CAPITULO XXVI "EN LLAMAS"

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VIERNES 6 DE NOVIEMBRE

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VIERNES 6 DE NOVIEMBRE

Estaba destripando la información que Charles me había dado, nos encontrábamos en el Fallen, parece que este sujeto se toma las cosas muy a la ligera, mira que llamar Fallen a su club, qué osado. Exhalé el humo de mi cigarro mientras miraba las luces neón.

— ¿Qué estás pensando?

— Si él es Yoan Palacios, tiene mucho más que perder que nosotros, Charly.

— ¿De qué hablas?

— Creo que, la gran debilidad de todo hombre, es el amor de una mujer.

— ¿Jacqueline?

— No, la mujer que le dio la vida.

— ¿Quieres raptar a Roma Palacios?

— Creo que será la última oportunidad que tengamos para hacerle daño realmente, si quiere que devolvamos a su mami a salvo, que entregue los diamantes.

— ¿Vamos a devolverla?

— Sí, ella no es el objetivo, el objetivo son los diamantes, así podremos negociar sin dudas con los chechenos y podremos salir del bache en el que nos encontramos, cuando tengamos suficiente poder, los aplastaremos como si fueran unas malditas moscas.

— La doctora está en el hospital de Campo, al parecer, nadie sabe que es un Palacios, o al menos, ella no lo sabe.

— Estudié la zona, tengo todo listo, iré por ella esta noche mientras tú te quedas al frente, buscaré que esto sea lo más rápido posible.

— Estás loco.

— Es nuestra última jugada fuerte, no sé cuando se pueda presentar otra, haz bien tu trabajo que yo lo único que sé hacer, es perfeccionar el mío, nos vemos. — salí del club con mis hombres, realmente había venido a decirle a Charles todo el plan con la mamá de los pollitos, por el momento, Malik es intocable, está demasiado protegido, pero por cuidar una cosa, siempre, siempre, descuidas otra. Nos dirigimos al hospital de campo, su hora de salida era entre seis y siete y media, no me importa esperar ese intervalo si el resultado será tenerla, esperamos hasta la siete, en ese momento fue cuando apareció, la observé dirigirse a la camioneta y abordar, di la señal para mis hombres, eliminaron rápidamente a sus escoltas, me bajé de mi auto y tomé el asiento del piloto. — Doctora Palacios. — estaba petrificada, las manos le temblaban. — No se asuste, esto será demasiado rápido. — dos de mis hombres subieron con ella, que se mostraba serena, controlada y paciente. Conduje hasta la casa en donde la tendríamos, uno de mis hombres la cargó dentro mientras el otro llevaba la silla, una vez dentro, me senté frente a ella.

— ¿Cuál de los dos locos eres? ¿El que mató a Ares o el desadaptado social que su avaricia le hizo perder a sus hermanos? — tragué saliva.

— Es usted muy inteligente, doctora Palacios, soy el segundo.

— Ni a cuál elegir, ambos están muy dañados de la cabeza. — su seriedad me perturbaba, entonces pensé que, para menguar mi perturbación, tenía que perturbarla. — Mi marido vendrá por mí y como se enojará, mucho, estarás muerto, esta noche.

✟ ᴛʜᴇ ʟᴀꜱᴛ ʀᴏʏᴀʟ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora