Capítulo 43

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Este es el capitulo final...

Scarlett

Hace poco fue mi baby shower, y la verdad, nunca me imagine recibir tanto regalos.

Lo que más me sorprendió fue la cantidad de dinero que los abuelos de Rayan me depositaron, sigo cuestionándome si los Cox defecan dinero.

Lo mejor de todo fue cuando Logan llego con literal media juguetería, al igual que Julián, quienes desde ya compiten con eso de ser el tío preferido.

—Listo, entonces ¿quieres donar la mayor parte del dinero que te obsequiaron mis abuelos?

Asiento.

—No me siento bien teniendo todo ese dineral, sabiendo que personas lo necesitan más que yo.

Rayan respira hondo, vuelve la vista a las biberones.

Estamos en una tienda de bebes, comprando algunas cosas que nos hacen faltan.

—No tengo problema con que lo hagas gatita, el dinero es tuyo, y me alegra mucho que lo utilices para un bien—se inclina dejando un beso en mi frente.

Asiento con una sonrisa, dirige su atención a unos pequeños chupones.

Muerdo mi labio inferior, juego con mis manos.

—Si, también estaba pensando...—él se voltea a verme, y mueve sus manos para que continúe hablando cuando no digo nada— En adoptar dos perritos más—suelto, Rayan me mira con el ceño fruncido—Tenemos mucho espacio en la casa, demasiado de hecho.—insisto.

Relame sus labios, luciendo dudoso.

Emite un, ujumh.

—Solo uno nada más.

—Rayan—lo tomo del brazo estremeciéndolo.

Él ríe y sigue viendo los biberones ignorándome.

—Ya Scar, para—ríe más y lo estremezco con más fuerza—Esta bien, dos, ni uno más ni uno menos.— niega suspirando—A veces me pregunto si eres un niña o una adulta.

Sonrió victoriosamente.

—Pero lo haremos cuando construyamos la pequeña casa en el patio, para ellos.—dice determinado señalándome con su dedo índice.

—De acuerdo.

Amo mucho a las mascotas, son una fuente de felicidad garantizada.

—¿Te gusta esta?—pregunta mostrándome un biberón con un gatito.

—Es muy linda, llevémosla.

La coloca en la canasta.

—¿Y esta?—me muestra otra.

Asiento.

—Creo que deberíamos de pagar, o querré llevarme todo—dice cuando esta por tomar otro biberón.

Al terminar de pagar por todo, Rayan y yo pasamos por una pizzería, ya que se me antojo una, la cual comí yo sola.

A Rayan le dan nauseas, según mi madre y la de él, hay veces que los hombre comparten los síntomas.

Al llegar a casa, fierita y Max nos reciben con un cálido saludo, yo los tomo a ambos dándoles mimos mientras Rayan sube a dejar las compras en la habitación.

Luego de eso me ducho yendo a la cama.

Él entra a la habitación con un tazón de dulces, acostándose junto a mi.

Mi primer amor de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora