Capitulo 8

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—Mierda y más mierda—Digo caminando en círculos por toda la habitación—¿Cómo saben dónde estudio?

Cuando salimos de la universidad en la parte de los estacionamiento se encontraban muchos fotógrafos que gritaban mi nombre.

Me sentí tan abrumada, sin mencionar que tuve que borrar algunas aplicaciones de mi celular, las notificaciones no paraban de llegar.

—Ellos ya deben saber dónde trabajas Scar y quizás donde vivimos.

—Lea, esto no esta bien. Yo no tengo nada con Rayan.

—Cuando estabas en su habitación, se veían muy cercanos...

—¿Qué habitación? —Nate nos mira con el ceño fruncido.

—¿Y tú que haces aquí? —Noah observa a su hermano con una mueca de disgusto.—¿Quién le abrió la puerta a este indigente?

¿Qué hare? Nunca pensé que estoy llegaría a pasar, pero ¿qué más podía esperar?, estaba con alguien reconocido en una playa y en esa posición, cualquiera pudo haber tomado esa foto.

Estoy arruinada, mi privacidad ya no existe, no tendré una vida normal sin personas que se metan en ella, todo lo que detesto.

Mi celular comienza a vibrar en la parte trasera de mi pantalón, resoplo antes de tomarlo.

—¿Hola?

—Estoy afuera de tu casa.

Esa voz.

—¿Rayan?

—No tu hada madrina, claro que soy yo niña.

—¿Cómo...? —cuelga. —Este idiota.

Todos me miran con curiosidad.

—¿Quién era? —pregunta Lea.

—Rayan—levanto la mirada para verla—Dijo que esta abajo... ¿Cómo tiene mi número?

—Scarlett, eso es lo de menos, deberías de ir a hablar con él, Rayan ya debe de estar anuente de lo que sucedió, tal vez el pueda hacer algo para borrar las fotos.

—Lea tiene razón pervertida, habla con él.

—Si yo te acompaño—Nate se levanta, pero Noah y Lea lo vuelven a sentar.

—Tú te quedas aquí, intenso mal viviente.

—¡Soy tu hermano!

—Que desgracia.

Rio negando, sin duda tengo a los mejores.

—Ya vuelvo.

Al salir hay un carro deportivo de color negro mate estacionado en mi casa.

Mi corazón da un respingo cuando el estúpido toca la bocina haciéndome brincar.

Baja la ventana del copiloto—Lo siento, no pude evitarlo—dice riendo a carcajadas, yo por otro lado lo miro sin ninguna expresión—Ven sube. —vuelve a subir la ventana del copiloto.

Al entrar a su auto una mezcla de menta con su deliciosa colonia invaden mis fosas nasales, Rayan tiene una camiseta negra junto a una gorra y lentes del mismo color, luce como una verdadera celebridad.

—Supongo que ya sabes lo de la fotos.

—No pareces contenta. —se quita la gorra para peinar su cabello.

—¿Debería de estarlo? Están diciendo que soy tu nuevo romance.

—¿Tan horrible te hace sentir que digan que eres mi novia?

Mi primer amor de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora