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Me llevaron en una camioneta donde solo íbamos el manager y tres personales más.

- Si, deben calmarse y hagan el video cuando estén más tranquilos- decía el manager hablando en su móvil- ah no sé, haré unas llamadas y luego les aviso- se quedo callado- por cierto ¿conocen a Hanul?- dijo mirándome en silencio- está conmigo, el ceo la llamó, no no puedo, no sé, los llamo cuando vuelva al departamento- cortó la llamada.

Me miró unos segundos y luego suspiró.

- ¿Por qué el ceo quiere verte?- levanté los hombros como respuesta- Pues sonaba molesto, espero que no sea por ti, aunque siendote sincero, yo también lo estoy... Son mis chicos, dirán que no los cuide y saldrán chismes, no sé cómo te conocen... Pero hiciste arder SM con solo estar ahí y sé que no eres fan porque por como me miras, sé que te sorprende que sea manager y estoy casi seguro de que nunca me viste.

-Disculpa si te causé molestias, en realidad yo no quería que pase eso y es cierto, no sé quién eres y tampoco conozco a NCT, solo vengo por trabajo, no tengo ni la menor idea de como saben quien soy.

El chico me miró sorprendido cubriéndose el rostro con las manos. Estaba frustrado, yo también lo estaría.

- Esto terminará mal para ti- dijo destapandose un ojo para observare- no debiste de aparecer hoy. Este no es tu día ni el mio- dijo descubriendose todo el rostro apoyando su cabeza contra el vidrio.

Ni siquiera conocía a NCT 123, nunca me llamaron la atención, ni siquiera el chico que estaba en SuperM.

Pensé que hoy sería el día más feliz de mi vida, después de todo, ayer había conocido al chico más perfecto que podía existir. Mi felicidad tenía tiempo limitado, odiaba eso.

Abrí un poco mi mochila para meter mi mano y poder quitar la memoria de mi cámara, no quería que me la quitaran y si lo hacían por lo menos quería tener las fotos de aquellos chicos para obtener dinero. Quite la memoria sin que se dieran cuenta y lo mantuve en mi mano, no sabía dónde guardarlo sin que se dieran cuenta. Lo guardaría cuando bajara.

Llegamos a ese maldito edificio al que esperaba no volver nunca más después de lo que hice.

- Te acompañaré hasta su piso- dijo el manager pero lo detuve en la entrada.

-¿Puedo ir al baño? Volveré, te lo prometo- dije haciendo aegyo.

El suspiró pesadamente pero cedió y asintió como respuesta y me señaló el pasillo.

Fui caminando hacia el baño pensando solamente en guardar aquella tarjeta de memoria que tenía en mis manos.

Entré y me quité el zapato, levanté la plantilla y la metí en medio, me lave el rostro y quite algunas orquillas que llevaba en la mochila por mis clases de medicina, ya que ahí debía de tener el cabello recogido. Recogí todo mi cabello y luego cubrí mi cabeza con mi capucha.

Pensaba salir de ese edificio sin que me viera el manager pero al salir vi que venía distraído con él móvil pero venía a buscarme, lo sabía. Miré hacía la puerta de baños de hombres y vi que alguien iba a salir así que sin pensarlo dos veces cuando pasó frente a la puerta de damas, lo agarré y lo besé, cerrando mis ojos fuertemente para que el manager no me reconozca.

Sentía como el chico a quién bese a la fuerza hacia todo tipo de esfuerzo para separarse de mi pero yo me había pegado como sanguijuela por su cuerpo. Espere hasta escuchar la puerta de damas cerrarse por la entrada del manager.

Solté al chico a quién besé, dispuesta a salir corriendo pero este me cogió el brazo haciendo que parara mi huida.

- ¡¿A dónde crees que vas acosadora?! - me gritó y lo miré.

¿Eres una Sasaeng? (1ra Parte) [TERMINADA] (Wattys 2020) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora