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Narra la autora:

Primero que nada... Hola mis hermosos lectores mágicos. ¡¿Como están?!, espero que bien. Sé que probablemente me odien por el capítulo anterior... pero son las cosas que tenían que pasar. También puede que se pregunten ¿Por qué les pones nombres tan complicados a los familiares de Cailin y Jade? Y si no se lo preguntan  no importa, porque igual estas leyendo esto y lo voy  escribir. 

Los nombres de los familiares son de demonios, aunque puede que alguno no lo sea. Claramente solo hay 1 diablo y es Lucifer, pero en esta historia todos los que pertenecen a la familia real del inframundo también son diablos.... pero no existen más nombres de diablos así que tendrán nombres de Demonios poderosos. Eso es todo. Esta parte del capítulo la voy a narrar yo así que disfrútelo...

(...)

Cara a cara.... Jade y su Tía Abrahel, también conocida como la reina de los Súcubos.  Dos de las mejores guerreras del inframundo.... pero esta vez estaban en el mundo mágico. ¿Abrahel sería tan fuerte como en su lugar de origen?  

Jade se preparaba, ella sabía lo que tenía que hacer pero guardaría lo mejor para el final..... el final de todo esto. Ella no uso la transformación de Diablo, ella solo se limito ha estar al mismo nivel que su tía, Jade ya tenía ganada esa pelea. 

Abrahel se abalanzo sobre ella dándole golpes, Jade le dio una patada  en la rodilla de su tía provocando que esta perdiera el equilibrio y cayera sobre ella. En ese momento aprovecho para cambiar los papeles, y ahora la que estaba arriba era Jade. Pero no la golpeo, mejor uso un hechizo de ondas sonoras bajas. 

Eso provoco que Abrahel comenzara a gritar y su padre se retorciera en el suelo. Las ondas sonoras bajas afectan a los diablos y demonios, por lo tanto los demonios ya no estarían y sus amigos podrían llegar más rápido hacia ellos. 

Abrahel la empujo con su fuerza inhumana y Jada salió volando pero uso su lado de vampiro y pudo aterrizar sana y salva. Jade estaba hecha una fiera, su lado demoniaco estaba hecho un manojo de furia. Sus ojos se volvieron rojos, su respiración empezó a ser agitada. Se levanto del suelo, ya que ella estaba arrodillada, y miro fijamente a su contrincante. 

Esta vez era por algo personal, esa pelea se volvió algo personal. Jade caminaba lentamente con un aire de ganadora, un poco engreída, como era su parte oscura. Abrahel la miraba desafiante, ella pensaba que había logrado lo que buscaba, ella pensó que logo sacar todo el poder de Jade. Pero no era así. 

Jade avanzaba con confianza mientras una risa baja se le escapaba de los labios. Esa era la verdadera Jade... esa era la Jade a la que todos en el inframundo respetaban. Pero ¿Y la Jade que en el mundo mágico conocemos? ella seguía ahí, solo que en este momento era mejor este carácter. 

Ella seguía soltando risas y avanzando, Abrahel miro a Dark y noto su cara de confusión y ¿miedo?.  Al notar eso los pelos se le pusieron de punta y empezó a retrocedes. 

Jade giro la cabeza de lado, como si estuviera mirando a su presa y en cierta forma lo era. Abrahel retrocedía y Jade seguía  avanzando, soltó una pequeña risa y vio a su tía con cara ganadora. 

Jade: ¿Qué pasa Abrahel? ¿Me tenes miedo?

Abrahel no contesto y se tropezó con su propio pie cayendo al suelo. Jade aprovecho ese momento para correr hacia ella con su velocidad inhumana, agarrarla del cuello y lanzarla por los aires perdiéndola de vista.

Lentamente se dio vuelta y miro fijamente a su padre. Dark aplaudía, y se acercaba a ella.

Dark: Me impresionas... no pensé que fueras capaz de derrotar a tu tía. 

La magia y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora