Cap 1

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"Siento como mis rodillas
ceden bajo el peso de mi cuerpo
no entiendo que me pasa
¿Qué es este dolor interno?
Siento como si mi Alma
se fracturada en mil pedazos
Lo único que ahora quiero
es acurrucarme entre tus brazos
¿Porqué te fuiste?
Aunque no te culpo
Lo que quiero ahora es llorar
Y un abrazo tuyo es lo que necesito    más.
Cual rosa cuando sus petalos abre
Justo ahora me siento culpable
No sabes cuánto te extraño...
Más fuerte estaré...
Cuando lo que realmente quiero es estallar en llanto"

-Ay, madre- Hablo con voz casi inaudible- Cuanto...cuanto te extraño- agrega mientras suelta lágrimas desconsoladamente en silencio, además... nadie podría oír su sufrimiento, pues vivía sola.
Nuestra pequeña eriza, no tan pequeña pues tiene casi 15 años, se levanta de su cama, y se encamina lentamente hasta quedar enfrente de la ventana de su habitación.
-

La noche es tan hermosa... Me recuerdan a tus ojos, mami.- Deja caer otra agria lágrima-¿Sabes?- agrega con una pequeña sonrisa aún mirando al cielo- Me encanta hablar contigo y escribirte poemas, me hacen...me hacen no olvidarme de ti.- nuevamente empezó a llorar en silencio. - ¿Porque? ¿¡Porque!?- preguntaba al silencioso aire que chocaba contra sus mojadas mejillas- ¿Porque a ellos....y no...y no a mi...?-
Recordaba todo perfectamente...

7 años atrás

Gitz: Amy, no tengas miedo- reia su madre, una eriza amarilla con ojos celestes.
Amy: P-pero mami... no puedo...tengo miedo de caerme.
La eriza mayor la miro con seriedad.
Gitz: Amelia Rose, soy tu madre. Jamás ni en un millón de años luz te dejaría caer.
Amy:-suspiro- Ok.
La pequeña eriza de tan solo 7 años de edad se subió a los hombros de su madre, en celebración por su Victoria de una carrera de agilidad.
Gitz:Eso es -rie- cuando tu papá y yo éramos jóvenes el siempre me hacía esto- desvió la mirada con tristeza contenida no quería que su hija la viera en un momento débil, su marido, el padre de la eriza rosada, había muerto en una batalla contra Infinite, en ese momento, Dero, su padre, era considerado el erizo sin miedo, no le temía a nada.
Hasta que Infinite lo destrozo sin piedad, en ese momente Gitz estaba embarazada de su única hija...Amy Rose.
Mientras la pequeña rosada celebraba aún en los hombros de su madre, un estruendo se hizo presente en la habitación.
Delante de toda la destrucción causada se alzaba la figura de un erizo negro con vetas verdosas y sin aparentar tener boca.
- Gitz Rose -rio el erizo- nos volvemos a ver.
Los ojos de la eriza amarilla centellaron en miedo, ya había escondido a su hija en un lugar seguro, sacudió con brío la cabeza y al volver a alzar su vista hacia aquel veteado en sus ojos ya no había miedo sino que relucian en odio puro. 
- ¿Qué haces aquí, Mephiles?- pregunto con una nota de desafío en su voz.
- Vengo a tomar lo que es MIO!!- Respondio con odio- ¿Donde esta ese inútil error que tu y ese idiota de Dero llamaban "hija"?-
- No es un error!!!- dijo a gritos la eriza mayor- Aquí el único error eres tú, experimento no deseado!!!
Los ojos del erizo se cerraron levemente para luego soltar una débil risa, que poco a poco se fueron convirtiendo en carcajadas psicópatas
-Lo quise hacer por las buenas, Gitz...tu complicaste todo- saco un arma y disparo sin darle tiempo a la eriza amarilla para moverse o siquiera reaccionar.
Amy que observaba todo desde su escondite, sabía que no podía gritar su dolor, solo se dejó caer lenta y silenciosamente al suelo de rodillas.
-¿Porque?- pregunto entre susurros- ¿quién es el?, ¿porque me quiere a mi?...¿porque la mato a ella?- se hecho a llorar en silencio y decidió, después de unos momentos, escarpar y buscar un lugar seguro donde quedarse.

                             ...(...)...

Mientras caminaba por los túneles por los que su mamá le había enseñada a escapar en casi de emergencia, pudo escuchar la voz de ese erizo desconocido:
- ¡Busquen a ese error y traiganmelo!, no me importa si me la dan viva o muerta.
En el pecho de la eriza crecía una inmensa furia contra ese desconocido, que, aunque como ya lo habíamos aclarado, no lo conocía ni recordaba, ya lo odiaba profundamente.
-Te juro mami...¡¡TE JURO!! ¡¡QUE VENGARE TU MUERTE,MADRE!!...
Aunque sea lo último que mi cuerpo logre hacer...te prometo...te... lo prometo- dijo para volver a llorar en silencio mientras avanzaba por los infinitos túneles.

Dos polos distintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora