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Volvimos a mi departamento y antes de abrir la puerta me gire a verlo.

- Jin- lo llamé y me miró con una ceja levantada- en mi departamento no tengo muchas cosas sabes... Es simple... Solo tiene los muebles propios del lugar aún no tengo ni cama porque recién me mudé... Te dije que pasaras solo para no ser egoísta, pensando que me dirías que no pero obviamente no lo hiciste y ahora no sé que hacer- dije agachando la cabeza.

Que vergüenza, que vergüenza, pensaba.

- No te preocupes por mi, puedo dormir hasta en el piso- lo miré y me sonrió- Dime que al menos has limpiado.

Le sonreí y asentí.

Entramos e inmediatamente se tiró en el sofá.

- Lo proclamo como mi cama- dijo y me reí.

Fui a mi habitación y me di una ducha para luego ponerme el pijama. Salí y encontré a Jin durmiendo con la boca abierta. Era gracioso porque parecía un pato, así que me acerqué hasta quedar frente al sofá y me quedé mirándolo unos segundos.

- Una foto te durará más- habló aún con los ojos cerrados- o quizás ya lo tienes y sólo querías verlo de frente.

Salí corriendo a mi habitación y me dormí.

Me desperté algo tarde así que supuse que Jin ya se había ido pero al salir a la cocina, él estaba ahí cocinando fideos.

- Hola- hizo una reverencia con la cabeza y yo le respondí de la misma manera- siéntate, estoy preparando el desayuno- dijo así que solo seguí sus órdenes.

Jin se veía gracioso porque tenía su ropa casual doblada por haber dormido y el cabello aún no estaba peinado.

- Sabes... Algunos sentimos cuando alguien nos observa sin siquiera tener que voltearnos- dijo Jin- es por eso que me di cuenta ayer que me veías y lo haces ahora.

- Pero te gusta que te miren- hablé sin dejar de verlo- ¿o me equivoco?

Se dio vuelta trayendo la pequeña cacerola.

- Estas en lo cierto- dijo poniéndolo frente a mi para luego traer platos y palillos- come bien- dijo para luego servirse.

Su comida era exquisita en todas las formas.

- Cocinas de maravilla- dije tragando lo que tenia en la boca- he provado tantas comidas en tantos viajes que tuve que hacer siendo sasaeng, que te concedo el honor de recibir mis elogios.

- Solo cocino para los chicos- habló y vi su cara ponerse algo roja- eres la primera chica a quien cocino.

- Alguna vez escuché la frase "cuando invitas a alguien a sentarse en tu mesa y quieres cocinar para ellos, los invitas a entrar en tu vida"- dije dejando a un lado los palillos- esta es mi mesa pero tu has cocinado, no es lo mismo pero creo que llegamos al mismo punto.

- Si esa fue una sutil forma de pedirme que forme parte de tu vida...-me miró poniendo una mano en su mentón como si lo analizara- lo haré, pero... Quiero ser tu amigo, no quiero que sientas nada por mi y si yo siento algo por ti, no correspondas- fruncí mis ceños con desconcierto- no sé si lo sabes pero Kai de EXO es mi amigo, al igual que Taehyung, y soy de esos chicos que no le traicionaria a sus amigos.

- De algo que estoy segura en mi vida es que no me enamoraría de un idol, toda mi carrera depende de este trabajo, no lo echaría a perder por algo tan estúpido- dije riéndome.

- Prometelo- dijo Jin mostrándome su meñique, totalmente serio, así que lo junte con el mío y lo cerramos con el pulgar.

Comimos en silencio, a pesar de que ninguno de los dos dijera algo, se sentía agradable su presencia.

¿Eres una Sasaeng? (1ra Parte) [TERMINADA] (Wattys 2020) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora