Epílogo

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Me preparé para ir al tribunal para la lectura de cargos. La noche anterior, mientras me hundía en mi miseria, los oficiales me habían entregado la nota del juez, diciéndome que debía presentarme al día siguiente a las 9 a.m. Así que aquí estaba yo caminando toda cubierta por los pasillos del tribunal, acompañada de los oficiales.

Como siempre los malditos periodistas hacían de la información todo lo que se les cantaba, tergiversando mis acciones pero raramente no manchaban la imagen de ningún idol. Solo decían que yo los acosaba y pasaban fotos de mi frente a las agencias.

Lo raro es que solo Park Jin Young, me había llamado ayer para decirme que ya lo habían llamado los de la corte pero que de su parte, había retirado cualquier cargo sobre sus cantantes pues yo era cercano a ellos y nunca había publicado nada malo.

Pero eso era todo. Ninguna otra agencia me había llamado y dolía, porque ni Taehyung ni Kai, ni ningún otro idol con quién me había relacionado, no me llamaron para por lo menos decirme que lo intentaron.

Los odiaba casi tanto como a mis padres. No quería verlos y eso haría, en realidad.

Hoy debían de leer los cargos en mi contra y debían de preguntarme si me declaraba culpable o inocente.

Decidí declararme culpable.

La noche anterior cuando me entregaron la citación del juez, me había visitado un abogado, que me otorgaba el Estado y me había dicho que era la única manera de que mis cargos disminuyeran y quizas si tenía buen comportamiento, podría salir antes y empezar de cero.

Empezar de cero... A estas alturas eso sonaba estúpido...

Todos sabían que hoy sería la sesión porque se había transmitido mi caso en televisión, para que esto no sea todo un alboroto, mi abogado solicitó que el caso sea a puertas cerradas y así lo habían hecho.

Los policías me escoltaron y antes de entrar, un hombre trajeado detuvo a los policías mostrándoles su credencial. El hombre estaba junto a una mujer muy elegante, ella llevaba puesto un traje de color rosa viejo señido a su escultural cuerpo, debia de tener 45 años más o menos.

Los oficiales me quitaron las esposas y los miré con el ceño fruncido.

- ¿Ya me los quitan? ¿No debía de entrar?- dije confundida.

- Si quieres tener las esposas puestas mientras hablamos, no es problema para mi- dijo la mujer con un tono superior.

Esperaba algún día llegar a ser como ella. Me gustaba su forma de vestir y su forma de ser, hubiera sido así si me llegaba a convertir en doctora, solo que en ella se notaba a leguas que manejaba mucho dinero.

- No sabes las ganas que tenía de conocerte. Es un gusto Kim Hanul- dijo la mujer tendiendome la mano.

Dudé unos segundos pero lo estreche luego de recordar que los oficiales me habían dejado junto a ellos sin esposas, quizás eran personas de confianza.

- El gusto es mío, señora... - dije enarcando una ceja.

- No te puedo decir mi nombre pero lo importante es que soy una de las dueñas de Dispatch- dijo sonriendo- nos gustaría trabajar con usted. La hemos observado durante mucho tiempo, usted nos había visto una sola vez. ¿Lo recuerda? Fue cuando a uno de nuestros fotógrafos se le escapó el flash. Estaba ese chico... - pensó.

- Hyunjin- dijo el chico a su lado.

- Eso, Hyunjin, ese chico la esperó por mucho tiempo frente a su viejo departamento- sonrió- usted se ha encontrado con tantos idols, que tiene demasiada información que para nosotros es valiosa.

¿Eres una Sasaeng? (1ra Parte) [TERMINADA] (Wattys 2020) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora