POV ¿?
Me das asco
Me das pena.
Me das lástima.
...
M-me...
Ugh...
¡Maldita sea!
¿P-porque tenías que tomar esas llaves?
¿¡Porque!?, joder.
¿Porque...?
Por ese maldito auto ahora te has ido...
M-me dejaste...
Tu...tu prometiste que no lo harías.
¡Lo prometiste, infeliz!
Lo...lo prometiste cuando ella murió...
Y...
Y yo te hice romper esa promesa.
Yo...
Yo estoy aquí...
Y-yo te cuido...
Pero no me dejes...
Por favor...
Por favor, no me dejes.
No me dejes, hermano...
T-te necesito...
¡Te necesito mucho!
¡Por tu culpa ahora estoy llorando en esta camilla!
Junto a ti...
No me dejes...
O al menos...
No me olvides.
No quiero llorar por ti en frente de un ataúd.
No quiero...
Ya lo hice una vez, con alguien a quien amaba.POV Amy
Me dirijo al Hospital.
Shadow me dijo que estaba allí con Sonic.
Sonic...
Dios, ¿cómo fue que pasó esto?
¿Cómo fue que ocurrió?.
No logro asimilarlo.
Esto...
¡Esto es horrible!
Shadow...
Shadow se va a volver loco.
Tengo miedo por Sonic.
Tengo miedo por lo que pueda pasar.
...(...)...POV Normal
- ¿¡Pero que mierd*!?- La eriza estaba en el suelo, había sido golpeada.
- ¡Esto es tu culpa!- El azabache se alzaba sobre la figura de la rosada. El había sido su agresor. Empujándola contra un mueble y cayendo sucesivamente.- ¡Estaba peleando por ti!. ¡Tu eres el problema!, ¡Tu siempre eres el problema!.
- ¡Yo no tengo la culpa de nada, idiota!- La eriza se levantó del suelo.- No voy a permitir que me hagas esto, ni de que me incrimines falsamente.
- Oh, cállate. Tu voz es irritante. ¿Sabes lo que va a pasar? Tu, vas a sentarte en esa silla, vas a esperar a que el doctor llegue y le vas a decir que tu vas a donar la sangre que mi hermano necesita. ¿Entiendes?.
- Escuchame, grandísimo estupido. Tu no me vas a decir que hacer, y si yo lo hago es por que yo quiero ayudar a Sonic, no porque te tenga miedo. Me vale un demonio que tan enojado estés, infeliz, pero a mi no me manda ni tu ni nadie, así que me respetas como la persona que soy. Me importa un remerendo rábano si te estás quemando de la furia por dent- La eriza enmudeció. Rememorando su sueño, mejor dicho, pesadilla de la noche anterior. Recordando al azabache agonizando del dolor que según sus palabras venían de una gran quemadura que se extendía por todo su cuerpo. Ahora entendía. Ahora entendía todo. Un gran temor la invadió. Recordó la siguiente persona que grito de agonía. Eva. Abrió sus ojos como platos.
- ¿Que te pasa? ¿La verdad ya te entro en tu jodida cabeza?- Sus palabras le salían atropelladamente. Cortadas por la furia que las manejaba. Temblorosas por el dolor que las provocaba. Señidas de ira. E inconscientes al hablarlas.
La eriza volteo a verlo. Con miedo en su mirada. Pero el temor no era provocado por el.
Afianzó su bolso y corrió fuera del hospital.
El azabache se tambaleó por toda la habitación.
Estaba tan inconsciente de su comportamiento provocado por la ira, la culpa y el sufrimiento que se sentía mareado.
Cayó desmayado al suelo.
Exhausto.La eriza corría descontroladamente. Sentía como si sus pulmones fueran a explotar de un segundo a otro.
Pero no podía parar.
Había algo en ella que la hacía seguir corriendo.
Así es, el miedo.
Tenia miedo.
Seguia acelerando su paso continuamente.
Corriendo algunas veces más rápido que otras.
Había dejado a su hermana con Mephiles.
Y todo el problema dado el día anterior provocaba un escalofrío ante las posibles reacciones del mayor hacia la pequeña por su evidente preferencia por Amy. Las palabras notablemente afectaron el juicio del veteado verdoso, y al quedarse solo con la menor nadie sabe que podría hacerle.
Antes de haberse dado cuenta, se había pasado de la casa de su padre.
Volvió rápidamente sobre sus pasos y entró por el portón dorado con negro.
Sentía las piernas entumecidas por el cansancio. Pero igualmente entró con rapidez.
Se escuchaban murmuros, o bueno, palabras. Pero dado que la eriza estaba lejos de donde provenían estas casi no las escuchaba.
Se acercaba sigilosamente al lugar.
Al encontrarse en el margen de la puerta se hizo a un lado, pegándose a la pared.
Asomo su cabeza lentamente, deslizando su mano y su vista al mismo lugar y al mismo tiempo.
Abrió los ojos de la sorpresa al ver a su mayor y a su hermana charlando apaciblemente en una mesa. Mientras comían bizcochos y tomaban café (deduccion de la rosada por el color y el vapor que salía de la bebida)- En serio, me estoy volviendo loca.- Susurro para si misma mientras colocaba una mano en su frente y cerraba los ojos con alivio.
Se dirigía a la salida hasta que un grito y un sonido de varios platos rompiéndose le erizo las púas.
Las pupilas se le contrajeron del susto.
Su pecho temblaba por las fuertes palpitaciones de su corazón acelerado.
Sus manos empezaron a sudar.
Y su cerebro empezó a imaginar los peores escenarios posibles.
Corrió a fijarse a la cocina.
Tomando su bolso en sus manos, lista para noquear a su padre si era necesario.- ¡Dios mío!- La eriza escucho la voz de su menor, la cual hablaba con preocupación, haciendo que la rosada se detuviera en el margen de la entrada a la habitación. Pegándose a la pared, escuchando lo que sus familiares decían.- ¿Se encuentra bien señor Mephiles?.- Esta pregunta hizo comprender a la chica que el herido había sido su padre y no su hermana. Relajándose a la vez que se sentía culpable por preferir que su padre fuera el que se lastimaba.
- S-si, dulzura. Estoy bien, jeje. No te preocupes.- La voz grave del erizo también alivio a la rosada.
- Debes relajarte, Amelia.- Se dijo a si misma- Tu misma te asustas, jeje...
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Dos polos distintos
Teen Fiction¿Puede florecer algo en un lugar donde no hay tierra, ni sol, ni agua...? ¿Puede una rosa crecer en un desierto? ¿Puede el desierto cambiar para cuidar a la rosa? ¿Qué están el uno dispuesto a sacrificar por el otro? Y, ¿Por qué lo estarían?