—No Victoria, no me apetece tener una cita doble y mucho menos con alguien que ni siquiera conozco—me negué rotundamente.
Me encontraba afuera del restaurante en donde trabajaba, ya había salido, eran alrededor de las 5:00pm, estaba agotada, estudiar y trabajar al mismo tiempo no era nada fácil.
Pero así tenia que ser, mis metas y sueños costaban. Y no me detendré hasta que mi esfuerzo se conviertan en logros.
—Por faaaaa, Scar la pasaremos genial—hiso un puchero.
—Lo siento Vicky, pero no.
Suspiro.
—Bien... Después no te quejes por no tener novio.
—No me quejo de algo que no necesito...
Ella soltó una risa.
—Eres increíble—dijo mientras saca su celular—Yo ya me tengo que ir...
—Me compartes la ubicación, le tomas foto a la placa del auto del chico y me la pasas—ordene determinada.
—¿Sabes que eres la mejor?—asentí con una sonrisa—Egocéntrica—dijo divertida mientras me daba un leve empujón—Mierda, ya me tengo ir, ¡Te quiero! Chao—hablo rápidamente llevando el celular a su oreja echándose a correr.
Bueno...
¿Ahora como me voy? Debí haberle dicho que le dijera al chico que me dejara en casa.
Estúpida Scarlett.
Suspire bajando la mirada a mi móvil, mientras entraba a la aplicación de taxis.
Mientras que esperaba me quede allí, cuando vi un auto negro deportivo estacionarse a unos pequeños metros de mi.
Mire curiosa, era un buen auto.
Deje la mirada fija, captando la puerta abrirse, un chico salío, de ella, no reconoci su espalda.
Pero al voltearse...
Capte sus ojos grises.
Rayan.
De inmediato me oculte en el callejón que estaba al lado del restaurante, ya empezaba artarme.
¿Por que sigue viniendo aquí?
Asome mi cabeza, quería ver que hacia.
Liam estaba allí, con él.
—Si, es ella—dijo el pelinegro.
— Ya se fue, lastima amigo—Liam hizo un ademan de seguir caminando, pero este lo detuvo.
—¿Sabes donde vive?
—No, no se.
—Dijiste que eras su amigo.
—Si, no su GPS.
¿De quien hablaban? ¿De mi?
Nah.
Rayan sonrió, ladeando su cabeza divertido. Y si, era guapísimo el condenado.
Respiro hondo rascando la punta de su nariz—Escucha, solo necesito preguntarle algo, es todo.
—Bueno, ven un día que este aquí, y le preguntas. Y no, no se su horario.
él soltó una sonora carcajada.
—Oye, no soy un acosador—dijo sin perder la diversión—De igual manera, gracias.
Engancho una sonrisa de boca cerrada, dándole un apretón de hombros, volviendo al auto, entrando
Re loco.
ESTÁS LEYENDO
Mi primer amor de verdad
RomanceNos conocimos de pequeños y nos separaron, pero la vida no tenia esos planes para nosotros, así que decidió que nos reencontráramos. BORRADOR. ERRORES ORTOGRÁFICOS. MILKELIS. 2020.