CAPITULO XXXVII "DIOS KOMBA"

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VIERNES 15 DE ENERO

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VIERNES 15 DE ENERO

Me encontraba en el jardín jugando con Chani, de hecho, la mayor parte de mi tiempo la pasaba con él, es un bebé muy inteligente, se parece a su mamá en eso, debo agradecer que no se parezca a mí, cometí errores que no me gustaría que cometiera mi hijo, por eso espero que sea como su mamá.

— Oye ¿Tienes sueño ahora? — cuestioné al verlo frotarse los ojos, lo abracé.

— ¿Se queré dormir?

— Creo que sí, es muy listo, se parece a ti.

— ¿A mí? Pero si vos sos re brillante, amor.

— Es mejor que se parezca a ti, yo cometí muchos errores, el único que tu has cometido, es fijarte en un tipo como yo.

— Sos lo mejor que me ha pasado. — me besó los labios, con un movimiento ágil, me levanté del césped para entrar a casa, la noche se acercaba.

— A Chani le gusta salivar en mi prótesis, creo que piensa que soy armable. — le dije con gracia.

— Chani, papá no es armable.

— Solo la pierna se compra por separado. — entramos a la casa, fuimos a la cocina, mientras Hailee preparaba un biberón para Chani, lo senté en la barra. — Amigo, tienes sueño, quiero pensar que es tu ciclo normal de ser un lactante y no porque yo te parezca que apesto de aburrido.

— No sos aburrido, cielo.

— ¿Soy aburrido Chani? — mi hijo me miró, me sonreía mientras sus ojitos le decían que era hora de dormir. — Eres tan adorable. — Hailee se acercó, la tapa del biberón se cayó y se inclinó para levantarla, en ese momento, mi instinto me dijo que algo no estaba bien, miré hacia el acceso, mierda, tomé al pequeño con rapidez y puse la mano en la cabeza de Hailee para que no se levantara, los disparos cayeron sobre la isla de la cocina, la tomé del brazo y la guie al corredor, cerré la puerta de una patada, le di a Chani, que ahora lloraba.

— ¿Está herido?

— No. — respondí. — Llévalo arriba y ocúltate, ya sabes dónde.

— Vení con nosotros.

— No es momento de discutir ¿Has visto el libro gigante que se encuentra en el librero?

— Sí.

— Muévelo, se moverá un poco, suficiente para que entres detrás, hay una habitación, quédate ahí y no salgas por nada del universo.

— Sebastian.

— ¡Hazlo! no voy a tolerar que me desobedezcas ahora, no se trata de ti. — me besó y, muy inconforme, se fue por el corredor hasta la parte de arriba, yo me quedé en el piso de abajo, busqué la caja que venía de Camerún y saqué un arco más y varias flechas, miré por las sombras que eran varios hombres allanando mi casa, es el puto colmo, me quité la playera, me estorbará, tengo ese presentimiento, habían rodeado la casa, bajé el switch y la luz se fue en toda la casa, suspiré y esperé en el corredor, este corredor da acceso a toda la mansión, así que, esto será como jugar gato, tirando primero, y en el centro. Escuché al primero entrar por la ventana, usar armas, al menos para mí, sería mi muerte, el ruido delataría mi posición y no estoy con ánimos de morir otra vez, perfilé el arco, desde el umbral le disparé, la flecha se incrustó en su cuello, me moví cautelosamente, me barrí y lo detuve de caer poniéndole el pie en el pecho, después, le arranqué la flecha, siendo rápido, lo dejé caer sobre la parte trasera de mi rodilla, con un movimiento preciso, sujeté mi talón y tiré hacia atrás para romperle el cuello, lo senté en el sofá y me moví al sur de la casa, uno de ellos parece haberme visto, porque disparó en mi dirección, me oculté detrás de la pared, conté las balas que tiraba y cuando llegó el momento de cambiar el cartucho, fue mi turno, le disparé al segundo y a otro que se acercaba, esperé, por si es que escuchaba pasos acercarse, como fue negativo, corrí para tomar mis flechas, volvieron a dispararme, una de las balas rebotó y me golpeó mi cadera izquierda, me deslicé por el suelo y volví a disparar flechas, esta vez, llegaron cuatro hombres más, pude dispararles sin problemas, recuperé mis flechas, en el corredor, me encontré con otro sujeto, al que derribé de un golpe, no estoy para tener una pelea entretenida ahora, caminé hasta la sala, cuando, de pronto, escuché aplausos de una persona a la que no pude, de inicio, identificar.

✟ ᴛʜᴇ ʟᴀꜱᴛ ʀᴏʏᴀʟ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora