño para ella también. Lo había disfrutado, ciertamente. Pero eso no quitaba lo repentino y sorprendente del hecho. Domynic enseguida se dio cuenta que sus palabras pudieron haberse malinterpretado y no dudo en aclarar lo dicho.
- no me refiero a lo de anoche, si eso es lo que piensas - ambos se miraron como si en ambos hubiera renacido las ganas de repetirlo - un beso nos significa nada, como tú dijiste hace unos días. Es sólo un impulso.
Raven asintió aunque no muy convencida. Era cierto. Ella había dicho eso pero no lo creía realmente. Y quizás sí, el primer beso había significado poco por las circunstancias en las que se había dado. Pero no el de la noche anterior. Aún así, ella no podía cambiar lo que Domynic pensaba y tampoco creyó conveniente admitir que para ella había significado algo. Así que simplemente asintió, como si estuviera de acuerdo con el muchacho.
-entiendo. Esto es raro para mí también. Sólo creí que necesitabas hablar porque... no parecías estar del todo bien.
- preferiría no hablar del tema. Además, no creo que la historia sea de tu agrado.
-no tiene que agradarme. No te pregunto para entretenerme. Te pregunto porque me importas... - en cuanto lo dijo, Raven se arrepintió de haberlo hecho - es decir, me importa que estés bien porque tenemos que seguir con el viaje. Y tu eres el que conoce el lugar, ya sabes...
-tienes razón. Debemos continuar - Domynic se dispuso a terminar con la conversación. Sabía que Raven tenía buenas intenciones pero no quería hablar con ella sobre el tema. ¿cómo le explicaba todos los malos recuerdos que le traía esa laguna y esa cueva? ¿cómo le explicaba que allí se bañaba para limpiarse la sangre después de atacar a alguna criatura? ¿cómo le explicaba que haber pasado la noche en la cueva le recordaba a las noches que tuvo que refugiarse, solo, en ese lugar después de que su padre lo desheredara? - Pero me gustaría ver cómo está tu herida antes de avanzar. ¿puedes ponerte de espaldas y quitarte la remera?
La muchacha asintió y se acomodó de espaldas a Domynic. Tomó la remera de Domynic entre sus dedos y se la quitó quedando sólo con su brasier. El joven se acercó más a ella para poder examinarle la herida pero tan pronto como puso sus ojos en Raven, su mirada se desvió a la figura de la muchacha. La chica tenía buen cuerpo: no tenía curvas marcadas pero eso no le quitaba belleza en lo absoluto. ¿cómo es que su novio le dijo que tenía mal físico? - pensó al instante sin comprender. Sus dedos empezaron a recorrer la línea de la columna vertebral de la joven causando un lleve cosquilleo en ella. Continuó descendiendo hasta llegar al broche de su brasier y allí se detuvo. El deseo de quitárselo volvió a aparecer. Era su oportunidad de verla sin ropa como había imaginado la noche anterior.
Raven, por su lado, se había percatado de las intenciones del vampiro. Se puso nerviosa. Sabía que no podía hacer nada para evitar que el muchacho le desabrochara el brasier si eso era lo que quería. Cualquier movimiento que ella hiciera sería más lento que el Domynic. Estaba en desventaja. Inconscientemente, sus músculos se tensaron. Domynic sintió esa tensión pero no supo si había sido un acto reflejo por su tacto o si era un signo de miedo de la muchacha. Y no iba a hacer nada hasta comprobarlo: tomó el mentón de Raven con suavidad haciendo que ella girara la cabeza a verlo. Cuando vio su rostro, el joven encontró de inmediato la respuesta a su duda: la muchacha tenía miedo. Lo pudo notar en su mirada. La misma mirada que tuvo su prima cuando la atacaron los licántropos. La misma mirada asustada que había visto reflejada en el agua del lago cuando se miró en él tras haber sido abandonado por su familia.
Automáticamente, el muchacho frunció los labios y asintió más para sí que para Raven. Le soltó el rostro y se dispuso, ahora sí, a examinar la herida de la joven. No había cicatrizado completamente pero había mejorado considerablemente durante la noche.
- la herida está mucho mejor. No debería molestarte ya. Pero lo más seguro es que te quede una marca en la espalda
La muchacha simplemente asintió. Pero en realidad no estaba pensando en la herida. Estaba pensando en lo que había hecho Domynic. Él había buscado su consentimiento... ella simplemente no esperaba eso del joven.
-era una herida bastante profunda así que no desaparecerá por completo... tu remera está en la cueva, te la traeré.
El muchacho se la alcanzó y luego se vistió él. Cuando ya estaban listos ambos, Raven consideró necesario decirle algo a Domynic por su actitud:
-oye - cuando obtuvo la atención del joven, añadió algo dudosa - gracias... tú sabes a qué me refiero.
-lo sé, y no tienes nada que agradecerme - ambos se miraron a los ojos por unos instantes hasta que Domynic decidió volver a hablar - Ahora vamos, nos espera un largo camino.
Caminaron un largo rato en dirección a las cordilleras. Domynic miró de reojo a Raven que estaba mirando hacia el piso. En su rostro, pudo notar una expresión pensativa. Raven se percató de que el joven la estaba espiando de reojo y sonrió levemente. Ella tambien lo empezó a espiar de reojo tratando de no cruzar miradas con Domynic. Pero no tardaron en coincidir al momento de espiar al otro. Ambos sonrieron avergonzados y bajaron la vista. Así callados continuaron el viaje, solo espiandose el uno al otro cada ciertos minutos, cada uno inmerso en sus pensamientos...
...
Hola! Lamento muchísimo la tardanza. Realmente queria subir este capitulo dado que lo habia empezado hace bastante tiempo pero tuve examenes en el medio y apenas tenia tiempo para afrontar todas las cosas de la facultad. Ahora que sí terminé con los examenes, les prometo una actualización mas rápida. Sin falta!Gracias por su apoyo y la comprensión!
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Mitades Perfectas: Condena [COMPLETA]
VampirPrimer libro de la bilogía Mitades Perfectas. Raven Anderson sueña con ser una diseñadora exitosa y tener una vida normal. Pero por sobre todo, sueña con encontrar a alguien con quien compartir su vida. Pero tras varios fracasos en su vida amorosa...