CAPITULO II "CHANI"

305 36 156
                                    

JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE

Mi hermoso varón había nacido el cinco de junio del año en curso, adelantándose y sacándome u susto que casi me lleva a la muerte, pero todo salió bien. Desde que supe que era un varón, comencé a llamarlo Sebastian, claro que iba a llamarse como su viejo, era algo natural.

— Oye Chani, hoy es el cumpleaños de tu viejo, vení acá, vamos a cantarle las mañanitas. — sostuve a mi pequeño de casi tres meses. — Anda vos, cantá, feliz cumpleaños a vos, feliz cumpleaños a vos, feliz cumpleaños querido viejo, feliz cumpleaños a vos. — a él solo le daba risa, tenía toda la cara de su viejo, me hacía sentir tan viva, era mi única razón para seguir. Me había encargado de que Chani escuchara la voz de Sebastian, así siempre lo recordaría, había videos de él por todos lados, era un alivio, mi bebé podría escuchar a su viejo para siempre. Lo coloqué en el portabebé y fuimos al cementerio, no se cumplía un año de que se había ido y había algo que quería contarle. — Vení aquí, vos, Chani. — lo sostuve y me acerqué al lugar en donde hace nueve meses había sepultado mi corazón, suspiré. — Sebastian, hoy hubieras cumplido veinticinco. — hice una pausa. — Sabes, he tenido una preocupación muy intensa estos días, me preguntaba que, si yo muero en muchos años más adelante, vos te verás de veinticuatro cuando nos encontremos de nuevo y yo seré una pasita, me da miedo llegar a los veinticuatro y pensar que vos te quedaste ahí, mientras los años me siguen atropellando como si este tiempo hubiera sido tan fácil, no hay día que no piense en vos, que no rece por vos y que no duerma esperando soñar con vos, espero que no estés preocupado, hemos cuidado mucho de Chani, me hubiera gustado que supieras que vendría al mundo, sé que eso te pudo transformar en el padre más feliz del universo y, es triste, porque vos no lo supiste, pero él aquí está, le enseño fotos de vos, le hablo de vos, parece que ama nuestras fotos del día de nuestra boda, sonríe y se agita cuando se las muestro, lo dejo escuchar tu voz, y que te vea en la televisión, no voy a permitir que te olvide, tampoco voy a permitir que le diga viejo a otro con las mismas intensiones que te lo diría a vos, sos su viejo, sos insustituible. — acomodé a Chani sobre mi pecho. — No he leído la carta, no creo hacerlo, si puedo hacerlo, cuando esté a punto de morir en unos años, lo haré, pero de mi parte, no puedo leerla y lo siento, leerla es aceptar que no volverás y en mi corazón se anidó una esperanza absurda, una que se niega a morir y que cree que un día llegarás a casa y me dirás "lucerito, ya volví, disculpa las molestias ¿Me extrañaste?" Y yo, con mucha emoción diría que sí, que muero a diario desde que no estás aquí y que Chani es la única razón por la que no te he seguido, te extraño con el alma, Sebastian, vendré aquí cada año, sin fallarte, hasta que un día glorioso, ya no tenga por qué irme más y me quede aquí con vos, para siempre, como debe de ser.

— A veces me pregunto lo que sucede al momento de la inminente muerte, si es que, es suficiente lo que decimos al momento de despedirnos de la gente que amamos, Bass pudo despedirse de su padre antes de morir, yo pude despedirme de Grace y de Elena antes de que murieran, pero no pude despedirme de él y, con certeza te puedo decir que, jamás hay tiempo suficiente para decir adiós, Hai. — suspiré.

✟ ᴛʜᴇ ʟᴀꜱᴛ ʀᴏʏᴀʟ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora