Cap 25

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POV Normal

2:18 AM.

Todo estaba apacible, el silencio solo era roto por las tranquilas respiraciones de la rosada.
Todo parecía en orden.
De repente, un ruido se hizo presente, despertando y, a la vez, alertando a la eriza.
Está miro en todas direcciones, aún adormilada.
No se veía nada, ni nadie.
Volvió a dormir...
En sus sueños se filtraron recuerdos, pero...no eran de ella.
Se agitaba en la cama.
No sabía que pasaba en su mente.
Aparecían sujetos extraños, y un erizo, que la rosada jamás podría olvidar.
Pero, sus recuerdos sobre el no eran desagradables.
El erizo la cargaba y la montaba en sus hombros, jugaba con ella.
Le parecía confuso, porque aquel erizo que había matado a su madre, no tenía relación alguna con ella. O bueno, eso era lo que creía.
Ay, pobre Amelia. Hay verdades que es mejor que no salgan nunca a la luz.
Un recuerdo en específico se hizo más duradero.
Se veía al erizo de vetas verdes en el hospital, junto a la camilla de Gitz, su madre.
La eriza rubia acababa de dar a luz.
El verdoso sostenía a la bebé en sus brazos, mientras la miraba con ternura.
- Amelia, ese es tu nombre. ¿Te gusta?- Empezó el de las vetas.
- Je, Mephiles, es una bebé, no te va a contestar.
La bebé movió una manita y la coloco en el rostro del erizo.
- ¿Qué decías?.
- Oh, vamos. Solo te tocó la cara. Jejeje.
De repente el recuerdo de desvaneció, con el tacto de una mano en su cara.
La eriza despertó.
Pudo ver frente a ella, a un sujeto encapuchado. Que le tocaba el rostro.
La eriza se asustó, puesto que sabía que no era un doctor.
-No te haré daño, si vienes por las buenas.
- No iré con nadie- Respondió firmemente.
- Bueno, tu lo complicaste todo, Amelia.

Esas palabras hicieron que un recuerdo le explotará en la cabeza...

~Flashback~

Hace 7 años

-Tu lo complicaste todo, Gitz.- Dicho esto disparó, sin darle tiempo a la eriza rubia de moverse o tan siquiera reaccionar.

~Fin del Flashback~

- ¿Quien eres?- Empezó la rosada, temiendose la respuesta.
- Eso lo averiguaras solo si vienes conmigo.
- Que yo no me iré con nadie.

Al parecer el encapuchado se canso de los juegos y se abalanzó contra la rosada.
Está reacciono rápido, y agradeció que las heridas hubieran sanado tan bien y rápido.
Cojio unos objetos que encontró en la mesa de noche que había junto a la camilla y golpeo con uno al sujeto.
El erizo la agarró de los brazos y la levanto bruscamente de la cama.
La rosada pateó y le lanzó un puñetazo en la cara, también agradeció la clases de boxeo que había estado recibiendo desde años atrás.
Peleaba bien, y de vez en cuando empujaba al sujeto hacia los muebles.
Pero el erizo no se quedaba atrás, también la empujaba y la golpeaba, pero no tan fuerte como la eriza espero.
Finalmente la adormeció, y la arrastró por la ventana. Por suerte para el veteado, solo estaban en el primer piso.
Se bajó por ahí, junto al cuerpo inmóvil de la eriza, desapareciendo en el frío de la madrugada.
Pasaron unos pocos minutos hasta que un guardia entro para ver porque había tanto jaleo.
Vio que no había nadie en la camilla.

- Mmmm, de seguro la enfermera la acompaño al baño. Le informaré de esto al doctor, por la mañana.

...(...)...

POV Sonic

- ¿¡Qué!?, ¿Haz perdido la cabeza?
- Déjame revisar...¡No!, Sonic, trata de entenderme, ¿Ok?.
- Yo también quiero rescatar a Amy, pero ni siquiera sabemos a dónde se la llevaron.
- No...
- Tampoco sabemos quien de la llevó.
- B-bueno...
- No tenemos la información que necesitamos para poder rescatarla, si vamos así lo único que estamos haciendo es ponernos en peligro tanto a ella como a nosotros mismos. Nos convertiríamos en un blanco más fácil.
- ¿Y como supones que recolectaremos la información necesaria?.
- No lo sé, Shadow.- Este terco me está sacando de la casillas. Se que quiere rescatar a Amy, más si siente por ella lo que yo creo que siente...Pero, como ya dije, no tenemos lo que necesitamos. Y esto solamente podría empeorar las cosas. Ni siquiera se sabe la razón de porque se la llevaron.
Puede ser para tenerla como rehén, o para venderla a alguien o-o para vender órganos o trata de personas...
Necesitamos encontrarla.
Yo necesito encontrarla...

POV Normal

Se veía una bodega enorme, oscura, apenas iluminada por unas bombillas pequeñas que colgaban del techo.
La eriza se encontraba atada, mientras recuperaba la memoria.
Al darse cuenta de las ataduras trato, en vano, de zafarse.
De repente, en frente de ella, se encontró al erizo de vetas, caminando desde la abrumadora oscuridad.
- ¿Qué quieres?- Dijo levantando la cabeza hacia el veteado.
- Creeme que no te quiero hacer daño, solo quiero hablar.
- ¿Así como hablaste con mi mamá?.
El erizo guardo silencio.
- No, solo hablar.
- Bien, de que quieres hablar, ¿Me podrías pasar una tacita de té?- agregó con sorna.
- Tienes la libertad de preguntarme lo que sea, lo que quieras saber.
Eso dejo bastante sorprendida a la eriza, que, en el fondo, se moría de ganas de preguntarle un millón de cosas que la vivieron atormentando.
- Ok...¿Quien eres?- Empezó la rosada.
- ...
- ¡Respóndeme!
- Suspira- Yo soy...soy tu...ahg.
La rosada levanto una ceja.
- Eres mi...- Dijo esperando respuesta.
- Soy tu padre, Amelia.
Eso solo le provocó risa a la oji-jade.
- Si, claro. Mi padre era Dero.
- Oh, no. Eso era lo que Gitz quería que créyeras...
- ...Habla.- Le dijo la eriza, esperando que le contará la verdad, o lo que para el erizo era la verdad.
- Ok...
Todos los sentidos de la eriza estaban en acción, poniendo sumo cuidado a todo lo que estaba por decirle el veteado.
- Tu madre y yo salimos un tiempo, antes de que ella conociera a Dero.
Poco después nos peleamos por algo, y entonces el "Erizo sin temor"- dijo haciendo un ademán con las manos, simulando asco.- entro en escena. Tu madre, Gitz, se enamoro de Dero, y todo eso. Pero claro, ella tampoco se había olvidado de mi. Nos arreglamos y seguimos como amigos, pero creo que ella ya no lo veía así. Poco después, Dero le propuso matrimonio, y Gitz no sabía qué decirle. Porque sabía lo que estaba haciendo. Paso días en ayuno, noches en vela. Hasta que decidimos dejar de vernos, por el bien de ambos. Gitz acepto la propuesta de Dero y ellos se casaron. Pero no mucho después Gitz se dió cuenta de que estaba embarazada, le parecía raro, ya que nunca tuvo relaciones con Dero. Entonces cayó en la cuenta, el bebé no era de Dero...sino mío. Poco después de que ella se diera cuenta de ello, Dero murió a manos de Infinite. Luego me llamó a mi, para decirme lo del bebé. Yo accedí a ayudarla con el, la acompañe el día del parto, y cuide de la bebé, que eras tú, hasta que cumplió un año.
Entonces Gitz y yo tuvimos otra pelea, pero una muy fuerte. Yo...yo estaba tan enojado que...que le pegué.
- ¿¡Qué hiciste que!?.
- Dejame terminar...
Entonces ella y yo definitivamente nos distanciamos, yo me fui a vivir un poco más lejos y ella se quedó dónde estaba.
Intenté pelear tu custodia por mucho tiempo, pero nunca me la concedieron.
Creciste creyendo que Dero era tu verdadero padre. Y ella ni siquiera me dejaba visitarte.
Me enfurecía el hecho de que yo siempre la ayude y ella me dió la espalda.
Planee como vengarme y...creo que lo demás ya lo sabes...
- ¿¡La mataste porque no te cedió mi maldita custodia!? ¿¡ESTAS MAL DE LA CABEZA!?.
- No...y ahora me arrepiento de lo que hice...
- ¡El ahora no sirve de nada!, ¡Ella ya no está!.
- Lo se...
- Además todo fue tu culpa, ¿¡COMO SE LES OCURRIO SALIR MIENTRAS MI MAMÁ ESTABA CON DERO!?. ¡¡ESO ES ESTAR MAL DE LA CABEZA!!.
- ¡¡También fue la culpa de tu madre!!, No solo mía.

Los gritos se escuchaban por toda la bodega, eran tan fuertes que las bombillas temblaban.
La eriza bajo la cabeza, mientras todas sus fuerzas se evaporaban. Lloraba silenciosamente, ahora que sabía la verdad.
- ¿P-porque me dices esto?- preguntaba mientras las puas le tapaban gran parte de la cara.
- Porque, después de tanto tiempo, no quiero que sigas viviendo en una mentira.
- ¿Porque tenías que matarla?- preguntaba débilmente.
- No estaba en mis cabales, me comportaba como un animal por la furia. El dolor de que una hija mía creciera en otro lado, sin ni siquiera saber de mi existencia. Y ahora me arrepiento de que el primer recuerdo que tuviste sobre mí fuera el de tu madre muriendo por mi culpa...
- Y-yo...te...te odio...- dijo para caer desmayada por el hambre y sin fuerzas por estar tratando de librarse de sus ataduras.
El erizo de agachó, para quedar a la altura de la rosada.
Le aparto las puas de la cara, y le dió un beso en la frente.
- Lo se...todo es mi culpa. Juro que haré lo que sea para remediar lo que hice.
Dicho esto se levantó, desató a la eriza y la cargo estilo princesa.
Desaparecio con el cuerpo somnoliento de la eriza, y se metió en la oscuridad de la noche, para desaparecer entre los alrededores.
Poco después, la puerta del almacén de cerró.

Dos polos distintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora