Capitulo 39

2.1K 113 0
                                    

Diana se sienta a mi lado en el sillón y apoya su cabeza sobre mi hombro. 

—Estoy agotada —dice de forma cansina. 

Sonrío. 

—Perseguir a un niño de dos años es agotador, ¿verdad?

Se endereza en su lugar mientras asiente, bosteza y voltea a ver a Cody que corre en dirección a su padre. 

—Lo es —murmura—. Gracias a Dios a Logan se le ha ocurrido que puede cuidar de él un rato.

Observo la escena detrás nuestro y me quedo conforme con lo que veo. Justin y Hannah ordenando y limpiando la cocina a lo lejos, Logan y Jacob hablando mientras el pequeño Cody juega entre ellos, y Macy jugando con su hermano Harry en el suelo. 

—Me hace feliz ver esto —comento. 

Diana voltea a verme y sonríe. 

—Es lindo. Hacía mucho tiempo no teníamos una noche como ésta. 

—Lo sé —digo asintiendo—. Podemos hacer que se repita las veces que quieran. 

—Cuando tengas que perseguir a Leah por toda la casa ya no dirás lo mismo, querida —dice de forma divertida—. Hasta los diez u once meses tienes tiempo de organizar, ya luego te recomiendo que no salgas mucho si no quieres andar agachada detrás de la niña.

Río divertida. 

—Me parece hermoso correr detrás de un niño. 

—Estás completamente loca. 

Ruedo los ojos. 

—Estoy loca, lo sabemos desde siempre. 

Diana tira un brazo por sobre mis hombros para acercarme a ella y abrazarme de forma tan cariñosa que hace que mis corazón se estruje de amor por completo. 

—¿Todo bien con Justin? —Pregunta casi en un susurro. 

—Mejor que nunca —respondo en otro susurro. 

—¡Diana, Cody tiene sueño!

—Claro, Diana tiene que dormir al niño porque Logan no puede con todo —se queja poniéndose de pie—. A ver, niño vamos a descansar. 

Largo una pequeña carcajada y me acomodo en el sillón. Cierro los ojos por unos segundo imaginando como va a ser la próxima de nuestras cenas y nuestra pequeña nueva integrante lloriqueando durante toda la noche. Sonrío. Anhelo tenerla en brazos y llenar su pequeño rostro de besos amorosos de madre. Mi corazón se consume de felicidad y ansiedad por mecerla cuando llore, por acariciar su rostro mientras duerme, por levantarme por las noches a ver qué es lo que ocurre y alimentarla con mi propio cuerpo. Abro los ojos y me encuentro con Justin observándome. 

—Creí que estabas dormida hasta que te vi sonreír. 

Palmeo el sillón a mi lado para que tome asiento. Pasa su brazo por mis hombros haciendo que recueste mi cabeza en su hombro. 

—¿Tienes idea de lo feliz que estoy? —Pregunto murmurando. 

—Tú no tienes idea de lo feliz que me haces ahora mismo. 

Sonrío sabiendo que mis ojos están llenos de lágrimas. Me acomodo aún más cerca de su cuello. 

—Tía Isa, ¿puedo hacerle cariños a Leah?

Me enderezo para encontrarme con Macy observándome con sus grandes ojos verdes bien abiertos. Subo la blusa hasta poco más arriba de mi ombligo. 

—Habla con tu prima —le digo cariñosamente.

Macy se arrodilla en el suelo y coloca su mano en mi vientre. 

—Hola, Leah yo soy Macy y ya quiero verte de una buena vez. —La niña de cuatro años se inclina y coloca el oído sobre mi vientre—. ¿Cómo estás?

Justin larga una pequeña carcajada al ver que la niña espera una respuesta. 

—Macy, Leah te escucha pero no puede responder. 

Sus cejas se fruncen alejando el rostro de mi panza. 

—Vale. Entonces Leah cuando salgas de allí quiero que seamos muy muy muy buenas amigas porque estoy segura de que serás genial. 

Siento mis labios formar una sonrisa. 

—Yo también quiero hablar con Leah —dice Harry empujando a su hermana. 

Macy se pone de pie enojada y cruzando sus brazos sobre el pecho le muestra la lengua a su hermano mayor. 

—Hola, Leah yo soy Harry y tengo seis años. ¿Quieres que seamos amigos también?

Justin y yo cruzamos miradas. 

—No puede responder —le avisa Macy—, pero es mi amiga. 

—También mía. 

Macy niega con la cabeza. Harry se muerde el labio inferior y luego se inclina hacia delante para darle un beso a mi panza. Río divertida porque el roce de sus labios me hace cosquillas. Bajo la blusa. 

—Leah va a ser amiga de ambos, ¿si? 

Macy vuelve a negar con la cabeza. 

—Yo le dije primera —murmura como excusa—. Aparte Harry es un perdedor. 

—¡Oye! 

—Niños, basta. —Hannah toma a Macy en brazos—. No pelees a tu hermano, ¿vale? 

—Leah es mi amiga —dice enojada— y Harry quiere quitármela. 

Hannah nos mira a mí y a Justin, luego dirige su mirada a los ojos enfadados de Harry y por último baja a Macy, se coloca a su altura. 

—Leah va a ser amiga de ambos siempre y cuando sean buenos con ella, ¿vale? No peleas, niños. 

Harry sale corriendo y Macy corre detrás de él. Los sigo con la mirada hasta que se pierden en la cocina, un ruido, otro y Hannah corre detrás de ellos. Justin me mira por unos segundos. 

—¿Segura de que tú estás lista para vivir cosas como estás con nuestros propios hijos?

—Disculpa, ¿hijos?

Frunce el ceño. 

—No vamos a tener sólo a Leah, Bella. 

Claro, podría imaginarme una vida con, por lo menos, tres niños. Pero la idea de estar aterrada durante nueve meses, tres embarazos, no me agrada en lo absoluto. Quizá deba ser mejor que, de una buena vez por todas, haga terapia por la pérdida de Max. No es sano vivir con miedo y que deje de dolerme su muerte no estaría significando que vaya a olvidarme de él y del niño que alguna vez pateó dentro mío. Es simplemente seguir adelante porque la vida no se detuvo y los días siguen corriendo. La elección está en quedarse viviendo con miedo o intentar seguir adelante, recordando, pero no sufriendo. 

Save Me. {j.b}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora