CAPITULO XXIII "PIROTECNIA"

276 40 116
                                    

Los días pasaron y aunque no lo crean, Gibran entendió en su mente que no era necesario justificarse, ya que, en la escala de la cadena alimenticia, él siempre sería más que Eiden por el simple hecho de ser su padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasaron y aunque no lo crean, Gibran entendió en su mente que no era necesario justificarse, ya que, en la escala de la cadena alimenticia, él siempre sería más que Eiden por el simple hecho de ser su padre. Después de diez días de hospitalización, Malik por fin pudo ir a casa, esta vez no lo haría solo y al parecer, no lo haría nunca más.

— Montse. — Montse era la niña más feliz del mundo abrazada a Malik, y él como su padre, no le preocupaba que su hija estuviera recostada sobre su herida en el pecho. — ¿Sabes cómo salió Will de la cirugía? — cuestionó a Chiara.

— No ha despertado.

— Lleva diez días así.

— Podría tardar más, pero se encuentra estable.

— Le tengo coraje Chiara, te hizo daño.

— No era él.

— Sí, sí era él.

— No lo hubiera hecho voluntariamente, tenía mucho dolor, Malik.

— No me importa.

— ¿No querrás que muera verdad?

— No, si se va a morir, es porque yo lo voy a matar.

— Enojón. — los Palacios estaban realmente emocionados con la llegada de Montse a su familia, habían comprado juguetes y muebles para ella, en un par de horas, la habitación más grande de la mansión se había transformado en un departamento de una pareja joven con un bebé.

— Chiara.

— ¿Sí?

— ¿Quieres cenar conmigo esta noche?

— ¿Cenar?

— Sí, quiero cenar algo decente esta noche.

— Pero vas saliendo del hospital, Malik, debes descansar.

— Me siento bien, cena conmigo, por favor, podemos llevar a Montse con Jacquie y Yoan.

— ¿Estás contento porque recuperaste a tu hermano?

— Sí, estoy completo, ahora sí se van a tener que cuidar del tiburón Eiden Malik.

— Me parece perfecto. — Montse comenzó a salpicar a todo el mundo con su saliva, Malik cerró un ojo.

— Oye, eso no es de señoritas, las señoritas lindas no escupen en la cara de hombres lindos. — se acurrucó en el pecho de su papá, se sujetaba de su ropa, como si pensara que él, en algún momento podría irse. — No me iré a ningún lado, Montserrat, solo para que sepas, tienes permitido casarte hasta los, treinta y cinco, no vas a tener sexo hasta que te cases y por favor, no vayas a traerme a un artista o artesano como novio, quiero que sea un CEO o algo semejante, un maldito genio, no aceptaré algo menos a eso o de otro modo, te voy a encerrar en una torre custodiada por un dragón, el dragón, soy yo.

✟ ᴛʜᴇ ʟᴀꜱᴛ ʀᴏʏᴀʟ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora