CAPITULO IV "EL PRÍNCIPE DE NICOLÁS MAQUIAVELO"

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DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE

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DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE

Había recibido una llamada del arzobispo, me quería ver antes de la reunión con los miembros y no tuve problema en ir a su lujosa mansión.

— Dorian, bienvenido.

— Muchas gracias, excelencia. — hice una reverencia antes de saludarle con cortesía.

— Te ves muy bien hoy. — eso me dice que lo que necesita decirme no es algo de lo que deba alarmarme.

— Gracias, trato de ser lo más formal que se pueda independientemente de que soy un policía.

— No eres cualquier policía, pero esos son detalles, toma asiento Dorian ¿Cómo está tu familia?

— Muy bien excelencia, conformes con los resultados.

— Bien ¿Cómo vamos con la importación del krokodil?

— Excelente, es barata y muy adictiva, nos quedaremos con el mercado pronto, excelencia, a tal grado de que los demás clanes ya no tendrán negocio rentable, de tal modo que tendrán que irse de España para no tener más perdida.

— Vi el reporte que hiciste, es impresionante que el plan haya salido como queríamos, digo, salvo sus inconvenientes que supimos resolver muy bien, ellos estaban tan ocupados de sus asuntos que, no tuvieron tiempo de poner atención a lo que se venía ¿No es excelente?

— Lo es, señor. — dije sonriendo levemente.

— Hiciste un gran trabajo con Jason Briar, sin embargo, tenemos que acabar con la moralidad de los que quedan.

— ¿A qué se refiere señor?

— Es natural que la pérdida de Sebastian Magnusson y la desaparición de Jason los tiene tras la línea, tenemos que hacer que se queden ahí, Dorian.

— ¿Cómo?

— Ese es tu trabajo, no desperdicies la posición que te he dado en la organización, haz lo que tengas que hacer para mantenerlos ahí, te aconsejo que, para no hacer esto más grande, mantengas a esos a raya con lo que ya tenemos, ocupa a Sebastian y a Jason para herirlos, te lo dejo a tu criterio, pero tiene que ser ya.

— Está bien, me haré cargo personalmente del asunto.

— Vigila las cuentas, que el dinero esté intacto, no quiero errores, si te equivocas harás enojar a gente poderosa, no olvides que en este negocio tú y yo solo somos dos títeres más, trabaja bien y tendrás tu recompensa.

— Sí, excelencia, así será.

— Ve con Dios a casa, hijo.

— Gracias. — salí de la mansión y pensé seriamente lo que tendríamos que hacer, llamé a mi gente y fuimos al cementerio.

— ¿Qué haremos jefe? — di las instrucciones que me parecieron las más adecuadas para la situación, mis hombres me miraban esperando que les confirmara lo que les había pedido, no querían hacerlo y los entiendo, en su lugar tampoco querría hacerlo, pero ordenes son ordenes y como ya dijo el arzobispo, solo somos títeres de este juego en el que solo uno podrá ser el vencedor, mientras hacían el trabajo saqué un cigarrillo y comencé a fumarlo, en cuanto lo terminé, dejé a mis hombres trabajando, tengo más cosas qué hacer aparte de mantener a los clanes restantes justo donde están, este será el golpe moral más interesante y bizarro que se me ocurrió. 

✟ ᴛʜᴇ ʟᴀꜱᴛ ʀᴏʏᴀʟ ✟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora