California.
Al salir de mi ultima clase me apresuro a tomar un taxi para ir a mi trabajo. No me gusta que mis padres corran con todos mis gastos, cuando yo siendo mayor de edad puedo pagar mis cosas.
Hace poco fui ascendida como gerente en uno de los restaurantes de los padres de Noah y Nathan. Son de esos lugares donde llegan personas importantes, y que una porción de comida vale más que un celular.
Me falta poco para completar el dinero del apartamento de mis sueños, desde los dieciséis años trabajo, y ahorro. Al igual que Lea, somos muy parecidas en esos aspectos, nos gusta ser independientes.
Nuestra madre siempre nos ha dicho que no necesitamos de un hombre para tener nuestras cosas. ¿Por qué necesito a un hombre para que me baje la luna? Si yo sola puedo hacerlo.
—¿Cuánto seria? —le pregunto al taxista.
—Son tres con cincuenta.
Abro mi bolso, saco la billetera y tomo el dinero—Aquí esta, muchas gracias.
—Gracias a usted, que tenga un buen día.
Le doy una sonrisa de boca cerrada antes de bajar.
Camino por el pasillo que lleva a la puerta trasera, y me sorprende la cantidad de paparazzi que se encuentran en la entrada. No es común, aquí llegan gente importante pero no tanto para que lleguen a tomarles fotos.
Al entrar el delicioso olor a pasta me recibe.
—¿De nuevo aquí nate?
—Solo vine en busca de inspiración. —Nate se acerca dejando un beso en mi mejilla.
—¿Soy tu inspiración?
Sonríe—Por ti me levanto todos los días.
—Se supone que deberías de estar en los otros restaurante de tu padre.
—Soy jefe de este.
Pongo los ojos en blanco y suelto una carcajada.
—Orden quince en mesa seis, hola guapa.
—Hola Liam, ¿Se puede saber quien esta aquí? Hay muchos fotógrafos afuera.
—Unos chulitos, nada importante. —Nate le hace una seña a Liam para que no diga nada más.
—¿Cómo que nada importante? —insisto.
Camino a los lockers guardando mis pertenencias.
—¿Quieres llevar su comida scarlitta?
Ato mi cabello en una cola alta dejando algunos mechones sueltos, luego coloco un poco de brillo labial para que el color natural de mis labios resalte más, tomo el pin con mi nombre y lo prenso en la camisa en el lado izquierdo de mi pecho
—¡No! Soy tu jefe Scarlett, no te lo permito.—Nate tensa su mandíbula.
—Tus padres son mis jefes.
—¿Tienes miedo de que alguien más te quite a nuestra hermosa Scarlett?—Liam le da palmadas juguetonamente a Nathan.
—¿Cuál es la orden?
Liam sonríe, camina a donde esta uno de los camareros quitándole lo que tiene en las manos, me da dos platos que contienen postres, y los más caros—Esto son los últimos que pidieron, mesa dos.
—¡No, Liam!
—Siempre serás mi preferido Nate—sus mejillas se sonrojan y una sonrisa se forman en sus carnosos labios—Mi amigo preferido—eso hace que la borre.
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Mi primer amor de verdad
RomanceNos conocimos de pequeños y nos separaron, pero la vida no tenia esos planes para nosotros, así que decidió que nos reencontráramos. BORRADOR. ERRORES ORTOGRÁFICOS. MILKELIS. 2020.