Estando tan cerca de descubrir su verdadera identidad, Yoan Palacios incursionará la odisea de vuelta a casa topándose con toda especie de noticias.
Negado a seguir perdiendo, se sumergirá en turbias aguas con el objetivo de conseguir las respuesta...
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La única forma en la que podría ver a mamá, es teniendo a todos los Royal reunidos en la casa de mi novia, papá se encontraba en stand by, así que podría verla sin que alguien interviniera. Llegué al hospital, tuve que escurrirme para poder llegar hasta la UCI, revisé las habitaciones, papá se encontraba en la seis, estaba noqueado y no se miraba bien.
— Vaya, señor, si estuviera consciente ya me hubiera azotado contra la pared. — susurré antes de cerrar la puerta y buscar a mamá, finalmente la encontré, ella estaba en la habitación trece, me ajusté el cubrebocas y la tomé de la mano.
— Doctora. — susurré. — Doc. — abrió los ojos, cuando me miró, los abrió mucho y presionó mi mano.
— Jason.
— Tranquila, aquí estoy.
— Oh, cariño ¿Qué te pasó?
— Me caí de las escaleras, es una larga historia ¿Cómo se siente?
— Bien ahora que estás aquí, Malik volvió, me siento completa.
— Yo también. — y las razones, eran básicamente las mismas. — Tiene que estar tranquila ¿De acuerdo? No puede seguir peleando con su marido, tiene que perdonarlo, es humano, uno superior al resto, pero no deja de ser humano, usted y yo hicimos mal y lo sabe.
— Pero...
— Pero nada señora mía, tiene que permitirle a su marido volver a casa ¿Sino cómo se va a dar cuenta que está equivocado conmigo si usted se pone igual que él?
— Tienes razón, te noto diferente.
— Es el golpe en la cabeza, se lo aseguro.
— Te siento más, ligero.
— Bajé de peso.
— Sabes a lo que me refiero.
— Ya se lo contaré después.
— Te extrañé.
— ¿Extraña tener a su hijo llorón en su consultorio?
— Extraño a mi hijo dulce.
— Mamá, ya no puedes ser mi doctora, va en contra de la ética.
— No importa, quiero seguir viéndote, te ves cansado.
— No he podido dormir muy bien.
— ¿Qué sucede?
— Me quieren matar, eso sucede, pero no es lo que me preocupa.
— Me preocupa que quieran matar a mi hijo. — Dios, si me vuelve a decir así me voy a soltar a llorar y le diré la verdad. — ¿Viste a Malik?
— Noupe, no lo he visto, pero me enteré que volvió.
